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miércoles, 9 de abril de 2014

Confirmado: Ex agente represivo de la dictadura ratifica que el Presidente Frei Montalva fue envenenado

Por Mario López M.
Andrés Valenzuela, “El Papudo” está de vuelta en Chile después de 30 años. Desertó a su grupo represor y huyó. Vive en Francia hasta donde fue llevado por defensores de los Derechos Humanos y la Iglesia Católica. Esta declarando ante siete jueces. Esta libre pero con arraigo. En los próximos días abandonaría Chile para volver a su vida normal en Montpellier. “El Papudo” esta contando cómo fueron los crímenes en dictadura. Cambio21 conoció su declaración judicial por el caso del crimen del Presidente Frei ante el juez Madrid.
Fuertes reacciones ha provocado en el mundo político y judicial la noticia entregada en exclusiva por Cambio21, con las declaraciones ante los Tribunales que Andrés "El Papudo" Valenzuela se encuentra prestando ante los jueces, tendientes a aclarar violaciones de Derechos Humanos cometidos por la dictadura de Pinochet. En especial las que tienen relación con el asesinato del Presidente Eduardo Frei Montalva.

Andrés Antonio Valenzuela Morales, alias "el Papudo", nacido el 30 de noviembre de 1955, fue soldado 1° de la Fuerza Aérea de Chile y miembro del denominado "Comando Conjunto" que fue parte de la represión en nuestro país.


Andrés Valenzuela se encuentra en nuestro país hace más de un mes. Vino a Chile "para solucionar y cooperar con todos los casos de derechos Humanos; con la finalidad de cerrar ciclos", declaró el pasado 7 de marzo frente al tribunal que lo interroga, de acuerdo a los antecedentes tenidos a la vista de manera exclusiva por
Cambio21.

Antes de llegar a nuestro país, "el Papudo" (nació en ese balneario) se encontraba en Francia, país que lo acogió como exiliado hasta donde llegó con la ayuda de organismos de Derechos Humanos especialmente de la Iglesia Católica, luego de desertar de las filas de la Fuerza Aérea y del Comando Conjunto en 1984. Al desertar, dio a conocer antecedentes hasta esa época ignorados por la gran mayoría de los chilenos, acerca de los secuestros, torturas y asesinatos cometidos por la dictadura y sus grupos de represión, la DINA, la CNI y los grupos de Inteligencia de las FF.AA.

Valenzuela vive en Montpellier y está nacionalizado francés. En sus días en Chile, los pasa en los cuarteles de la PDI, los tribunales y en la casa de una tía en la comuna de La Reina, que no damos a conocer por su seguridad.


"El Papudo" fue el primer agente de seguridad que desertó y cooperó en la investigación de los crímenes de la dictadura. Luego de desertar, vivió dos meses en un lugar de oración de los Benedictinos, cerca de Santiago, donde fue ocultado.

Andrés Valenzuela se encuentra bajo protección policial desde su ingreso a nuestro país, a pesar de que declara a fojas 13189 que durante su estadía en Chile no se ha producido ninguna situación anormal "que hagan presumir que me encuentro en riesgo en mi seguridad personal Debo manifestar que hasta este momento no he tenido ningún problema y tampoco sospecho que se vayan a producir", señala en sus declaraciones ante los jueces donde ha declarado.

Un confiado Andrés Valenzuela dice, que "hago presente que en el evento que lo necesite, lo requeriré al Ministerio del Interior". A pesar de ello, en su lugar de reguardo en la comuna de La Reina, cuenta con el apoyo policial necesario que resguarde su seguridad mientras se encuentra declarando ante más de siete magistrados encargados de diversos temas sensibles de Derechos Humanos.

El Caso Frei

Uno de esos temas sensibles es la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, ocurrida el 22 de enero de 1982, mientras se encontraba hospitalizado en la Clínica Santa María de la comuna de Providencia, en Santiago. Una peritonitis aguda y un posterior shock séptico producto de una infección bacteriana como consecuencia de la operación, fue la causa de muerte que se difundió en aquella época.

Una simple operación que terminó en Magnicidio

El ex mandatario de 71 años, había ingresado a ese centro asistencial aquejado de una hernia al hiato. Se trata de una enfermedad de fácil tratamiento que en caso alguno le habría provocado riesgo mortal, de acuerdo a todos los antecedentes que obran en poder de la defensa de la familia y de los propios antecedentes médicos de la época y de los peritajes que se han ordenado con posterioridad como consecuencia del magnicidio.

La investigación se apoya en informes periciales que resultaron concluyentes en cuanto que el ex mandatario Eduardo Frei, fue inoculado varias veces con talio y mostaza sulfúrica en pequeñas cantidades. El homicidio en contra del ex presidente ocurrió el 22 de enero de 1982. Hasta hoy, no había quedado claro cómo se habrían suministrado los químicos tóxicos y tampoco había luz del quién sería el autor material del magnicidio, porque los autores intelectuales eran claros.


Dudas acerca de la causa de muerte

Las sospechas acerca del crimen comenzaron cuando su hija la ex senadora, Carmen Frei dio a conocer en el Senado, que su familia había recibido información que creaba dudas acerca de las causas de la muerte del ex Mandatario. Entre ellas, que a la habitación donde estaba internado su padre ingresaron personas ajenas a la clínica antes de su fallecimiento.

La ex senadora afirmó que a su padre se le encontró una bacteria desconocida en nuestro país, y contra la que no se pudo encontrar medicamentos en Chile ni en Estados Unidos. Concluía la ex parlamentaria, que los nuevos antecedentes incluían informaciones fidedignas acerca de que el ex mandatario había sido envenenado.


"Sí, lo mataron", señaló Carmen Cerda médico, perito tanatóloga para el caso de la muerte del ex Presidente Eduardo Frei Montalva. Sus declaraciones fueron tomando cuerpo en la medida que se fueron conociendo diversos otros antecedentes acerca de la muerte del ex primer mandatario mientras se encontraba internado en la Clínica Santa María.


Entre los antecedentes, aparecieron las declaraciones acerca de dichos de Andrés Valenzuela, quien habría revelado que "durante su estadía en Perú mientras era miembro del comando conjunto, se enteró que la esposa de un colega y amigo, una enfermera que trabajaba en la clínica Santa María, habría visto cómo un kinesiólogo ingresó a la habitación donde estaba internado Frei y refregó un apósito infectado con una "bacteria resistente" sobre la herida post operatoria del ex mandatario. El apósito habría sido preparado por el ex químico de la DINA, Eugenio Berríos, posteriormente asesinado en Uruguay por agentes de seguridad".

"El Papudo" ratifica y aclara sus declaraciones ante el juez sobre el caso

Al cierre de nuestra edición Cambio21 logró de manera exclusiva las declaraciones judiciales del "Papudo" frente al juez investigador de crímenes de Frei Montalva y Alejandro Madrid.

A fojas 13191, con fecha 7 de marzo de 2014, Andrés Valenzuela precisa al juez. "Estando yo en la Embajada de Chile en Perú, un colega de nombre Alex Carrasco, me comentó que su esposa habría escuchado en la Clínica que trabajaba, no recuerdo cuál, que a Don Eduardo Frei lo habían envenenado y que le habrían aplicado compresas infectadas en la herida dejada por la operación que le practicaron".


Aclara que recuerda que "en algún momento de la conversación trascendió, pero no logró ubicarlo en qué momento y tampoco lo mencioné (a un kinesiólogo y preparador físico) como el autor de tal hecho", señala.


El preparador físico a que se refiere "El Papudo" es Gustavo Ortlieb, según se consigna a fojas 13193 del expediente. Su nombre habría aparecido mencionado en una conversación en Francia, en presencia de amigos de Valenzuela. Pero éste asevera que "lamentablemente la versión (de la conversación) se tergiversó demasiado" y no sería tan correcta, a pesar que reconoce que "es efectivo que yo hice el comentario a Óscar Espinoza (otro ex agente), en presencia de Roberto Jorquera, pues era un amigo común", indica.


Esta pista -la participación del ex preparador físico de la selección chilena de fútbol, Gustavo Ortlieb Vivanco- resultó falsa y sólo se usó para desviar la atención. Ortlieb murió de un ataque cardíaco en 1989.

El envenenamiento de presos políticos. La prueba

En diciembre de 198,1 los miristas Ricardo y Elizardo Aguilera permanecían detenidos en la galería Nº 2 de la ex Cárcel Pública, por Ley de Seguridad Interior del Estado. En la misma situación estaba quien fuera el jefe de las milicias de resistencia del MIR, Guillermo Rodríguez Morales, "El Ronco", junto a Adalberto Muñoz Jara. Con ellos estaban los reos comunes Víctor Hugo Corvalán Castillo y Héctor Pacheco Díaz.

Todos cayeron misteriosamente enfermos de botulismo. Sólo se salvaron los presos políticos. Corvalán y Pacheco fallecieron por "intoxicación aguda inespecífica". Nunca se hicieron análisis de sus restos.


La cepa ingresó a Chile en julio de 1981, desde Brasil donde fue encargada por los organismos de seguridad de la dictadura, en el más absoluto secreto.


La declaración de Marcos Poduje Frugone, quien fuera jefe del Departamento de Liofilización del Bacteriológico durante aquella época, fue determinante para conocer la pista de los tóxicos. Él fue quien retiró la toxina desde la Cancillería, proveniente de Brasil. El producto tuvo destino final la calle Carmen 339, sede del Laboratorio de Guerra Bacteriológica del Ejército.


Antes de intentar el magnicidio se decidió "probar" el botulismo comprado en Brasil. Un informe policial emanado de los detectives Nelson Jofré y Palmira Mella, señala; "Es dable señalar la fecha del día 8 de diciembre de 1981, día en que se intoxicaron cuatro reos comunes y cuatro reos subversivos -miristas- en la ex Cárcel Pública de Santiago por toxina botulínica. Ése es el mismo día en que el ex Presidente de la República Eduardo Frei Montalva sufrió una grave infección, donde fue intervenido, nuevamente con diagnóstico de peritonitis aguda", concluye el documento.

El botulismo es una intoxicación causada por la toxina botulínica, una neurotoxina bacteriana producida por la bacteria Clostridiumbotulinum. La vía de intoxicación más común es la alimentaria: por ingestión de alimentos mal preparados o conservados de manera inapropiada, pero también puede adquirirse la enfermedad por la contaminación de heridas abiertas.


Y ¿cómo llegó a infectarse el ex presidente Frei?

Ya se sabía que el producto se encontraba en Chile, había sido probado con relativo éxito en los miristas y su mortalidad estaba comprobada en los presos comunes que habían resultado intoxicados como "daño colateral". Eduardo Frei, el objetivo se encontraba en la clínica hospitalizado, su acceso era fácil, no era la primera vez que los servicios de seguridad del régimen operaban en ese lugar.

Faltaba el último paso:, cómo inocular o envenenar a Frei. Andrés Valenzuela, "El Papudo", señala en sus declaraciones judiciales citadas a fojas 13191 del pasado 7 de marzo del presente año en Chile: "Estando yo en la Embajada de Chile en Perú, un colega de nombre Alex Carrasco, me comentó que su esposa habría escuchado en la Clínica que trabajaba, no recuerdo cuál, que a Don Eduardo Frei lo habían envenenado y que le habrían aplicado compresas infectadas en la herida dejada por la operación que le practicaron".


Ello es coherente con lo señalado por peritos, pero también con el procedimiento aplicado a los miristas, donde se liofilizó la toxina botulínica. La liofilización es un procedimiento que consiste en deshidratar sustancias sin utilizar calor. Es decir, se congela, se somete a un alto vacío, se sublima el hielo y se deja seco el producto y convertido en polvo. De tal manera, resultaba fácil untar las vendas que cubrían las heridas del ex presidente, tal como lo relata "El Papudo".


Pero ¿quién efectuó esa operación?

Para efectuar la operación descrita por "El Papudo", era necesario que alguien tuviera acceso al ex presidente. Y ello fue fácil. Tanto así, que el procesamiento de algunos imputados lo fueron justamente por la falta de cuidado respecto al ex presidente. La Corte Suprema señaló en su oportunidad: "el médico (Patricio Silva) no otorgó a Frei Montalva el debido cuidado que requería la urgencia en que se encontraba".

A mayor abundamiento cuestionó "que tampoco hizo lo necesario para verificar si estaba siendo envenenado, que lo mantuvo en condición de pensionado en circunstancias que el estado del ex Presidente en ese momento era grave y, -finalmente-, que no ordenó la debida autopsia para determinar con precisión la causa de su muerte, permitiendo que se le practicara un embalsamamiento sin consultar a los familiares".


Los dichos que llegaron a oídos de "El Papudo" serían coherentes con la intervención de terceros que habría untado las vendas del ex presidente con el químico toxico que terminaron provocándole la muerte.


La trama

El 6 de diciembre de 1981 da inicio al camino que llevaría a la muerte al ex presidente Eduardo Frei Montalva. Ese día, asume la decisiva operación, el doctor Augusto Larraín Orrego, un afamado cirujano.

Han trascurrido 17 días de la primera operación a la hernia al hiato a la que se sometió en la misma clínica, y hay síntomas claros de una recaída. Los primeros en ser alertados son los agentes de la CNI y de la Unidad Antiterrorista (UAT, de la Dirección de Inteligencia del Ejército, DINE).


En los primeros días de Enero de 1982, el ex presidente agrava su estado febril por la infección a que había sido expuesto. Ingresa al pabellón. Asume la segunda operación el doctor Patricio Silva Garín que trabajaba en el Hospital Militar y que había sido funcionario de confianza en el Gobierno del mandatario DC entre 1964 y 1970.


A su lado se ubica el doctor Eduardo Wainstein, cirujano gastroenterólogo y cancerólogo, médico jefe de cirugía del Hospital Militar.
"Sólo esos dos médicos aparecían hasta ahora en esa segunda y decisiva operación al ex presidente. Inexplicablemente se omitió el nombre del tercer médico al que convocó personalmente el doctor Patricio Silva Garín (descartando a todos los facultativos que habían participado anteriormente en el equipo que atendía a Frei). Pero el equipo de policías que junto al ministro Alejandro Madrid investiga la muerte del ex presidente, lo encontró. Y este fue Rodrigo Vélez Fuenzalida, en esos momentos cirujano de urgencia del Hospital Militar, de la Clínica Santa María y también médico de la CNI".


Ese fatídico día se comenzaba a escribir parte de la historia de Chile, donde por primera vez se ordena el asesinato de un presidente de nuestro país. Eduardo Frei Montalva, era el único líder que podía unir a la oposición a Pinochet y eso era "gravísimo" para la dictadura.


Éstas son solo algunas de las primeras declaraciones de Andrés Valenzuela, "El Papudo", a que ha tenido acceso de manera
exclusiva Cambio21. Declaraciones judiciales que ha decidido prestar voluntariamente. Declaraciones que han sido prestadas al igual que hace unos años cuando desertó, "por un peso de conciencia (porque) no podía dormir bien, no me era posible llevar una vida normal" aseguró en su declaración judicial.

Procesados en el caso Frei

El juez Alejandro Madrid pudo desentrañar parte importante de la trama que precedió al asesinato de Eduardo Frei Montalva. Logró conformar el delito de homicidio por envenenamiento y procesar a las seis personas, incluidos los médicos de la Universidad Católica, Helmar Rosenberg Gómez y Sergio González Bombardiere, autores de la misteriosa autopsia quemantuvieron oculta por 20 años sin informar a la familia. Estos dos médicos se encuentran procesados en calidad de encubridores. Otros de los inculpados son los médicos Pedro Valdivia y Patricio Silva Garín.

Como autores se sindica judicialmente a Luis Becerra Arancibia, ex chofer del ex mandatario, y de Raúl Lillo, en esa época agente de la Central Nacional de Informaciones.


El Comando Conjunto

Este organismo existió entre mediados de 1975 y principios de 1977. Desempeñó un papel clave en la persecución y eliminación de los miembros del Comité Central del Partido Comunista.

La existencia y actuación del Comando Conjunto fue completamente clandestina, sin ninguna legalidad. Estaba a cargo de coordinar la labor de inteligencia de los distintos servicios de seguridad de las FF.AA y Carabineros.


Éste Comando se formó bajo el alero de la SIFA. Sus bases principales eran los subterráneos de la Academia de Guerra de la FACH (AGA) y diversas casas por todo Santiago. Uno de los últimos recintos secretos utilizados por el Comando Conjunto fue "La Firma", ubicado en calle Dieciocho en Santiago.


El Comando Conjunto estaba constituido por integrantes de las FF.AA., civiles de extrema derecha y por ex integrantes de partidos de izquierda que se convirtieron en colaboradores tras ser torturados.


Existe evidencia que este organismo era independiente de la DINA y que incluso existían conflictos recíprocos entre los dos órganos represivos. La existencia de este Comando fue revelada en 1984 mediante la confesión del agente y cabo de la FACH Andrés Valenzuela.


Nota de la Redacción: El impacto de las revelaciones exclusivas han llevado a nuestro medio -en su versión digital- a adelantar las publicaciones aparecidas en el semanario escrito, ante las centenas de llamadas a nuestras oficinas por parte de nuestros lectores y de público en general que ha resultado impactado y solicitado más información recabada por
Cambio21.

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