Una
extraña situación se comienza a vivir desde hace algunos días y es
cíclica, toda vez que aunque pase el tiempo, aumente el saber y se
desarrolle el conocimiento, en cada fin de año algo nubla el raciocinio y
se relega por algunos días la lucha por un mañana y una sociedad mejor.
Disminuye
o simplemente se hace inexistente la acción sindical, la solidaridad y
los análisis se pierden inexplicablemente, y hace su entrada en escena
el señor Consumo.
Si
compañeras y compañeros, el señor Consumo se instala en las
conciencias, se transforma en el centro del accionar de la mayoría.
Vestido
de viejecillo alegre y bonachón, con su traje de rojo y una voz
aguardentosa, nos invita a comprar tal o cual producto, dándonos de paso
la certeza de que si lo seguimos sus consejos tendremos por resultado
la alegría y satisfacción de quienes son los receptores de nuestros
obsequios.
Es
y continuará siendo así por que parecemos incapaces de situar las cosas
en el lugar que corresponde, ya que por mas que argumentamos en contra
de lo que el modelo define como el “espíritu navideño” finalmente
sucumbimos a la avalancha y vamos por ahí a comprar alguna cosita y
dejamos de hacer lo que es prioritario.
Y
es que este es el punto en definitiva. Nadie dice que no se regale si
se quiere, se puede y se siente -para lo que no debiera haber fecha
preestablecida- lo que no debe suceder es que se transforme en un
ejercicio mecánico de dar y recibir.
La
lucha contra el modelo no tiene pausas, por que los dueños del sistema
no la dan. Cada fecha que aparece como significativa, la mal usan con
nuestra anuencia.
Ellos incentivan el consumo y por ende el endeudamiento.
Así,
mientras en este tiempo nos muestran trineos con renos, pinitos y
viejos pascueros deshidratados, nos idiotizan hasta el extremo de
hacernos comprar lo que les interesa vender, al mismo tiempo que nos van
haciendo mierda con extensas jornadas de trabajo, respuestas negativas a
las demandas, maltrato y hostigamiento permanente.
Y
si exiges respeto te ponen ante los ojos la carta de despido, caes en
las listas negras y adiós regalos de navidad y/o celebraciones de
cualquier tipo. El miedo a las carencias, de no responder a lo que han
establecido como compromiso social, anula cualquier reacción.
En
este circulo vicioso estamos girando desde hace mucho, mucho tiempo y
salir de el nos va a costar mucho tiempo. Pero hay que comenzar a
intentarlo de una buena vez.
Por
eso en esta fecha o en otras de similar significado, celebre como le
nazca pero sin que lo material tenga una preponderancia fundamental.
No
olvide ni por un momento que hay otros, muchos mas de los que usted
imagina, que vivirán este día como todos los días, sin posibilidad de
comprar cualquier cosa que les permitiera al menos preparar una comida
distinta -y esto si es que tienen para comer.
No
siga comprando el mensajito de endeudarse con precio contado y el pago
de la primera cuota en 3 o 4 meses más. Cualquiera sea la propuesta
siempre será una deuda y mientras mas se abulte ésta, menor será la
posibilidad de dignificarse.
Por
último y si es sindicalizado rompa con la desafortunada costumbre de
invertir los dineros de la organización en paquetes de mercaderías o
tarjetas de supermercados. Esa es una obligación de la patronal, un
derecho que se demanda en la negociación colectiva, como los son también
regalos para los hijos pequeños y el paseo de fin de año.
Cuestiones tan simples como estas son las que van dignificando a los trabajadores.
La
huelga que por 8 días llevaron adelante los trabajadores de Wallmart o
Supermercados Lider como también se les conoce y el abrupto termino de
la misma, ha vuelto a poner en la discusión una serie de elementos que
nosotros consideramos como vitales, cuando se trata de confrontar al
capital.
Hacemos
el análisis dejando en claro que no calificamos el actuar de los
valientes trabajadores y trabajadoras que se enfrentaron contra esta
transnacional del abuso a los derechos laborales, ni tampoco actitudes
que fueran propias de una sola agrupación sindical. Sin embrago son
temas que deben ponerse en discusión, ante el riesgo cierto que dichas
actuaciones sigan reproduciéndose en las organizaciones.
Se
habla de muchas decenas de millones pagados a quien o quienes
asesoraron a los dirigentes durante la negociación colectiva. Es
inaudito que, existiendo organizaciones de mayor grado a las que se paga
cotizaciones, los trabajadores deban desembolsar dineros para pagar a
quienes tienen la obligación de apoyar a los dirigentes de base en
cuestiones como estas.
¿Para
que existen entonces las Federaciones , Confederaciones y Centrales
Sindicales a las que los trabajadores pagan mensualmente una
cotización?.
¿Para
que existen las horas sindicales, si no es para que se preparen los
dirigentes en la defensa de las demandas de sus asociados, horas
sindicales que en muchas ocasiones son pagadas con las mismas
cotizaciones de los trabajadores?.
No
resulta comprensible que los dirigentes sindicales de una organización
hayan resuelto “una tregua” con su empleador, como tampoco se entiende
que se utilice el argumento de que la empresa hay anunciado un posible
cierre o el no pago de anticipos para dar por terminada la huelga. ¿ O
es que acaso los trabajadores no fueron informados de las posibles
represalias del patrón, de hacerse efectiva la huelga?.
La
lucha de los trabajadores debe ser vista como una confrontación sin
pausas, un movimiento constante las 24 horas del día, una pelea a la que
se llega con fondos de resistencia suficientes como para cubrir muchos
días de huelga, una amplia red de solidaridad y un sinfín de acciones
previstas, destinadas a doblar la mano del explotador. Incluso se debe
tener considerada la posibilidad del fracaso, pero todo analizado y
visualizado con anterioridad al inicio de la huelga. Y en el caso
extremo de tener que resolver sobre la marcha, deben tenerse previstos
los mecanismos que permitan la participación DE TODOS LOS HUELGUISTAS en
la toma de decisiones.
Lo
sucedido en la Huelga de Supermercados Lider no es algo inusual, se
produce con regularidad en muchos procesos de negociación colectiva y
seguirá pasando, mientras los involucrados dejen en manos de otros toda
la decisión sobre sus procesos.
Culpa de los trabajadores que delegan en exceso sin asumir su rol como participes activos.
Culpa
de los dirigentes de base que rinden culto a gurús indiferentes a la
cuestión de fondo y que solo están preocupados del monto del bono de
termino pues de allí son sacados sus excesivos honorarios.
Culpa
de las organizaciones de mayor grado que han puesto todas las fichas en
quienes legislan, convencidos que es por la vía del consenso y el
dialogo de sordos, que las demandas de los asalariados serán
satisfechas.
El
capital no dejará de jugar su rol perverso y está en nosotros, los
afectados por sus decisiones, tomar de una vez por todas la dirección de
nuestras luchas. Basta de alimentar con nuestra sangre a las alimañas
que se han enquistado en el cuerpo de la organización.
MANUEL AHUMADA LILLO
Presidente C.G.T. CHILE
El problema es cierto y es aun más grave: no solo hay tregua en navidad, la hay en enero y febrero, la hay para semana santa, el 18, etc. Pero también las izquierdas hacen lo suyo, con el culto a nuestr*s caíd*s: demasiado aniversario, velatón, romería, mucha villa grimaldi y mucha charla en le monde diplomatique, mucho lanzamiento de libros del lamento por lo sucedido, pero poco trabajo de base. Algo pasa a nivel de las emociones, ya que no es el "racioninio" lo que nos gobierna.
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