Luis Infanti, el obispo que se convirtió en "la piedra en el zapato" para el Gobierno en el conflicto de Aysén. Lo atacan desde La Moneda mientras recibe explícito apoyo de sus hermanos obispos
Por María Kovacz
La máxima autoridad de la Iglesia Católica de Aysén no tiene pelos en la lengua, dice lo que le molesta y defiende las causas sociales a como de lugar. Por eso se ha transformado en un dolor de cabeza para el gobierno, cosa que al religioso, tiene sin cuidado. En su momento calificó a Piñera de "arrogante"..
El obispo Luis Infanti se ha transformado en uno de los personajes reconocidos en el conflicto en Aysén, producto de su apoyo al movimiento social, sus intenciones de hacer de facilitador del diálogo y las constantes críticas al gobierno.
Infanti hace algunos días señaló que "la gente de la Patagonia es sencilla, humilde, sacrificada, con mucha voluntad de paz. La violencia ha sido exclusivamente cuando las Fuerzas Especiales han salido a la calle. Quien pone la violencia es el gobierno, porque tampoco creo que sea Carabineros, otra cosa son las Fuerzas Especiales".
Producto del ofrecimiento de Infanti, de ser facilitador en el conflicto, el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic, apuntó a la importancia de contar con alguien que sea aceptado por ambas partes en conflicto y se refirió al papel jugado por Infanti.
"Es cierto que mi hermano (Infanti) ha dicho expresiones que quizás pueden haber no gustado, pero él ha procurado allí ser un pastor al servicio de la gente", dijo. Este explícito espaldarazo de la Iglesia llegó en un momento en que el religioso suma opositores por sus abiertas críticas al gobierno y al mismo tiempo no logra un consenso entre los dirigentes movilizados, quienes no terminan de convencerse de su rol mediador.
Críticas para Infanti
"Sería bueno que el obispo (Luis Infanti) asuma un rol de moderación y creación de un ambiente efectivo de diálogo", declaró el presidente de Renovación Nacional, Carlos Larraín, saliendo al paso de las críticas del religioso.
Tras el comité político de los lunes, donde el oficialismo respaldó el actuar del Ejecutivo y anunció que se está trabajando en 50 nuevas propuestas, Larraín fue especialmente duro con Infanti y los "hiperambientalistas", quienes, a su juicio, han jugado en contra de las aspiraciones de la zona.
"El rol de los hiperambientalistas es negativo para las aspiraciones de la región. Yo personalmente creo que la intervención del señor obispo no es una contribución, ya lo vimos en otra situación parecida hace unos meses", aludiendo a las movilizaciones contra HidroAysén, proyecto al que el prelado se opone del comienzo.
"Yo en esa oportunidad dije, y lo reitero, que le preocupan mucho las aguas de Aysén, pero no tiene ninguna preocupación por las aguas del río Jordán", expresó el presidente RN, en una ironía que prácticamente nadie entendió.
Asimismo, el senador Hernán Larraín (UDI) también emitió duras críticas a quienes se aprovechan políticamente del conflicto, calificando a estos últimos de "buitres". Sin embargo, a diferencia de Carlos Larraín, no quiso precisar nombres.
"Aquí importa más la solución que el conflicto, salvo algunos que lo quieren extender. Todos sabemos que aquí hay algunos que aprovechan estas situaciones como los buitres y aprovechan el caos para sacar objetivos políticos", sentenció el parlamentario.
"El rol del pastor de la iglesia, es dedicarse a rezar"
Claramente molestia e incomodidad están generando, y cada vez más, las declaraciones de Infanti. Incluso la Intendenta de la región, Pilar Cuevas, criticó el rol protagónico que tiene en el conflicto y lo llamó a concentrarse en "rezar por la paz y la unidad de Aysén".
Para Cuevas, "el rol del pastor de la iglesia, es dedicarse a rezar", y no el que hasta ahora ha tenido, ya que su abierto respaldo a las demandas del movimiento social en la zona y sus declaraciones en contra del abuso de fuerza de carabineros y el manejo de la mesa de diálogo, preocupan al gobierno local y también a las autoridades centrales en el palacio de gobierno.
Estas declaraciones las realizó tras juntarse por cerca de dos horas con el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, con quién estuvo repasando las medidas que el gobierno está dispuesto a ofrecer a los ayseninos para bajar el conflicto.
Recordemos que el obispo señaló que "el gobierno quiere imponer una autoridad, cambiando continuamente las reglas del juego y pasando a llevar la legitimidad, que tiene la mesa de diálogo". Estas declaraciones que luego replicó en una carta abierta al gobierno, no cayeron bien en La Moneda ni tampoco en RN, el partido en el que milita la intendenta Cuevas.
Pero la intendenta Cuevas no es la única que ha "mandado a rezar" al Obispo. Hace algunas semanas, el vocero de gobierno, Andrés Chadwick, llamó a Infanti a que haga oración y abogue por la paz al comentar los críticos juicios del prelado respecto de la gestión ante las demandas por parte de La Moneda.
Entre otros argumentos, Infanti a dicho: "Sentimos que la resolución del gobierno está muy lejos de entender lo que está pasando y el orgullo aleja más aún las decisiones del gobierno hacia el diálogo y la resolución de los problemas en Aysén".
Frente a ello, el vocero del Ejecutivo respondió: "Que rece para que ello no ocurra, que pueda hacer una oración, que pueda llamar a calmar los espíritus, que pueda llamar a construir la paz, a construir los diálogos, que sus oraciones ojalá vayan en la dirección de que los temas se solucionen".
El secretario de Estado apuntó que su llamado es a todas las autoridades religiosas: "Eso se lo pido al obispo Infanti, como a los pastores evangélicos. En ese sentido podía ser una colaboración para que los espíritus y las voluntades se encuentren".
La doctrina Infanti
Conocido por su férrea oposición al proyecto HidroAysén de Colbún-Endesa, y por cuestionar el doble estándar del empresario Eliodoro Matte, miembro del directorio de esa empresa, a quien se refirió como "piadoso en sus devociones" e "inmoral en sus negocios", Infanti es de los que asume su compromiso social.
No es la primera vez que este obispo de origen italiano nacionalizado chileno sale a intervenir, siempre en defensa de aquellos que considera han visto atropellados sus derechos. Reconoce que la actual movilización se alimentó en buena medida de la oposición a Hidroaysén, porque de esa lucha surgió Patagonia Unida. Pero aclara que esta instancia va más allá de la oposición a la represa y que ha creado lazos con muchas otras causas: "Quiero destacar que tras este petitorio hay personas que están a favor y en contra de la represa", afirmó.
Frente a la pregunta sobre qué es lo que clama la región de Aysén, afirma: "En una palabra, la gente está clamando justicia. Toda la problemática que se plantea en el petitorio es el reflejo de una falta de atención del Estado. Y digo Estado, y no Gobierno, porque no se trata de ir en contra de este gobierno, o del anterior, o del próximo. Nuestras demandas se vienen postergando hace años, pese a los compromisos y los documentos firmados. Eso crea descontento, indignación y lleva al límite la paciencia de la comunidad, que ahora está desbordada. Las expresiones que hemos visto reflejan una ruptura de la pasividad. Queremos que las decisiones importantes para la región sean, por lo menos, consultadas con la gente de la región".
"El corazón de este movimiento es un cuestionamiento a las privatizaciones. Es una interpretación muy personal, pero así lo veo yo. Sentimos que no sólo se están privatizando nuestras riquezas, sino también las decisiones, la dignidad y las conciencias de las personas. El caso de Hidroaysén es sólo un botón de muestra. Son otros los que deciden grandes proyectos, que pueden marcar un cambio radical en la geografía y en la vida económica, social, política y cultural de la región", sostuvo en entrevista con El Dínamo.
Producto del complejo tema de Hidroaysén, Infanti en su momento señaló "no sé si llamarla coima pero hay muchas maneras para comprar conciencias y personas, incluso a la iglesia de Aysén. Por ejemplo ofreciendo plata para algún trabajo de alguna capilla o algún local", sostuvo.
El religioso dijo que "una de las estrategias de esta gran empresa es justamente comprar, literalmente, incluso personas e instituciones que pueden ser un entorpecimiento al proyecto que quieren realizar. Entre ellas la Iglesia porque es una de las entidades que no tiene intereses económicos o políticos".
Agregó además que "como saben que yo no me rindo fácilmente a esta compra de conciencias, lo han hecho a través de otra persona, de comunidades cristianas. Hay muchas estrategias para comprar instituciones, personas conciencias. Es una de las estrategias, no es Hidroaysén la única que lo está haciendo".
De igual forma, Infanti tuvo palabras para el presidente Sebastián Piñera. "Cuando vino a Coyhaique tuvo actitudes bastante despreciativas hacia mi persona. Me planteó ‘qué le parece con su postura si lo nombro ministro de Minería y a él lo nombro obispo de Aysén', lo encontré una actitud arrogante", afirmó.
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