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sábado, 17 de marzo de 2012

Exclusivo: Otro manifestante que perdió un ojo por protestar en Aysén acusa: “Carabineros no dejaba avanzar a las ambulancias, aún con personas herida

Por Guillermo Arellano

Claudio Gallardo (21 años) habló en exclusiva con Cambio21 como lo hizo Teófilo Haro que también perdió un ojo (ver crónica aparte). Recibió un perdigón en el rostro y con dificultades fue atendido en el hospital de Aysén y enviado a Santiago por la gravedad de sus lesiones. “A algunos jóvenes que estaban conmigo carabineros les cortó la espalda y las bombas lacrimógenas les golpearon de frente”, recordó en diálogo con nuestro diario digital en una casa de acogida en la comuna de Ñuñoa, donde se recupera de sus heridas.

Este viernes, el trabajador Teófilo Haro conversó con Cambio21 (ver crónica aparte) sobre la agresión con perdigones que recibió en Aysén por parte de un carabinero a mediados de febrero, donde perdió el ojo derecho y quedó con marcas en distintas partes del cuerpo.

Por su parte, el joven de 21 años Claudio Gallardo Vera, que participara en una protesta con barricadas a fines de febrero, en Puerto Aysén, también fue víctima del actuar de la policía uniformada en su afán de disolver a los manifestantes. Recibió perdigones en la cara, y al igual que Haro, sufrió la pérdida de la vista del ojo derecho. Éste es el testimonio que entregó en exclusiva a este medio:

"Carabineros tenían órdenes de sacarnos, pero no pudieron. El día 24 de febrero, entre las 3 y las 4 de la mañana, estábamos en una barricada en Puerto Aysén, en el puente, con una barricada que estaba ubicada casi a la mitad del camino, es decir, estaba el puente, teníamos la barricada y estaba el fuego. Hacíamos ruidos con piedras y en un lapso que no fue de más de dos segundos, miré para adelante buscando a mis amigos y ya teníamos a los Carabineros disparándonos. No me di ni cuenta cuando me llegó el perdigón en el ojo. Reaccioné tarde".

- ¿Estaban haciendo desmanes o daños a la propiedad?
- Estábamos manifestándonos, con las barricadas y el fuego y acercándonos al puente. Había pescadores, estudiantes, colectiveros, camioneros y vecinos. Todos peleando por la causa. El tema es que sólo era represión de parte de Carabineros. Nos tiraron todo de una: guanaco, zorrillo, todo, sin advertir ni avisar. Ahí se vio, luego que nos hieren, cómo nos quieren castigar más. No es que nos dejen como para el hospital y después chao.

- ¿Qué hiciste después de la agresión?
- Después que me llegó el perdigón, me fui para atrás. Corrí y gritaba por mi ojo. Encontré a mi hermano, que me sacó de ahí, y me llevó donde un observador de los derechos humanos, que me llevó a la Cruz Roja. Ahí me trataron de limpiar la herida, pero no pudieron hacer nada. Pero tuve suerte, porque justo había una ambulancia y me trasladaron al hospital de Aysén.

- ¿Fue ajustado a la ley el procedimiento de Carabineros?
- Fue demasiado fuerte todo, porque esa noche hubo más heridos que yo. Estaba en las posibilidades algún enfrentamiento, pero no tenían derecho a sobrepasarse tanto. Hasta el día de hoy seguimos recibiendo llamados, donde nos dicen que sigue la represión y continúan disparándole a gente inocente. Es bien cómico lo que le voy a decir, pero no sé si fue el general de Carabineros el que llegó y dijo que los perdigones de goma los disparaban al suelo y luego rebotaban en la gente, pero resulta que los otros perdigones caían como proyectiles desde arriba. O sea, ¡mentira!, porque llegaban directo al cuerpo.

- ¿Y ustedes en ese momento les pedían que se detuvieran?
- Nosotros les pedíamos que nos dejaran pasar con las ambulancias, pero los mismos carabineros no las dejaban avanzar por el puente, aún con personas heridas. Una persona pudo haberse muerto y a ellos no les importaba.

- ¿Cómo quedaste tú?
- Mi vista en el ojo derecho la perdí, aunque conservo el globo ocular y me tienen que colocar las prótesis. El ojo izquierdo por suerte está bien. Uso unas gotas para el dolor. En mi cuerpo no me pasó nada y conservo buena salud gracias a Dios, pero a algunos chicos que estaban conmigo les cortaron atrás en la espalda y a otros les golpearon la frente, porque las bombas lacrimógenas llegaban de frente.

- ¿Qué se viene para ti ahora?
- Es complicado para mí, porque pensaba estudiar en el Inacap de Coyhaique, pero tuve que congelar este año, porque me costaba caminar y con un ojo menos es difícil hacer todas las cosas. Tuve que aprender a caminar de nuevo y a tomar las cosas. Yo creía que tomaban las cosas, pero no podía. Yo trabajo y estudio en Aysén y cuando vuelva voy a tratar de recuperarme en un 100%, aunque sé que no puedo. Una vez que me instalen la prótesis, seguiré adelante, el 2013 volveré a estudiar y terminaré una carrera. La verdad, lo único que espero es que haya una solución pronto.

- ¿Vas a seguir en las marchas y manifestaciones?
- Ya no tanto, porque igual está complicada la cosa. Nosotros como familia hemos pasado muchas cosas por la pérdida de nuestra madre. Tampoco tengo papá, pero tengo a mi hermano chico y a mi abuela, que es la gente a la que quiero.

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