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viernes, 23 de marzo de 2012

Adolfo Soldan Coñuecar volvía de su trabajo cuando fue atacado

Denuncian “feroz golpiza” de Fuerzas Especiales a modesto soldador de Coyhaique


“Me agarraron entre cuatro y sin provocación alguna comenzaron a pegarme, tirándome al suelo, donde la golpiza continuó”, relata entre lágrimas de impotencia este patagón que aún no puede comprender lo que le está pasando.


por El Mostrador


A través de un correo electrónico, Adolfo Soldan Coñuecar, modesto soldador de Coyhaique, denunció haber recibido una “feroz golpiza” por parte de efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros.
Según su testimonio, volvía de su trabajo cuando fue sorprendido por un piquete de efectivos policiales que perseguían a manifestantes durante la jornada de protesta que por segundo día se vivió el 22 de marzo.
“Me agarraron entre cuatro y sin provocación alguna comenzaron a pegarme, tirándome al suelo, donde la golpiza continuó”, relata entre lágrimas de impotencia este patagón que aún no puede comprender lo que le está pasando.


“Luego de esto —continúa su relato— me arrastraron, en medio de insultos, hasta la micro donde tenían a otros detenidos”. Allí, denuncia, un efectivo luego de insultarlo le propinó una patada tipo karateca que le fracturó el hombro izquierdo, caído en el piso del vehículo policial continuaron los golpes, garabatos, burlas.
En ese sentido, narró que después de aquello —acostado en el piso—, “debió sufrir junto a otros detenidos, la continuación de las vejaciones que incluyeron puntapies y caminatas sobre las espaldas y cuerpos de los detenidos.”
Pero la pesadilla que debió sufrir Adolfo y el resto de los detenidos no terminó ahí, llevado a constatar lesiones al hospital local el medico de turno, a pesar del estado calamitoso en que fue presentado, no se atr
evió a ordenar su internación, permitiendo que fuera retirado del centro de salud.


Ya en la comisaría, según su testimonio, se le pretendió inculpar en los desmanes, saqueos y otros delitos cometidos por antisociales durante las manifestaciones, para ello introdujeron en su mochila media docena de “miguelitos” y una “capucha”. Con esto te vamos a “cagar” le decían intentando que firmara el documento que consignaba esos elementos como suyos, cosa que, a pesar de su estado se negó.
Dada su gravedad debió ser internado en horas posteriores. Después de la visita del fiscal de turno quedó en libertad, sin cargo alguno, ordenándose el retiro del carabinero que lo vigilaba.
Según el parte médico Adolfo Soldan Coñuecar, obrero soldador presenta una fractura de clavícula izquierda, que en la hoja de evolución clínica se califica como “grave” y lesiones en el cuero cabelludo de mediana gravedad, agregando que las lesiones fueron causadas por “terceros”.























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