por ciudadinvisible.cl
//Cabañas antes de desmantelamiento. Foto Rens Veninga.
El pasado viernes se confirmó el desmantelamiento de las llamadas
Cabañas de Santo Domingo, ubicadas en el sector de la playa Marbella,
lugar que durante la dictadura -entre 1974 y 1975- fue utilizado como
centro de detención, tortura y exterminio, así como de formación de los
agentes de la DINA.
Antes del golpe de Estado, este era un centro de veraneo
perteneciente a la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, pasando
posteriormente por la fuerza a manos de los militares. “Me parece una
falta de respeto, una provocación abierta hacia las agrupaciones de
derechos humanos”, dijo al Canal 2 de San Antonio una de las
sobrevivientes del lugar, Ana Becerra,
quien atribuye el hecho a todo lo que se ha conocido últimamente del
recinto gracias al libro “El despertar de los Cuervos”, del periodista
Javier Rebolledo. “De este centro de tortura deben haber salido más
menos entre 15 y 20 prisioneros, no hay más gente que salió viva”,
aseguró Becerra.
Además de la evidencia innegable del desmantelamiento del campamento
-que sirvió paralelamente de escuela de tortura y exterminio para los
agentes de la DINA- el hecho trascendió también de una forma brutal, al
conocerse a través de la televisión e Internet un aviso junto a un
número de teléfono que informaba que ”Se regala leña de demolición,
presto camión solo se necesita gente para cargar” y otro que decía
“Vendo pisos y paneles de madera muy barato”.
“El alcalde de Santo Domingo (Fernando Rodríguez Larraín) quiere
borrar por completo el sitio de la memoria, no olvidemos que su padre
declaró hijo ilustre a Pinochet”, nos recuerda Ana Becerra. Los ex
presos no descartan acciones legales, pues su intención era mantener el
lugar como un monumento a la memoria.
A Javier Rebolledo, autor del mencionado libro donde se da a conocer
la historia tanto de este centro de la DINA como de Tejas Verdes,
le llama la atención que el desmantelamiento ocurra después de la
aparición del “El Despertar de los Cuervos” y “sabiendo el Ejército que
este lugar fue el centro de formación de agentes de la DINA”. “Ya que
está así establecido en la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación.
Entonces no es por ignorancia, sino algo deliberado”, cree el autor.
Revise aquí el video donde Ana Becerra pide ayuda para la conservación del lugar.


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