Los últimos días de Lorenza Soto han sido más agitados que de costumbre. El sábado recién pasado, en el Sindicato Estibadores de Talcahuano, fue confirmada como vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios para este año. Un día después, el equipo de sus amores, la U, perdió 1 a 0 frente a su archirrival, de local y con un autogolazo de 20 metros. Y al final de esta semana, entre el ajetreo de pruebas y reuniones de coordinación, liderará el primer diálogo entre su organización de estudiantes secundarios y un ministro de Educación desde octubre de 2011.

Aún así, Lorenza se lo toma con calma. Desde una banca de la Plaza Ñuñoa, la estudiante de cuarto medio proyecta el gran desafío para su organización -y el movimiento estudiantil en general- este año, pero no pierde la esperanza de no repetir, suerte que han jugado otros dirigentes secundarios anteriormente. “Me tengo fe”, dice, para luego sonreír y arreglarse el pelo.
“No me sentía preparada personalmente, pero fueron los compañeros de la Aces los que depositaron toda la confianza en mí. Si bien yo represento a la asamblea, la vocería no es el rol de una persona. Es un desafío como lo ha sido todos los años anteriores de movilizaciones. Emprendo este camino con un poco de curiosidad, porque efectivamente es un gran cambio, pero feliz ante todo porque fueron mis compañeros los que tomaron esa decisión y yo feliz acepté”, señala.
Este viernes será la reunión que sostendrán con Nicolás Eyzaguirre y Lorenza avisa lo que viene: “tenemos agenda propia, no nos dejaremos regir por lo que nos diga el gobierno”.
Del norte de Santiago a la galería sur
Para todos los estudiantes la LGE es el ejemplo para desconfiar de todas las promesas en torno a educación. Una traición, un golazo a la revolución pingüina de 2006, que estalló justamente a los pocos meses del primer mandato de Michelle Bachelet. Lorenza no es la excepción, aunque apenas tenía 9 años.
“Yo iba en cuarto básico cuando fue el 2006 y el Cristóbal Colón se fue a toma. Ahí tuve una participación de niña fascinada, estuve con mi papá en todo ese proceso, íbamos a dejarles comida a los cabros más grandes de la toma y siempre me interesó mucho”, cuenta.
Desde esa experiencia en Conchalí, la comuna de su infancia, Lorenza relata cómo forjó su personalidad y postura frente a la sociedad. Su madre es médico de un consultorio de esa comuna y su padre trabaja en una empresa que envía encomiendas a la Isla de Pascua, y con ellos, cuenta, tomaron la decisión de cambiar la zona norte de Santiago por un colegio que alimentará una postura más crítica.
El elegido fue el Manuel de Salas, al que llegó en 2009, asumiendo cargos como representante de alumnos en distintas instancias desde entonces. “Nosotros trabajamos con asamblea y yo comencé a ser delegada de curso desde ese mismo año. El 2011 participé activamente de la toma. De hecho, porque como vivía en Huechuraba no tenía la opción de ir y volver a buscar a ropa cuando quisiera, me quedé todo el período de toma prácticamente ahí. Luego el 2012 asumí el cargo de vocería del liceo, cuando además comencé a asistir a la Aces el 2012, pero el año pasado me empecé a dedicar 100% a ella, al cordón Ñuñoa y a la asamblea de estudiantes de Ñuñoa”.

Lorenza dice que el cambio de un colegio particular subvencionado a un particular pagado fue difícil, pero eso, junto a la experiencia de sus padres, le ha ayudado a entender mejor como funcionan las cosas.
“Siempre se habla que gente de colegios particulares no conoce la vida, por ejemplo. Lo gracioso con respecto al trabajo de mi papá es que trabaja hace un par de años acá. No es gerente ni nada. Él trabaja empacando cosas y llevándolas al aeropuerto y ni conoce Isla de Pascua. Y con respecto al trabajo de mi mamá con el tema del consultorio, el Sapu y todo lo que tiene que ver con salud pública, puedo hablar de eso porque hay una conexión muy importante. Cuando chica casi no veía a mi mamá porque ella tenía turno en el consultorio y yo era cuidada por alumnas universitarias que se pagaban la carrera así. Siempre he estado orgullosa de ellos”, dice.
Aún así, afirma que tiene más nexos con su papá, Carlos Soto. Además de ser un compañero y con comparte gustos musicales y experiencias, los dos son “bullagueros” de corazón. De hecho, Carlos es uno de los líderes del Movimiento LDA Autónomo, grupo que se ha desmarcado de los históricos líderes de la barra de la Universidad de Chile.
“Entre mi papá y mi mamá hay varias diferencias y yo comparto más con mi papá. Es que ambos entienden lo que hago, pero los dos no lo comparten. Por los dos soy súper apoyada, pero con él comparto más cosas como gustos de música, ir al estadio, reuniones, asambleas, etc. Ellos nunca fueron restrictivos en ese sentido y respetaron que ese proceso de aprendizaje lo hiciera yo sola. Por eso me formaron como un ser autónomo, consciente y crítico que soy ahora”, recalca.
Buena impresión
Tal como lo ha dicho Melissa Sepúlveda, presidenta de la Fech y estudiante de Medicina, Lorenza quiere estudiar y no llevar una “vida de dirigente político” tradicional, como lo hacen la mayoría de los líderes estudiantiles. Hoy está entre estudiar Teatro y Periodismo, pero confiesa que la primera opción es la que más me gusta. Es uno de sus hobbies y ha participado en varias obras en el mismo Manuel de Salas.
Hoy, en cambio, asume por completo su nuevo rol, con un tono distinto pero con las mismas palabras que los voceros anteriores. “Es un desafío en el sentido de que estamos muy acostumbrados a que se nos cierren las puertas. Como hemos dicho, no nos vamos a regir por la agenda del gobierno, porque no es algo que nos asegure cosas en lo concreto. Con las intenciones no se alimentan a los hijos, ni tampoco se les paga la educación. Ante esto tenemos una postura movilizadora, pero ante todo participante y activa, porque de nada sirve pararse en la calle y decir un montón de cosas si no tenemos proyecto”.
¿Y qué pasa si algunas de las cosas que se proponen son positivas?
- A nosotros no nos sirve una reforma entre cuatro paredes y con los principales dirigentes del movimiento estudiantil. Nosotros lo que queremos es que quienes no están hablando en la prensa, que nos ven en la tele, puedan participar activamente de estos cambios. Ellos y ellas saben mejor que nadie cómo necesitan vivir. No podemos jugar a interpretar esto sin que lo tengan claro.
¿Cómo lees lo que ha pasado hasta ahora?
- La postura que ha tomado el gobierno ha sido bastante estratégica, con la inclusión de ex dirigentes y todo, ya que efectivamente hay mucha gente que confía en el gobierno actual. El problema es que nosotros fuimos los protagonistas de la traición el año 2006, entonces entendemos la lógica de esto. Vamos a estar muy expectantes y atentos. Quizás los primeros 100 días van a servir como termómetro de lo que viene.
¿Qué esperas de una reunión como la que tendrán mañana con el ministro?
- Frente a eso no hay muchas expectativas, claramente, porque vamos a resolver dudas y plantear nuestras diferencias principales con el gobierno. Frente a eso, un diálogo no va a cambiar en nada a lo que opine la Aces o las acciones que vaya a tomar. Sería ideal aclarar estas dudas, pero si el lunes -con la Cones- no hubo mucha aclaración, no se qué tanto pueda cambiar en una semana. Efectivamente estamos abiertos al diálogo y aceptamos esta instancia como de iniciación, pero por ningún motivo planteamos una mesa de trabajo o negociación porque nosotros decimos que los cambios deben venir desde abajo.

De todas formas, Lorenza dice que hay que aprender a analizar los tiempos, que hay que andar con cuidado, y que ante todo van a priorizar por las decisiones que toman las bases. Por eso, además, señala las diferencias que existen con la otra organización de estudiantes secundarios, la Cones, aunque ellos hayan llamado últimamente a unificarse.
“Es curioso que planteen eso porque las primeras declaraciones que hizo Paredes al salir como vocero de la Cones es que no estaban para juegos de cabros chicos y que éramos inmaduros porque no nos uníamos ahora. Entonces, frente a eso nosotros siempre vamos a estar abiertos a organizarnos con todos los estudiantes secundarios pero la vocería de la Cones se está pareciendo más a lo que es la parte estudiantil del gobierno. Incluso sus dirigentes tienen militancia en organizaciones cercanas a la Nueva Mayoría. Por eso nosotros vamos a seguir con la historia que ha tenido la Aces y no es algo dé orgullo, porque efectivamente hay diferencias claves, aunque eso no significa que podamos trabajar y convocar juntos”, dice.
Para Lorenza, la estrategia de este año es clave. Sobre todo porque la disposición del gobierno es distinta a la de años anteriores, aunque aclara que la inclusión de ex dirigentes no signifique mucho “porque son ex dirigentes, por lo tanto, ya no representan los intereses del movimiento estudiantil”.
Dice que no van a deponer las movilizaciones, pero tampoco van a reventarlas. “La idea no es institucionalizar las marchas porque la calle es del pueblo, es de los que luchan y por eso no es un objetivo que los partidos políticos se tomen las marchas”.
Saben que la gente espera mucho de ustedes y quiere escucharlos para saber si apoyan o no la reforma educacional que quiere llevar adelante el gobierno. ¿Tú lo ves de esa forma?
- Nosotros somos lo que somos por la gente que está a nuestro lado y en ese sentido no estamos con principal preocupación por causar una buena impresión ya que las decisiones que tomamos son decisiones principalmente de adolescentes que buscamos, por siempre, levantar las demandas estudiantiles que han estado desde años atrás. La gente que está esperando cosas de nosotros, muchos de ellos son nuestros padres, nuestros hermanos chicos, que quizás puedan estudiar gratis, o nuestros hijos. No estamos preocupados de causar una buena impresión porque nosotros somos estudiantes, y esa es la gracia. Sabemos que muchas veces las mamás están con esa incertidumbre de que los estudiantes participarán o estarán de acuerdo con las reformas o no, pero somos sus hijos también. Puede que algunas veces seamos un poco más aventurados en distintas cosas, pero nosotros tenemos ese camino claro y por él vamos a seguir.