El Ministerio Público Centro Norte lleva una investigación desformalizada en contra de algunos gendarmes que golpearon al menor de 14 años J. T. M. a mediados de enero, en la llamada zona de tránsito -conocido por quienes lo “frecuentan” como el “callejón oscuro”- lugar donde los detenidos esperan ser pasados a los tribunales de garantía para su control de detención.
El joven domiciliado en la comuna de Las Condes había sido detenido por Carabineros por haber escrito con un plumón en una pared, y al ser controlado en el juzgado sus padres observaron un gran moretón en la espalda debido al golpe propinado por uno los uniformados. Por esta razón hicieron la constatación de lesiones y presentaron la denuncia ante el organismo perseguidor.
La orden de investigar -dictada por el fiscal Iván Millán- la tramita la Brigada de Derechos Humanos de la policía civil. Pero no es la primera indagatoria de este tipo.
Dentro de la indagatoria se descubrió que los gendarmes tienen un elemento contundente llamado el “matapollos”, con el que golpean a los detenidos sólo por el hecho de pasar por la zona de tránsito.
Si bien los “choros”, como se les conoce a los delincuentes habituales, guardan silencio sobre prácticas de este tipo, en esta oportunidad la cosa es distinta.
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