El periodista y militante del Partido Comunista fue asesinado en Calama el 11 de octubre de 1973. Su caso se encuentra entre los que fueron ajusticiados por la denominada Caravana de la Muerte. La insistencia de El Mercurio en negar los hechos indignó a la familia.
Carlos
Berger Guralnik fue periodista y abogado, militante del Partido
Comunista, director de la radio El Loa y jefe de Relaciones Públicas en
Chuquicamata. Fue detenido el 11 de octubre de 1973 en las dependencias
de la radioemisora y ejecutado seis días más tarde.Impresiona la frialdad con que se dio a conocer el hecho. Las autoridades informaron sobre el deceso a la familia mediante un comunicado que emitió el jefe de Plaza a través de la prensa, en él se comunicó que 26 detenidos de la cárcel de Calama fueron muertos por personal militar cuando eran transportados a la institución en Antofagasta en momentos en que el vehículo que los llevaba sufrió un desperfecto eléctrico. Los restos de los ejecutados no fueron entregados a los familiares, sólo se les dio un certificado de defunción en que se daba a conocer que el lugar del fallecimiento fue Calama y la causa el fusilamiento.
Carmen Hertz, abogada y esposa de Carlos Berger, contó que "junto con otros 25 presos políticos fue asesinado en las afueras de Calama. Fue sacado de la cárcel por la comitiva que encabezaba el general Sergio Arellano Stark y después de la masacre -porque ni siquiera tuvieron el privilegio de ser fusilados, fueron tirados a una fosa clandestina que fue removida el año 74 por órdenes del alto mando de Antofagasta y Calama, (acto) encubierto como 'maniobras militares'"
Los restos de las víctimas se encontraron en 1992 en una en una fosa ilegal al norte del kilómetro 16 y medio del camino a San Pedro de Atacama. Algunos de los cuerpos se pudieron reconocer en 1995, pero no fue hasta el 31 de enero de 2014 que los restos de Carlos Berger, de quien sólo se encontró un trozo del metatarso del pie izquierdo y gracias a una muestra otorgada por su hermano Ricardo, pudieron confirmar su identidad.
Con relación a esto, Carmen Hertz relató lo ocurrido: "Sacaron los cuerpos, los ensacaron, los llevaron a un helicóptero en el aeropuerto de Calama y fueron tirados al mar a la altura de Tocopilla (...) Lo que se les cayó a quienes removieron los cuerpos, que fueron fragmentos que cayeron de la retroexcavadora, fueron encontrados muchos años después, el año 1992, por familiares de las víctimas de Calama, por las mujeres de Calama, que desde el primer instante empezaron a buscar en el desierto la fosa clandestina; por eso se hizo la remoción el año 74, porque estaban probablemente cerca de descubrirla"
Desde la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), su presidenta Lorena Pizarro, en conversación con Cambio21 dijo que "como una de las pocas víctimas desaparecidas de la dictadura que hemos logrado encontrar, nos conmueve mucho. El 13 de abril se va a conmemorar al periodista que, pese a las instrucciones que dio el alto mando de ese momento en Calama, siguió transmitiendo desde la radio El Loa. Es parte de la lucha de una familia que fue víctima de la Caravana de la Muerte y que ha luchado siempre por saber la verdad, por encontrarlo y por hacer justicia".
Obituario
La familia de Carlos Berger quiso anunciar en el obituario del diario El Mercurio la ceremonia que se realizará el domingo 13 de abril al mediodía en el Cementerio General en el Memorial de los Detenidos Desaparecidos para despedir simbólicamente a su familiar. El aviso fue censurado, se pidió a la familia que borrara la parte que decía "asesinado en dictadura hace 40 años y cuyos restos han sido recientemente identificados". Esta acción provocó la indignación de la abogada, quien dijo que presentará una demanda al Estado frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por "Denegación de Justicia" y al medio de comunicación lo llevará ante los tribunales nacionales.
La abogada manifestó que "nuevamente hay una forma de censura, porque dice que Carlos Berger 'murió el 19 de octubre del 73'. Es otra forma de censura, es como si hubiera muerto en un accidente, una enfermedad o un infarto" y añadió "esto no es un agravio a nosotros, es un agravio a la sociedad, porque no es posible que un medio de comunicación como el diario El Mercurio -el más antiguo del país- discrimine el lenguaje que tú colocas en un obituario, sobre todo cuando dice relación con uno de los hechos más traumáticos que le han ocurrido a Chile, como fue el exterminio en época de dictadura", dijo Hertz.
Luego del anuncio de Hertz de querellarse contra El Mercurio, el medio de comunicación publicó una nota en la que se anunció la conmemoración que se realizará en nombre de Berger y las otras víctimas identificadas recientemente. De todas maneras, este jueves, en el obituario del diario se lee "Comunicamos el fallecimiento de nuestro queridísimo Carlos Berger Guralnik. Ejecutado por la Caravana de la Muerte hace 40 años y cuyos restos han sido recientemente identificados", como añadido al que se difundió en primera instancia y que provocó el problema.
Sobre la conmemoración que se realizará, Lorena Pizarro dijo que "es un homenaje a la víctima en el Memorial y se contará con algunos saludos de los familiares de Carlos Berger, con la presentación de algunos artistas se va a proceder al funeral".
La historia de Carlos Berger se ha mostrado en más de una ocasión en la televisión chilena, como fue el caso de la serie "Ecos del desierto" que exhibió Chilevisión y "Mi vida con Carlos" en TVN. En estas instancias se ha dado a conocer lo que sucedió con la "Caravana de la Muerte" a cargo de Sergio Arellano Stark.
Lorena Pizarro comentó que "las causas de la Caravana de la Muerte ha seguido su curso y se ha avanzado en el marco de este pacto de silencio de los genocidas, pero deben seguir las investigaciones para saber el conocimiento de la verdad y el enjuiciamiento. Como avanza el caso es un tema que llevan los abogados y la misma Carmen (Hertz) que conocen más a fondo cual es el estado del proceso".
Con esto siguen apareciendo pruebas de las atrocidades que se cometieron en Chile durante la dictadura, aunque aún existen personas y/o instituciones que insisten en negar lo sucedido.
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