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viernes, 1 de marzo de 2013

Crimen de sindicalista : Acusan que insensibilidad del gobierno confirma "actitud discriminatoria hacia los trabajadores"

Dirigentes, ex ministros del trabajo y parlamentarios coinciden en que con este acto delictual se demuestra que el ejecutivo está mucho más cerca de los empresarios que de los asalariados.
Respondiendo a las críticas y los emplazamientos de trabajadores y parlamentarios, el gobierno ha mostrado un cambio de actitud ante la muerte del sindicalista Juan Pablo Jiménez, fallecido por un impacto de bala en la cabeza hace una semana en la empresa Azeta, y ha tomado una postura más activa.

De todas formas la ministra Evelyn Matthei se demoró 5 días en reunirse con el fiscal que investiga la causa y ha insistido en que se debe dejar que la investigación siga su curso y que la justicia actúe. Una actitud que contrasta con la preocupación que ha mostrado el gobierno en otros casos de connotación nacional.


Reacción tardía


Dirigentes de los trabajadores coincidieron en que esto demuestra una actitud discriminatoria de parte del gobierno porque en otras circunstancias y en hechos de la misma gravedad, como el crimen de los Luchsinger-Mackay o el incendio de Valparaíso, su reacción fue inmediata e incluso excesiva.

Para Carlos Insulza, presidente de los funcionarios del Servicio de Impuesto Internos, la reacción que tuvo el gobierno "ante un hecho de tal gravedad fue absolutamente tardía y recién la ministra del Trabajo ha empezado a mostrar un preocupación y jugar un rol".


Entrevistado por
Cambio21, consideró que esto "demuestra de parte de gobierno una insensibilidad enorme frente a un hecho que para el mundo sindical es sin duda de la máxima gravedad. El asesinato de dirigentes sindicales es una práctica de países donde se ejerce el terrorismo y hay altos niveles de inseguridad. En Chile no estamos frente a esta situación, sin embargo ante la presencia de un hecho de esta gravedad la reacción debió haber sido rápida y contundente"

Coincidiendo con estas declaraciones, el líder del movimiento social de Aysén, Iván Fuentes, señaló que "respecto a la muerte de dirigentes el gobierno debería dar la misma importancia que a cualquier persona que fallece en extrañas circunstancias. Pero vemos que en algunos casos no le ponen todo el empeño que se debiera. El Estado y el gobierno deben darle la importancia debida, porque no corresponde que se preocupen más de unas vidas que de otras."


Para la diputada Ximena Vidal (PPD), miembro de la comisión del Trabajo, "la ministra y el gobierno debiera haber sido más proactivos. Hacen muy buenas declaraciones, pero en definitiva las acciones son pobres y las que pueden hacer no se condicen con la gravedad de los hechos".


Señaló a
Cambio21 que "hay que esperar porque hay una situación que investigar a fondo. No se puede aceptar este tipo de muerte y la de muchas personas cuando no se sabe a ciencia cierta lo que pasó".

En ese sentido consideró que cualquiera sea la causa de la muerte, es muy preocupante. "Hay que dejar que se investigue y nos preocupa mucho. Si es una bala loca como se señaló en primera instancia, lamentablemente esto sucede especialmente en las poblaciones, por los graves problemas de inseguridad".


Consultado por
Cambio21 el ex ministro del trabajo Ricardo Solari, estimó que en este caso la postura del ministerio de "dejar actuar a tribunales es adecuada, porque no se inmiscuye en la investigación de la fiscalía" y recalcó que "el gobierno siempre tiende a inmiscuirse en investigaciones de la fiscalía", que no es lo correcto.

Agregó que "es muy doloroso que un dirigente sindical y en un sector como el subcontrato muera y hay que esperar con prudencia, reclamar justicia y exigir un proceso judicial adecuado".


Por su parte, el diputado y ex ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade (PS) recordó en Cambio21 que en este caso "en un primer momento el gobierno ha mostrado una clara desconsideración, en comparación con otros hechos. En un principio el gobierno fue muy desaprensivo. Ponderó muy equivocadamente la gravedad de la situación, después ha variado la actitud y mostrado una mayor consideración de la gravedad de los hechos".


La falta de compromiso

Este es un gobierno que no tiene ningún compromiso con los trabajadores. Así de tajante es la conclusión de los dirigentes, parlamentarios y ex ministros.

A juicio del ex ministro Solari Durante este gobierno "la acción sindical misma encuentra obstáculos y problemas especialmente en las negociación colectiva" y el gobierno no ha cumplido sus promesas.


"Espero que la ministra cumpla en algo con la agenda y las promesas de los dos discursos del 21 de mayo. Aquí ha habido mucho anuncio y parafernalia pero poca concreción de cosas. En ese juicio no estoy solo sino que es una opinión generalizada, que llegó la hora que se mida el actuar del gobierno por resultados y no por anuncios."


"No hay que ser demasiado ilustrado para decir que este gobierno está más cerca de los empresarios y no de los sindicatos más allá de la parafernalia", sentenció.


Para el diputado Andrade, en tanto, este gobierno tiene una matriz empresarial inequívoca y que la mirada de estos proceso tiene un sesgo evidente y siempre va a ser más fácil para ellos entenderse con los empresarios que con los trabajadores, en consecuencia su actitud siempre será de más amplitud respecto a los empresarios que de los trabajadores y de eso no hay ninguna duda".


Para la diputada Vidal "no hay ninguna postura clara del gobierno para garantizar que los trabajadores puedan ejercer de la mejorar manera sus derechos laborales En este país eso no funciona equitativamente, no hay igualdad de condiciones entre los empleadores y trabajadores".


"El gobierno efectivamente cuando no presenta reformas laborales está defendiendo los intereses de los empresarios más que de los trabajadores", sentenció.


"La debilidad del compromiso es evidente", señaló el dirigente del Servicio de Impuesto Internos Carlos Insulza. "Los trabajadores del Estado hemos vivido en carne propia durante estos últimos tres años una situación de presión sobre las negociaciones y nuestro afiliados y nuestra capacidad de movilización ha tenido una enorme dificultad para instalarse, porque estamos frente a un gobierno que tiene una clara defensa por los sectores que representan a los empleadores. Este será un gobierno recordado por no escuchar las demandas de los trabajadores y donde el movimiento sindical fue absolutamente postergado".


Para Iván Fuentes, "tiene que existir la clara convicción que la gente tiene la necesidad de estar sindicalizada, porque los grande conglomerados tienen sus lucas para defenderse y nosotros tenemos sólo la unidad. Yo creo que el ministerio tiene que ser un poco más agudo y un poco más diligente, de lo contrario seguirán las manifestaciones con neumáticos encendidos".


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