Una intensa jornada de actividades se realizaron en la Quinta Región con motivo de la conmemoración de los 49 años trascurridos desde el golpe de estado de 1973.
En el Cementerio Santa Inés de la ciudad de Viña del Mar alrededor de trescientas personas acudieron hasta la tumba de la familia Grove, donde fue sepultado casi en forma clandestina el cuerpo del presidente Salvador Allende, permaneciendo allí sin ninguna placa que señalara su presencia en dicha tumba hasta el año 1990, cuando fue trasladado al Cementerio General de Santiago.
Este lugar fue siempre el epicentro de las conmemoraciones del 11 de septiembre en la Quinta Región y hasta el día de hoy sigue siendo un sitio de memoria donde las compañeras y compañeros acuden todos los 11 de septiembre para realizar actos en homenaje al compañero presidente.
A las 11 horas se desarrollaron dos actos simultáneos en el Cementerio Santa Inés, uno frente a la tumba de la familia Grove y otro en el Memorial del Partido Socialista ubicado a unos cien metros de distancia, lugares donde numerosos compañeros y compañeras integrantes de organizaciones sociales, de derechos humanos y militantes de partidos políticos, hicieron uso de la palabra para expresar las motivaciones que los llevan a seguir adelante en estas actividades de homenaje popular y memoria activa.
Mientras tanto, en Valparaíso, las porteñas y porteños se congregaron a esa misma hora en la Plaza Victoria para marchar desde allí hasta la Plaza Del Pueblo Salvador Allende, lugar en el que se realizó el primero de los actos de homenaje, puesto que desde ese lugar las y los manifestantes marcharon hasta el Memorial de las Ejecutadas y Ejecutados Políticos, las Detenidas Desaparecidas y los Detenidos Desaparecidos, ubicado en el bandejón central de Avenida Brasil, para efectuar un nuevo acto de homenaje y memoria.
La jornada continuó con dos Ollas Comunes Solidarias, una en la ex cárcel de Valparaíso y la otra en el sitio de memoria de la tercera comisaría del cerro Barón, organizada por la COMI (Comunidad Memoria e Integración), en una jornada denominada “Encuentro por las Memorias y la Vida Digna” donde las compañeras y compañeros que acudieron a dichos lugares pudieron compartir e intercambiar ideas de forma fraterna.
La jornada estuvo cruzada por muchas emociones, pero sin duda alguna uno de los momentos a destacar fue la proyección del documental “Acuérdense Ustedes de Mí, Siempre”, realizado por la Colectiva Arrebol, en homenaje a la combatiente del MIR Paulina Aguirre Tobar, asesinada por los aparatos represivos de la dictadura el 29 de marzo de 1985 cuando tenía 20 años de edad, el mismo día en que fueron asesinados los hermanos Vergara Toledo, también luchadores populares y militantes del MIR.
Con posterioridad a la proyección del documental se efectuó un Conversatorio donde estuvo presente el compañero Luis Aguirre, padre de Paulina, también ex militante y ex combatiente del MIR.
Una de las integrantes de la Colectiva Arrebol, autoras del documental, expresó que “nunca dimensionamos el impacto y lo que iba a significar para cada una de nosotras el realizar este documental. Compartir con el compañero Luis durante muchas jornadas, donde lloramos juntos, reímos juntos, en varias partes del rodaje, emocionándonos mucho en más de una ocasión. Cuando terminábamos una jornada de registro del documental conversábamos en la colectiva entre nosotras sobre lo que pasaba, lo que sentíamos cuando estábamos ahí y siempre sentimos que no estuvimos solas, siempre sentimos a alguien más con nosotras. Estamos muy contentas con el resultado y este documental lo hicimos con mucho respeto y con mucho amor, para mostrar al mismo tiempo la presencia de mujeres que combatieron decididamente a la dictadura, puesto que consideramos que la participación de una gran cantidad de luchadoras en contra de la dictadura todavía sigue bastante invisibilizada.”
Por su parte, Luis Aguirre agradeció el trabajo llevado adelante por las compañeras de la Colectiva Arrebol, manifestando:
“Mi hija Paulina siempre está presente en las manifestaciones y luchas callejeras, nuevas generaciones llevan su imagen y marchan con ella. Estoy encantado de poder haber visto este documental con ustedes y con esta gran presencia de jóvenes. A pesar que ya lo había visto, me emocioné igualmente como si lo estuviera viendo por primera vez. Soy un ser humano que puede llorar, reír, tratando de vivir una vida normal en este país de tanta injusticia, de tanta indignidad, de tanto atropello, de tanto abuso. Por eso estoy muy contento de ver aquí tantos jóvenes, que son la vanguardia de las luchas de hoy día y son los que salieron como una explosión a luchar el 18 de octubre del 2019. La explosión popular no fue por los treinta pesos, sino por tantos años de abuso, de injusticia, que se acumularon por décadas. A pesar de esto nada ha cambiado, pero seguimos dispuesto a continuar luchando (…)
Tengo mucha fe para el futuro, porque cuando la gente vea que todo sigue igual y nada va a cambiar, la gente nuevamente se va a rebelar. No sé a qué va a llevar eso, porque todavía no hay una unidad de la izquierda, todavía la izquierda no está organizada, entonces me temo que pueda dar el mismo resultado que dio la primera revuelta.
Los políticos ya se están poniendo de acuerdo, los diputados, los senadores, el presidente, con la derecha, quieren de nuevo hacer una cocina para poder seguir ganando tiempo. Ya ganaron tres años de tiempo y no tienen ningún problema en ganar otros dos o tres años más, mientras la gente está con problemas gravísimos de subsistencia con el alza del costo de la vida (…)
Quiero resaltar que en esa lucha contra la dictadura no fuimos solo hombres, hubo numerosísimas mujeres, cientos y miles de mujeres luchando contra la dictadura, con todas las formas de lucha, como ayudista, como simpatizante, como militante, como combatiente, no se pueden dejar de lado esto y ese es el mayor valor que tiene este documental…”
Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 11 de septiembre
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