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viernes, 26 de marzo de 2010

“Llegó la hora de hacer Verdad y Justicia”



Por: Marcos Rodríguez González, AFDD/ARI

Con la participación de los familiares directos, fueron retirados los restos de los mártires de Lonquen, asesinados por la dictadura del general Augusto Pinochet Ugarte y de orden del instituto medico legal, hasta el lugar llegaron las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, ambas encabezadas por sus presidentas. En el lugar estaba presente el padre Jose Aldunate Lyon ¿Qué es para usted estar presente hoy para la entrega de estas osamentas en el instituto Medico Legal? Yo no solamente, la entrega de los familiares sino su identificación, recuperan ese nombre que recibieron cuando niños; y que se les quitó cuando se les echó en una tumba; se les devuelve sus nombres, sus apellidos, sus dignidades y se devuelve a su familia, y esto es muy impresionante, es un hecho lleno de significación y que nos dice que después de tantos años, la justicia tardó pero ha llegado, en estos casos, yo estuve esperándolos por muchos años y este momento llegó. ¿Qué es para usted ser el invitado privilegiado para recibir a estos mártires de Lonquén? Bueno yo estuve esperando a ellos mismos, hace 37 años en la iglesia de San Francisco, cuando se les negó la llegada hasta la iglesia y se les arrojó a una fosa común, esa espera ahora se ve reparado, con el privilegio de poder bendecirlos aquí mismo; en la plaza y el domingo también estaré en sus funerales.

En el acto se saludó a todos los presentes, que estaban en la plazoleta de Avenida La Paz; y se leyó una pequeña reseña de lo sucedido en Lonquén.

El 7 de octubre de 1973, en la localidad de isla de Maipo, se ensombreció con la detención y desaparición de Sergio Maureira Lillo y sus 4 hijos: Rodolfo Antonio , Sergio Miguel, Segundo Armando, José Manuel también de Óscar Hernández Flores y sus hermanos Carlos y Nelson de Enrique Astudillo Alvarez y sus 2 hijos Omar y Ramón; y los 4 jóvenes Miguel Bran ,Iván Ordoñez ,Jose Herrera y Manuel Navarro, sus edades eran entre los 17 y 51 años y 5 años después 1978 marcó un hito en nuestra historia en los Hornos de Lonquén, son encontradas partes de las osamentas de las víctimas, significando que por primera vez ante la innegable evidencia, se reconociera los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura militar. Hoy estamos aquí, concluyendo la primera parte de un proceso que ha significado un largo camino en la búsqueda de la verdad y la justicia durante 4 años. El Servicio Medico Legal ha trabajado en conjunto con el laboratorio de la universidad de Texas, en la identificación por medio del ADN de estas 15 personas, logrando resultados positivos en 13 de ellas.

Por su parte el director del Instituto Medico Legal, Patricio Bustos, dijo ante los presentes compañeros y compañeras y amigos y amigas; “este es un momento muy importante haber contado con los recursos; y estos profesionales y el apoyo de laboratorios extranjeros, es un triunfo de la ciencia y la tecnología, a favor de la justicia, pero también es un triunfo de la verdad y de la historia de aquella historia que escriben los pueblos, de aquella historia verdadera; no de aquella historia que nos hablan de pacificación de la Araucanía o de aquella historia de que nos hablan de extrañas muertes de jóvenes en Villa Francia, es la historia de la verdad, es la historia que se escribe sin pasar rapidito algunas paginas, porque nos avergonzamos, es la historia que no arranca algunas hojas para ocultar lo que realmente ocurrió, es el triunfo de los familiares, es un logro de nuestro servicio como fue y como tenía que ser siempre. Estamos doblando la historia de aquellos que hablaban de presuntos desaparecidos, estamos escribiendo una historia en la que se reconoce una historia, en la que se reconoce que fueron secuestrados, asesinados, ocultados, escamoteados. Para ocultar la verdad y estamos aquí torciéndoles la mano a esa historia de crímenes y falsedades, es por eso que los servicios públicos, nos pongamos al servicio de quien corresponda.

Que son ustedes y todos los que estamos aquí, no olvidemos nunca lo que aquí ha ocurrido; y no podemos, porque dejaríamos de cumplir nuestro deber institucional, repito nuestro lema de poner la ciencia y la tecnología al servicio de la justicia, de la ética y de la verdad, y ahora damos la cara junto a ustedes aquí, esta la verdad para hacer justicia y ahora otros tienen la palabra”.

Despide Emilio Astudillo, denunciando que se les quería impedir el paso por la Alameda, con las carrozas de nuestros muertos, pero igual pasaremos.


































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