Los inversores han acudido al refugio de los bonos del Tesoro, activos más seguros, provocando una caída del rendimiento del papel a 10 años hasta el 0,770%, frente al 0,946% al que cerró el viernes.
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La Fed, como en los años más duros tras la caída de Lehman Brothers, realizó el domingo por la tarde una nueva rebaja de tipos que deja el precio del dinero en cero por primera vez desde la crisis financiera, y puso en marcha un programa de activos de 700.000 millones de dólares. Pero no ha sido suficiente, en el ánimo de los inversores, para compensar las también extraordinarias medidas restrictivas adoptadas en muchas de las grandes economías para frenar el avance del coronavirus. La sensación es que la Fed, en una señala de desesperación, ha utilizado ya toda su munición.
La caída venía anticipada por la de los futuros de Wall Street, que se habían dejado caso un 5%, en línea con las caída de los mercados globales. Tan grandes fueron las caídas de futuros del Dow Jones y el S&P que se activó la suspensión automática de la cotización. No hubo lugar para el optimismo. Las bolsas europeas también registraron caídas severas, de más del 6%.
“La Fed disparó su bazuca anoche, pero a pesar ello los futuros cayeron hasta activar la suspensión y habrá más pérdidas a la apertura”, explicaba Rob Mangrelli, director de Chathan Financial. “Los bancos centrales tienen un desafío al tratar shocks de oferta y, en este caso, se enfrentan a un shock dual de oferta y demanda provocada por el brote de covid-19 y el resultante cierre de muchas grandes economías sucediendo simultáneamente. Los mercados buscarán medidas de otros bancos centrales y paquetes de estímulos fiscales de Gobiernos por todo el mundo, pero en este punto nadie sabe lo que vendrá a continuación”.
Fuente: El País