Tal era el deseo del mono de no soltar ese manjar que conocía bien, que de esa cruel manera, quedaba voluntariamente atrapado, y a merced de su verdugo.
Esta imagen lejana de mis lecturas infantiles, se me apareció de pronto, como una síntesis, como la forma apropiada para dar cuenta del actual estado de descomposición en que se encuentra la otrora exitosa e invencible Concertación de Partidos Por la Democracia.
El pequeño orificio que dejó Pinochet para que los elegidos por ese pueblo que deseaba justicia y libertad, democracia en una palabra, fue el intocable sistema electoral llamado “binominal”. Esa puertecita, permitía el acceso al poder, no para transformarlo en favor de sus mandantes, sino que sólo para administrarlo, en favor de la oligarquía que ya necesitaba de nuevas formas para desarrollar sus proyectos de expansión económica como todos sabemos que ya ocurrió.
Lo que mantiene unido a la coalición del gobierno pasado, paradójicamente, es el sistema binominal. Autodisolverse, sería el suicidio, unidos es la única forma de enfrentarlo, sólo que no consigue la forma de retener a sus electores ni de ensayar otras formas, puesto que se desprendió de todo contenido, o más bien, fue funcional a la ideología que en un comienzo consideraba adversa.
El único proyecto visible de la Concertación es la reconquista del poder, su carta de triunfo es la señora Bachelet, y tal vez lo logre si se rompe la racha de suerte de Piñera y de su eventual seguro sucesor natural.
Para ser justos, no ha sido sólo suerte la del presidente, la Derecha ha sabido reaccionar con acierto en las eventualidades, y con sensatez en los conflictos que ha debido abordar. La Derecha no hace más que copiar el ejemplo de la exitosa perpetuación temporal en el poder de sus antecesores, una copia corregida ciertamente, que consiste en ceder en aspectos conservadores, pero lograr acuerdo en cuestiones liberales que son los que verdaderamente importan al nuevo orden burgués, es decir, pragmatismo liberal.
El gobierno de Piñera comienza a hacer concesiones (o al menos aparenta hacerlo) a viejas aspiraciones sociales que en el pasado vetó a la Concertación. Esa actitud manifestada en los proyectos que manda al parlamento, descoloca a la oposición, puesto que van amarradas a otras iniciativas de corte ideológico.
Antes la Derecha propiciaba no mezclar las cosas, “obligando” a la Concertación a traicionar su programa, vetándola cuando detectaba “intención ideológica”, ahora propicia lo contrario. Demás está decir que a la Concertación no le costaba mucho ceder a esas presiones.
Así pues tendremos, que proyectos anunciados como “reivindicativos” para los trabajadores, como lo es la protección mediante leyes de las condiciones de trabajo, tendrán el correlato de la “flexibilidad laboral”, asuntos como el pago de la deuda histórica a los profesores, tendrán el correlato de la “flexibilidad” en el Estatuto Docente, y así vendrán otros.
Los tiempos corren a favor de Piñera, las concesiones podrán hacerse ahora en “temas valóricos” que despertarán más de una queja en la UDI, pero sus intereses de clase tienen una escala, y el interés económico está en primera prioridad. Ni siquiera la sobrerrepresentación de la UDI en el poder legislativo es determinante, la UDI aparenta ser la defensora del conservadurismo, pero realmente es absolutamente liberal en temas económicos
El pueblo que en el fondo es víctima del nuevo orden neoliberal que le muestra desde las vitrinas acceso al paraíso como consumidor, pero que en la fábrica o en las grandes tiendas practica el control y abuso cuando está en su rol de trabajador, no tiene más despertar, no tiene más que sacudirse. Y cualquier alianza que pretenda representar a ese pueblo, tiene que tener un proyecto con contenido ideológico, que constituya un antipoder al orden burgués, o al menos que sea un instrumento creíble para defender a los trabajadores del empecinamiento del gobierno de los empresarios por intensificar el neoliberalismo.
erredintrans@yahoo.es
http://blogdintrans.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario