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viernes, 19 de diciembre de 2014

¿Qué les pasa a los diputados que nos quieren dejar sin feriados? Conozca las razones para suprimir cuatro festividades

Por Equipo Cambio21
Dicen que es por el bienestar de los trabajadores y que se compensarían con más vacaciones legales. Lo cierto es que son millones los que dejarían de tener cuatro días de descanso en medio de la una semana laboral.
orpresa, sí, pero más molestia, en realidad, provocó el resurgimiento de esta noticia. En 2013 los diputados Osvaldo Andrade (PS)  y Tucapel Jiménez (PPD), ambos pertenecientes a la comisión de Trabajo, presentaron un proyecto que hoy vuelve a ser discutido sobre la idea de eliminar cuatro feriados del calendario, tres de ellos religiosos.

En total son 15 los feriados legales que considera nuestro país. Días libres que permiten tener un descanso en medio de la semana laboral. Sin embargo, bajo la vista de los diputados antes mencionados, la existencia de estos debe ser reconsiderada, pensando que cada uno de ellos celebra o conmemora una fecha o suceso en particular, pero cuando es trasladado de día (como de un jueves a un viernes) su existencia pierde sentido. Los días en "juicio" son tres festivos religiosas: el 29 de junio (San Pedro y San Pablo), el 15 de agosto (Asunción de la Virgen) y el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción); además del feriado civil el 12 de octubre (Día de la Raza).

Por ello, los parlamentarios plantean que, en vez de tener días festivos no en la fecha correspondiente, estos sean eliminados de la legislación y sean agregados a la cantidad de días que a los trabajadores, públicos y privados, les corresponden de vacaciones. La idea se reafirma, para Andrade, en consideración de que Chile pasa por una baja en el crecimiento y que es necesario aumentar la producción.

Calendario flexible

Desde la comisión de Trabajo, uno de los legisladores que apoya el proyecto, Pedro Browne (Amplitud), explica que no se trata de "eliminar" días libres, sino que "agregar cinco días más de vacaciones, se cambia de 15 días hábiles de descanso a 20 en el año". Aunque también reconoce que la idea tiene falencias; la principal es cómo afectaría a los trabajadores a honorarios, quienes no tienen vacaciones definidas.

"Hay que ver cómo regularlo, porque evidentemente hay personas que tienen contrato permanente, pero que al final no tienen vacaciones, pero eso tiene que ver con una deformación y un mal uso de los honorarios. Falta un punto de fiscalización. No podemos legislar por un mal, tenemos que corregirlo y no fomentarlo", adelantó a Cambio21.

De todas formas, el parlamentario puntualiza que el proyecto se explica con "la comparación con los países de la OCDE, que tienen en promedio 21 días de vacaciones, en Chile hay 15; por otro lado tienen 12 feriados al año y en Chile 16. Estamos con un exceso de feriados y con un déficit de vacaciones con respecto al resto del mundo".

"Hay varias ventajas, primero que es más flexible, lo que permite que sea el trabajador quien decide cuándo descansa  y no se le impone un día. Por otra parte, para el empleador también hay un beneficio, porque cuando hay feriado paraliza la producción de la empresa, versus cuando hay vacaciones, en que la producción continua, como pasa en enero y febrero, que es cuando la gente suele tomar sus vacaciones", agrega Browne.
Según autoridades, fue cerca de un millón de personas las que llegaron hasta el Santuario de Lo Vasquez, el último 8 de diciembre.

"No se restringe que quienes profesan esa fe puedan celebrar como corresponde, porque se pueden tomar ese feriado tal y como se establece en estos cinco dais adicionales. Si alguien quisiera participar y se le quita el feriado, puede tomárselo con uno de estos días adicionales. También hemos visto que sería importante presentar una indicación, aprovechar esta oportunidad para definir con las distintas iglesias y credos (...) cuales son las fechas relevantes para ellos y que no son feriado legal. De esa manera, podríamos establecer dos fechas por cada una y así quien profese esa fe pueda optar por ese feriado", concluye.


Pérdida de tiempo

En la misma comisión , el diputado y expresidente de la UDI Patricio Melero considera un despropósito la ambición de eliminar los feriados pensando en mejorar temas laborales a los trabajadores. "Si el propósito es aumentar los días de vacaciones, entonces planteémoslo como objetivo", alega agregando que "no es necesario innovar".

"Pretender canjear feriados religiosos fuertemente arraigados en una mayoría de la sociedad por más días de vacaciones significa privar a millones de trabajadores chilenos de poder, en esos días, honrar su fe y desarrollar su espiritualidad en comunidad. Si no son feriados no lo van a poder hacer. Prueba de ello es lo que ocurre cada 8 de diciembre en cada peregrinación", dice Melero.

Sobre la comparación que se hace con países OCDE para explicar la medida, el diputado opina que, que a diferencia de ellos, "con Productos Internos Brutos de sobre U$ 40 mil, con altas productividades, pueden tener más días feriados, pero tal y como hizo ver la iglesia, pueden haber más feriados, pero va de la manos con más y mejores salarios".

¿Y qué dice la iglesia?

La Iglesia (afectada colateral), por medio de un comunicado manifestó estar de acuerdo en que se legisle a favor de mejorar el bienestar de los trabajadores, pero se opuso tajantemente a la supresión de los feriados. Estas celebraciones ya son parte de la cultura chilena, lo cual atentaría en contra de los fieles que cada año se congregan en estas celebraciones, explicaron.

"Creemos que tocar esas fiestas ocasiona, en primer lugar, un daño cultural importante, porque estas tradiciones de religiosidad popular alcanzan, en el pueblo chileno, incluso, mucho más allá de quienes profesan la fe católica", señaló el vicario de los Trabajadores, padre Andrés Moro.


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