“El vínculo entre los países es mucho más que los intereses económicos”, señala.

Cheyre: “Es un error tener con Perú una cuerda privilegiada de tipo comercial”

El ex Comandante en Jefe del Ejército estuvo presente, en su condición de tal, en la primera convocatoria al Cosena, efectuada por los conflictos en las relaciones limítrofes con Perú, durante el gobierno de Ricardo Lagos. Con mesura analiza la tesis de las cuerdas separadas sostenida por la administración Piñera, y dice que “a estas alturas, no es conveniente aparecer con nuevas ideas de lo que pudo haberse hecho y no se hizo”.

por Cyntia Páez O.

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En su calidad de director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Emilio Cheyre, se refiere a la convocatoria realizada para hoy por el presidente Sebastián Piñera al Consejo Nacional de Seguridad (Cosena), con el fin de analizar los escenarios frente al inminente fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya sobre la demanda marítima peruana el próximo 27 de enero.

Cheyre participó en la primera reunión del Cosena tras las reformas constitucionales de 2005, durante la presidencia de Ricardo Lagos, cuando el Consejo adquirió un rol exclusivamente asesor del Jefe de Estado en materias vinculadas a la seguridad nacional, precisamente en un escenario complejo en nuestras relaciones con el país del norte.

En dicha reunión –que contó con la participación de los presidentes del Senado, de la Cámara de Diputados y de la Corte Suprema; los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas; el general director de Carabineros y el Contralor General de la República– analizó la promulgación en Perú de la ley que ponía en duda los límites marítimos con Chile durante la presidencia de Alejandro Toledo y la posición oficial que adoptaría frente a la presencia en suelo chileno del ex presidente peruano, Alberto Fujimori.

-Hoy, a una semana del fallo en La Haya, ¿es adecuado que el presidente Piñera cite al Cosena y por qué no debiese llevar a “interpretaciones inconvenientes”, como afirmó el senador DC Andrés Zaldívar?
-Es atribución del presidente Piñera desarrollar toda actividad conducente a informarse y recabar antecedentes en un tema que requiere consensos y unidad. Resulta vital no encapsular los análisis y decisiones. Es evidente que el Presidente ha hecho esfuerzos para evitar el secretismo, buscando que realmente el actuar de Chile sea una política de Estado, como un tema país. Entiendo que el intercambio de información entre autoridades chilenas y peruanas ha sido permanente, a fin de evitar toda susceptibilidad.

 -¿Por qué, considerando los gestos inamistosos de Perú hacia nuestro país como demandarnos ante organismos internacionales por temas limítrofes ya tratados bilateralmente, Chile cuida las formas y evita ser “mal interpretado” por el país del norte?

-Chile ha actuado en forma autónoma, cuidando una buena relación y ateniéndose a las prácticas propias de la diplomacia. La relación entre los países no se da con imposiciones de unos a otros o sujeción de lo que a cada cual compete, midiendo si se será o no mal interpretado.

-¿Se pudo hacer más, dar señales más claras de que nuestro país no está conforme con esta demanda?
-Estimo que, a estas alturas, no es conveniente aparecer con nuevas ideas de lo que pudo haberse hecho y no se hizo.

-Como experto internacional, ¿qué opina de la política de las “cuerdas separadas”? ¿Le hizo bien a Chile?
-Creo que se ha confundido el concepto de “cuerdas separadas”. Comparto que es un error tener una cuerda privilegiada de tipo comercial y cuidar que allí todo funcione bien. El vínculo entre los países es mucho más que los intereses económicos por significativos que sean. Por lo tanto, no puede haber una cuerda exclusiva y protegida que cuide celosamente ese tipo de relación.

-¿Estima que es el objetivo económico una base adecuada para construir una relación bilateral con Perú?
-No, no creo que sea esa la idea que se ha buscado en la relación con el Perú. Pienso que Chile ha tratado que una cuerda fuera el diferendo, con toda su compleja carga; y, por otra, todo el rico tipo de vínculos de toda naturaleza con ese país. Más allá de lo comercial. Allí ha estado la relación política, la conformación de una amplia agenda con temas de todo tipo y también el cuidar que en ambos países no hubiese elementos perturbadores, pese a estar enfrentados en un diferendo tan complejo.