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miércoles, 9 de mayo de 2012

Ministerio Evangélico Misionero

Santiago, 08 de mayo de 2012
Federación de Entidades Religiosas de Chile FERCHILE
CARTA ABIERTA A LA CIUDADANÍA
 “Cuando abundan los justos, el pueblo se regocija, Cuando gobierna el impío, el pueblo gime” Prov. 29:2
Con profunda preocupación por el “avance” de la Agenda Gay y gran decepción con el gobierno del presidente Piñera por la aprobación en el día de hoy del proyecto de ley contra la discriminación en la cámara de diputados conforme al informe evacuado de la Comisión Mixta, el cual a todas luces adolece de graves vicios, tanto de forma como de fondo y, peor aún, incurre en una grave inconstitucionalidad, lo que hemos venido denunciando desde hace mucho por todos los medios a nuestro alcance e incluso hemos dado a conocer e ilustrando al respecto tanto al gobierno como a los mismos legisladores, lo que hoy claramente fue desestimado, no por fundamentos jurídicos impropios sino más bien por ideologismos y ordenes de partido que llevaron a aprobar la iniciativa con 90 votos a favor, 16 en contra y 3 abstenciones y aunque aún tiene que ser visado por los senadores en los próximos días, todo parece indicar que dicho proyecto se encuentra ad-portas de convertirse en ley de la república, situación que mantienen al Pueblo Evangélico de Chile en estado de alerta máxima.
No podemos esconder que existe una gran decepción en el Pueblo Evangélico con el actual gobierno ya que en tiempos de campaña, el candidato y actual presidente de la República, se había comprometido a defender y fortalecer la Familia en sus “30 Compromisos con el Mundo Evangélico”, sin embargo, no sólo no ha cumplido con ellos sino que ha jugado un papel determinante, junto a los medios de comunicaciones masivos bajo el dominio del lobby homosexual, en las “conquista del Power Gay”. Cabe recordar que fue el mismo presidente Piñera, de suyo propio y a título de nada, quien promovió el AVP (Acuerdo de Vida en Común) para lo cual citó a todos los grupos homosexuales en el mismísimo palacio de gobierno para darles a conocer dicho proyecto y evidenciarles su ”apoyo” a los nuevos tipos de “familia” y tras lo cual festinó junto a ellos, quienes besándose en el mismo lugar, saludaron la “brillante” iniciativa del ejecutivo. En la tramitación del proyecto contra la discriminación por su parte, la actitud del ejecutivo no ha sido distinta y el rol jugado, especialmente por el ministro Andrés Chadwick, fue tan determinante que una vez aprobado dicho proyecto en la Comisión Mixta, éste manifestó por twitter su total complacencia, al igual que lo hicieran los grupos homosexuales. Lo propio ha sucedido en el día de hoy.
Fundamental resulta decir que durante 20 años de gobierno de la Concertación y la izquierda, la Agenda Gay no tuvo prácticamente ningún logro; que durante el gobierno de Lagos, en el 2005, cuando se presentó dicho proyecto, y a pesar de su aprobación en la cámara de diputados, el mismo no tuvo ningún logro sustancial por más de 7 años. Ha sido en el actual gobierno de derecha, el que todos presuponíamos que se velaría por la Familia y los Valores más fundamentales de la nación, que la Agenda Gay ha obtenido sus máximos “logros…” un verdadero salto a la total desmoralización y descomposición social, un salto sin retorno al vacio. Pareciera que al gobierno no le importa en lo absoluto el más bajo índice de aprobación obtenido en las últimas encuestas, el que claramente y para desgracia nuestra, ha de seguir en descenso, pero si le importa lo puramente mediático al punto de reaccionar visceralmente cuando revistas y periódicos internacionales hablan de la incapacidad e ineptitud del ejecutivo por su falta de sintonía con la sociedad civil y en vez de dar cuenta de la crítica y hacer las correcciones pertinentes, el gobierno persevera en una conducta errática, especialmente en el manejo de los llamados temas valóricos, en dónde lejos de oír lo que manifiesta una parte importante de la ciudadanía que se reconoce como cristiana, el ministro Chadwick, obtusamente rehúsa escuchar al mundo evangélico y veta y prohíbe a los parlamentarios de gobierno reuniones con nosotros instruyéndoles y casi “ordenándoles” que deben apoyar y aprobar la nefasta ley contra la discriminación (saludamos y bendecimos por su gran valentía a los 16 diputados que votaron en contra de tan inmoral proyecto a pesar de la fuerte presión del gobierno), sólo hace prever que el actual gobierno no será más que un muy mal paréntesis entre los gobiernos de la concertación.
Con tales prácticas del gobierno y sus personeros no hacen más que demostrar que las afirmaciones publicadas en días pasados, tanto en el “New York  Times” como en el “Economist” adquieren mayor contenido y realidad, ya que a nuestros gobernantes pareciera que ni siquiera pueden percibir que con promover y patrocinar la perversa Agenda Gay, que no beneficiaría a más del 1% de la población nacional, no les acarreará ningún beneficio, ni político, ni mediático ni mucho menos electoral; por el contrario, con tal actitud no lograrán siquiera ese mínimo porcentaje de adhesión en futuras elecciones ya que los autores y promotores del “Power Gay” son todos de izquierda y sólo están preparando el camino para un peligroso nuevo gobierno socialista; para mayor dramatismo aún, el ejecutivo tampoco parece perciben que con esa postura liberal y pseudo “progresista” están literalmente repudiando a más del 25% de la población que nos declaramos evangélicos y echando al bote de basura más de un millón de votos, que en la elección presidencial pasada fueron clave para el triunfo del actual gobierno.
El brutal asesinato de Zamudio por un grupo de delincuentes habituales y aprovechado al máximo para un gran montaje comunicacional del movilh responsabilizando a supuestos grupos neo-nazis, lo que ha probado ser a estas alturas una farsa absoluta, llevó al mediático gobierno a dar suma urgencia y discusión inmediata a un proyecto de ley nefasto sólo por aparecer “sensible” y en sintonía con la ciudadanía, y tal vez aprovechar de subir un par de puntos en las encuestas de popularidad (lo que desde ayer quedó muy claro, jamás sucedió), lo cual no hace más que ratificar lo errático y pobre conducción política de nuestra nación.
Incomprensible también resulta que Hernán Larraín, senador UDI y presidente de la Comisión Mixta, invitara a 7 organizaciones pro homosexuales a las cuales les otorgó todo el tiempo y facilidades para exponer sus aberrantes argumentos y en cambio, invitó sólo a 3 organizaciones en favor de la Familia y el Orden Natural, a los que sólo les permitió exponer y argumentar en un muy reducido tiempo y de manera muy restrictiva los reparos a tal iniciativa, de hecho, no dejó que un especialista venido desde el extranjero expusiera de la realidad de las otras naciones que han seguido tal camino de disolución (tan lamentable fue el poco tiempo que se dispuso para exponer contra dicha iniciativa como lamentable fue que en representación del pueblo evangélico expusiera alguien totalmente ajeno a la lucha que se ha dado por años en contra de tal iniciativa y aunque pueda ser reconocida su experiencia académica y tal vez filosófica, era muy necesario que en aquella instancia se apuntara a lo esencial y central de tal iniciativa y no incurrir en una verdadera discusión bizantina, que para los libros puede estar bien pero no para la coyuntura que se desarrollaba. Sencillamente lamentable).
Tan paradójico como curioso e incomprensible que el gobierno de Piñera sea el principal impulsor de la Agenda Gay en Chile es que dos miembros del gremialismo: Andrés Chadwick, actual ministro y vocero de gobierno y Hernán Larraín, senador de la república, ambos personeros de primera línea de la UDI, hayan sido tan serviles a las pretensiones homosexuales y personajes claves en la eventual promulgación como ley de la república de tan espuria iniciativa, y al parecer sus esfuerzos apuntan a que dicha ley sea parte de los anuncios y cuenta pública del presidente el próximo 21 de mayo. Claramente estos sucesos nos debe llevar, como Pueblo Evangélico, a la más exhaustiva y profunda reflexión y revisión de quienes dicen representar “los valores” de la cultura judeo-cristiana auto designándose como cristianos de quienes realmente lo son y actúan conforme a ello. El Pueblo Evangélico de Chile debe saber dar cuenta de la nueva realidad. Ciertamente hay parlamentarios que han estado inequívocamente y sin vacilar junto a nosotros en ésta resistencia a la inmoralidad y ellos son de diferentes sectores políticos: sabemos quiénes son y así lo daremos a conocer en el momento oportuno a nuestras congregaciones así como también haremos lo propio con quienes han traicionado nuestra confianza y han terminado por rendirse ante el lobby y poder homosexual.
La verdad es que de los socialistas, pepedés o comunistas nada esperábamos, pues la Agenda Gay tiene su origen justamente en ellos, sin embargo, si esperábamos que quienes ostentan el calificativo de cristianos al menos honraran dicho nombre, y aunque hay un par de ellos que sí lo han hecho y los conocemos muy bien, la mayoría de ellos renunció a sus más básicos fundamentos e ideas inspiradora. Qué decir del importante sector liberal de RN encabezado por Lily Pérez y Carla Rubilar y, lamentablemente también hoy, un gran sector del gremialismo que cedió a las presiones del gobierno y del ministro Chadwick por sobre sus propias convicciones; sin duda los tendremos muy presente en las próximas elecciones.
Definitivamente ha llegado la hora en que el Pueblo de Dios asuma la necesidad y responsabilidad que hombres y mujeres de Dios, llenos del Espíritu Santo, con buen testimonio y sujetos a autoridad y bajo cobertura, sean reconocidos y levantados por la Iglesia de Jesucristo en su conjunto para asumir la defensa de la Vida, la Fe y la Familia desde los escaños del parlamento y libres de cualquier ideologismo o instrucciones partidarias. Si los evangélicos en Chile somos tres millones de personas y actualmente con el voto voluntario, tenemos todo para que en las próximas elecciones parlamentarias de 2013, unidos como un solo pueblo, podamos elegir 4 ó 5 diputados y uno o dos senadores. Si hoy tuviéramos eso, no estaríamos viviendo y/o sufriendo la persecución que se ha desatado sobre el Pueblo de Dios y obviamente no estaríamos llorando sobre la leche derramada. Sabemos que en nuestras filas e iglesias tenemos hermanos con la preparación e idoneidad para asumir tales desafíos, sólo se requiere que la Iglesia Evangélica de Chile esté unida, al menos a éste respecto, y actúe como un solo hombre para legislar conforme a los principios escriturales y los valores fundamentales de la tradición judeo-cristiana, de otro modo, nos tendremos que acostumbrar a ver y saber de multas, pastores y predicadores presos, de iglesias cerradas y de una descarada y abierta persecución en contra de los evangélicos fieles a la Palabra de Dios.
Dios les guarde y bendiga nuestra Nación.
Atte.
Pastor José Lema T.
Pdte. Federación de Entidades Religiosas de Chile  FERCHILE
En defensa de la Fe, la Vida y la Familia

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