Diversos informes forenses coinciden en que éste fue asesinado y no cometió suicidio.
Corte de Apelaciones pidió al juez Zepeda reabrir la investigación, según la agencia EFE.
La Justicia ordenó la exhumación del cadáver de José Tohá González, ex ministro del presidente Salvador Allende, quien no se habría suicidado en 1974, como afirmó entonces la dictadura de Augusto Pinochet, sino que fue asesinado, dijeron a la agencia EFE fuentes de la investigación.
Un estudio forense estableció que Tohá, que fue ministro de Defensa e Interior del presidente Allende, murió por "asfixia por estrangulamiento manual de naturaleza homicida" y no por suicidio por ahorcamiento como aseguró la dictadura.
Además de la exhumación del cadáver, la Justicia dispuso la recomposición del escenario de la muerte del político socialista chileno, ocurrida el 15 de marzo de 1974 en el Hospital Militar de Santiago.
Ambas pericias, además de otras 25 diligencias, fueron resueltas por la Corte de Apelaciones de Santiago, que ordenó al juez del caso, Jorge Zepeda, reabrir la investigación, que el magistrado había cerrado sin llevarlas a cabo.
La hija de la víctima, Carolina Tohá, presidenta del Partido por la Democracia (PPD), dijo a la agencia EFE que "hace tiempo venimos pidiendo estas diligencias con nuestro abogado Nelson Caucoto, que ahora el juez Jorge Zepeda debe realizar y que son muy importantes".
"Hay muchos elementos contundentes que demuestran que la versión oficial del suicidio es falsa y que fue un homicidio. Pero como familia también necesitamos saber quiénes son los responsables. Esperamos ahora tener acceso a nuevos testigos que nos ayuden a esclarecer la verdad", añadió.
Un informe forense realizado por el experto Luis Ravanal, basado en un estudio de la autopsia de Tohá, determinó que murió por "asfixia por estrangulamiento manual de naturaleza homicida".
Este informe coincide con otro que en 1974 hizo el médico criminalista de la Policía de Investigaciones Alfonso Chelén, primero en ver el cadáver de Tohá, quien también determinó que no hubo suicidio sino "muerte por estrangulamiento con participación de terceros", que le costó a Chelén su expulsión de la Policía civil.
Además la autopsia de José Tohá fue practicada en condiciones anormales, puesto que se realizó en el mismo hospital y no en el Servicio Médico Legal, como correspondía y donde existían las condiciones requeridas para ello.
Hasta ahora sólo se han establecido responsabilidades penales por las torturas aplicada a Tohá en la Academia de Guerra Aérea (AGA), por lo cual están procesados los ex coroneles de la Fuerza Aérea Ramón Cáceres y Sergio Contreras.
Según detalla la agencia EFE, una versión, hasta ahora no confirmada judicialmente, apunta a que en los días previos a la muerte de Tohá se habría realizado una reunión de algunos generales de Ejército en la que se habría decidido asesinarle.
El homicidio se habría encargado a dos conocidos oficiales de la DINA que actualmente cumplen condena por otros crímenes.
Uno de ellos lo habría estrangulado y luego habrían levantado el cadáver de la cama para colgarlo de la barra de un armario con un cinturón.
Las fotografías de esa escena, tomadas cuando el médico criminalista Alfonso Chelén vio el cuerpo sospechosamente instalado en el armario, también desaparecieron en la investigación realizada por la justicia militar.
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