Por Teresa Frías
 
El actor y comediante, conocido por su personaje de Yerko Puchento, conversó con Cambio21 sobre sus proyectos y expresó su perspectiva respecto a múltiples temas de contingencia
Daniel Alcaíno es reconocido mayormente por sus personajes humorísticos como Peter Veneno Valdés (parodia del futbolista Iván Zamorano) y Yerko Puchento. Además ha trabajado en series y teleseries de televisión, como el rol de Exequiel Pacheco en Los 80, Emilio Ravenna en la adaptación chilena de la serie homónima argentina, Los Simuladores y de Patricio "Pato" Carmona en la teleserie Peleles.
 
Asimismo ha realizado diversas imitaciones de personajes de la escena farandulera chilena e internacional, entre las que destaca la imitación al expresidente argentino Carlos Menem en el programa de televisión Mucho Lucho.
En conversación con Cambio21, el actor se refirió a sus proyectos apuntando que hoy se encuentran en stand by debido a la cuarentena. Además habló de política refiriéndose al gobierno apuntando a un mal manejo de la crisis.
 
¿Cómo está viviendo la cuarentena?
He sido bastante respetuoso con el encierro, he estado así desde marzo encerrado, y saliendo solo para lo esencial, y yo que soy bastante callejero me he debido acostumbrar a esto.
¿Está con algún proyecto del que nos quiera contar?
He tenido proyectos, grabamos una serie en marzo que se llama “Camaleón”, es un doble agente en plena dictadura que militaba en el partido comunista y de noche era un empresario nocturno, o sea está con doble militancia.
Esto lo estuvimos preparando mucho y se tuvo que suspender, y ahí me quede en la nada, además con Canal 13 estoy sin contrato desde el 31 de enero, y el año pasado tratamos de hacer un espectáculo basado en el estallido social y viajamos por gran parte de Chile, en el verano hicimos una temporada de este espectáculo.
Este año estaba muy concentrado en las series y se suspendió y hay que guardarse no más.
 
Hay varios sectores que están en crisis debido a la pandemia y uno de ellos es la cultura y las artes ¿Cómo lo toma usted?
Nosotros vivimos en crisis, el tema de la cultura para este modelo económico es la antítesis, así es este modelo en que el tema de la cultura se torna en todo lo contrario, en que aspira a entretener con cosas inocuas donde la gente no espera vivir en el consumo, y la cultura está en lo más profundo de nosotros.
La gente en esta pandemia y encierro ha estado llena de nostalgia, de pena y en esa memoria está la música, las fotografías, la palabra, el cuento que logra acompañar, ha quedado demostrado que el arte ha sido importante en estos meses, para darle paz a nuestra alma, corre en paralelo con alimentar el estómago.
 
Cuando reestrenaron la serie “Los 80” las redes sociales comentaron que seguimos igual y que la desigualdad sigue presente ¿qué piensa usted de este análisis?
Es muy parecido, empezar a escuchar a “Sol y lluvia” con su canción que invitaba a caminar por Pudahuel, la Legua y la Bandera, precisamente donde el gobierno no tiene puesto los ojos y a quedado demostrado que el ministro que más ha estado (Mañalich), el que se jactaba tener la mejor salud del mundo, que era amigo de los chinos y le iban a mandar ventiladores, quedó demostrado que no conocía la realidad y que todo el castillo de naipes donde vivía se le derrumbó, un patronalista de los pobres.
En términos sociales, Chile sigue teniendo las mismas familias que están por debajo, en que hay familias que están sin educación y este gobierno no puede conducir un país.
¿Qué sensación le quedó tras el estallido social y si cree que la gente volverá a salir a la calle a manifestarse?
Es como se decía antiguamente eso no se pregunta, la gente tiene acumulado mucho más descontento de lo que tenia para el 18 de octubre si antes era “no son 30 pesos sino 30 años”, ahora la clase política se hicieron los sordos, y ellos eran el problema y no la solución.
 
Nos propusieron un acuerdo nacional, un plebiscito para octubre, pero se que la gente ha acumulado mucha rabia, y que está lista para hacer un estallido 2.0 acá han demostrado que no hay otra forma, y el que no llora no mama, pero al pueblo lo está pidiendo porque todo lo que se ha producido es por la gente, por eso los ricos están tan desesperados para que la gente salga a la calle y ver las micros llenas, total para ellos no hay pandemia porque viajan a Miami a avión lleno, se van a helicóptero a las playas, ellos trajeron el virus y siguen haciendo lo que quieren.
 
Se parece mucho a los ´80, a las fogatas, a las ollas comunes, a los recuerdos que éramos el jaguar de Latinoamérica y eso era un castillo hecho de naipes, los sistemas de salud demostraron ser precarios, no hay mascarillas, cosas que han ocurrido después como los bonos que no le llegan a nadie, las cajas que no le llegan a nadie, la corruptela, la inoperancia, ministros que no dan el ancho.
 
Es un pronóstico bastante negativo, pero creo que la gente está consciente de eso y que más allá de lo político estamos todos de acuerdo que el gobierno no da el ancho, está llegando al 7% de aprobación y creo que Cecilia Morel será la única que lo apoyará (a Piñera), pero tenemos el gobierno más nefasto de la historia.
¿Qué piensa sobre la ley que limita la reelección?
Esa modificación es como una apretá de tuerca o soltada de tuerca, frente a este modelo es un tanque ideal. A nosotros nos pusieron una camisa de fuerza frente a todo lo que hicieron antes y el amarre a esta constitución, la que necesita ser cambiada , la que sea más participativa, donde se ponga el acento no en lo económico, sino en lo social, y creo que más allá de la cosa de la reelección la gente tiene que elegir.
 
Si una persona tiene vocación y tiene inteligencia para dirigir una ciudadanía, la gente lo elegirá.
Desde el año ´90 hasta ahora hay nombres que están desde entonces y todos sabemos cómo se corrompen con las mineras con las pesqueras, como el senador Moreira quien está atornillado desde la época de Pinochet, el señor Coloma, todos esos de apellidos rimbombantes, y también de la Concertación debieran irse ya, porque también son culpables de lo que está pasando.
 
Una de las cosas que se analizó en el Congreso fue reinstalar el voto obligatorio ¿Usted está en contra a favor del voto obligatorio?
No me gustan las cosas obligatorias, si uno quiere participar en algo tiene que convencer y los políticos no convencen.
 
¿Usted catalogaría la crisis que sufre las artes y la cultura como una deuda que aún mantiene el estado?
No hemos recibido ninguna ayuda. Es que no hay ministerio de la cultura, son un chiste, imagínate que en cultura habían puesto a Maurico Rojas, que es un negacionista de la dictadura y la negación con los derechos humanos, tuvimos a Luciano Cruz- Coke, es un tipo de gente lejana a lo que se hizo y se está haciendo. Y hay una desconexión total. Nunca ha habido una ayuda y no la esperamos tampoco.
 
"En los matinales se ve la campaña de Lavín todos los días, la campaña de la Cubillos"
 
¿Cómo analiza la televisión, cree que le falta más cultura?
Hace muchos años metieron el plan cultural y ahora están vendiendo un canal de todos los chilenos, y los otros canales que en un principió comenzaron a funcionar con la primicia de educar y entretener hoy día los dueños cuidan sus intereses, que las mineras siguen contaminando, que siguen expropiando terrenos, eso se callan los canales, entonces qué se puede esperar de la televisión, si representa solo el mal modelo el mismo que la gente esta pidiendo que se caiga a pedazos.
 
Son los mismos que lucran con las AFP, que lucran con el mar, que pagan sueldos de miseria, creo que no hay que esperar nada de la televisión, que es un medio que los jóvenes ya no ven y que desconfían de ellos.
Se ve consumo, en los matinales, se ve la campaña de Lavín todos los días, la campaña de la Cubillos y así, y cuando va un alcalde como Daniel Jadue lo acusan de violento, a la Camila Vallejos también la ataca.
 
¿Usted cree que el cambio a la constitución resuelve los principales problemas de este país?
Desconfío de todo plato preparado por ellos en una sala de cuatro paredes, ese acuerdo que hicieron no me convence para nada, no hay que confiar en ellos, por eso me cuesta hablar porque no creo en la gente que participó en la dictadura de Pinochet, esto no es una democracia, es una dictadura económica disfrazada de democracia, de paraíso. Definiría esta democracia cómo las naranjas de la Moneda… son una mentira.