La verdad tiene su hora
- Eugenio Ortega Frei
- Con sorpresa y molestia observé, en los noticieros que informaron del
acto organizado por los centros de estudios CIEPLAN, Igualdad, CISO y
Fundación por la Democracia, en homenaje a los 25 años del triunfo de
Patricio Aylwin, la presencia en él del Sr. Patricio Rojas Saavedra.
Espero sinceramente que dicha participación haya sido por iniciativa
propia del Sr. Rojas y no por una invitación oficial. Si fue por
iniciativa propia, demuestra, una vez más, la falta de toda decencia,
decoro y autocrítica del Sr. Rojas. Si fue invitado oficialmente, es una
incomprensible afrenta a la memoria de Eduardo Frei Montalva.
El Sr. Patricio Rojas ha declarado en innumerables ocasiones en el
proceso judicial que sustancia el ministro Alejandro Madrid por el
homicidio del ex Presidente Eduardo Frei Montalva. Se investiga
particularmente su rol en el encubrimiento del asesinato del ex
Presidente realizado por médicos de la Universidad Católica y su
participación como encubridor de las acciones de su ex cuñado, el oscuro
médico del Ejército Patricio Silva Garín, procesado como autor del
delito de homicidio del ex Presidente.
Hasta el día de hoy, el Sr. Patricio Rojas ha ocultado hechos
fundamentales de los sucesos que terminaron con la vida del ex
mandatario. No informó a la familia Frei de su participación en la
reunión de abril de 1982, en las dependencias de Anatomía Patológica de
la Pontificia Universidad Católica, en que junto a Silva Garín
analizaron las muestras extraídas sin autorización del cuerpo del ex
Presidente, que se mantuvieron ocultas por más de 20 años y que sólo se
conocieron por el testimonio de una fuente anónima.
Existen sospechas fundadas de que fue él quien solicitó la presencia
de los doctores de la Universidad Católica en la Clínica Santa María
para realizar la autopsia no autorizada del ex Presidente y, finalmente,
en el transcurso del proceso judicial, existen innumerables
contradicciones en sus testimonios que nos hacen simplemente sospechar
de su actuar.
Hace más de diez años, la ex senadora Carmen Frei preguntó
certeramente “¿A quién protege Patricio Rojas?”. Hoy, con la evidencia
acumulada en el proceso judicial, sólo falta hacerse otra pregunta:
¿Cuándo comenzará a decir la verdad Patricio Rojas de su rol en el
quiebre de la democracia chilena y de sus extrañas e incompresibles
relaciones con Patricio Silva Garín?
Al que el Sr. Patricio Rojas protege, su cuñado en la época, es el
médico militar Patricio Silva Garín: el que realizó cursos de
inteligencia en la Escuela de las Américas, que se relacionó con Viaux
en el Tacnazo de 1969, que entregó información clave a los que
organizaron el crimen del General Schneider, el encargado de implementar
el Hospital de Campaña en el Estadio Nacional donde se torturó a
cientos de personas, que aparece relacionado al crimen de José Tohá, que
participó en las cirugías del General Lutz que terminaron en su muerte
tras su enfrentamiento con Pinochet, el que reconoce en sus
declaraciones judiciales que informó a los edecanes del general Pinochet
del estado de salud de Eduardo Frei Montalva cuando lo intervenía junto
a su equipo de médicos y enfermeras del Ejército y de la DINA y que
fue, finalmente, procesado como autor del asesinato de Eduardo Frei
Montalva por el ministro Madrid.
En definitiva, ¿qué sabe Patricio Silva Garín de Patricio Rojas, para
que éste realice tan peculiar defensa de una persona con ese
prontuario?
Como decía Eduardo Frei Montalva, la verdad tiene su hora. Los caraduras también tienen su hora de la verdad.
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