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lunes, 6 de enero de 2014

En el Ejército parece que todavía no entienden: biblioteca de la Academia de Guerra se llama "Presidente Augusto Pinochet Ugarte"


Por Lorena Venegas
Augusto Pinochet, fue el dictador más cruento de la historia de nuestro país. En eso no hay duda. Pero un hecho poco conocido es que utilizando fondos públicos llegó a coleccionar 55 mil libros, algunos de valor histórico y monetario. La mitad de ellos los donó al Ejército, específicamente a la Academia de Guerra, donde la biblioteca lleva su nombre. Incluso hasta nuestros días. El libro “La secreta vida literaria de Augusto Pinochet” cuenta la verdad detrás de su obsesión literaria.
Durante 17 años, a la cabeza del país estuvo Augusto Pinochet Ugarte. Un hombre sin escrúpulos. Como lo hizo con cada uno de los casos de violación a los derechos humanos. Delitos que por cierto, fueron sobreseídos en vida por diversas razones, mientras que otros lo fueron a causa de su fallecimiento antes de que se dictara una resolución definitiva.

Quería ser intelectual, pero, el mismo da cuenta en sus memorias y entrevistas, de las dificultades que tenía para progresar en la Academia de Guerra y lo mucho que le costó pasar los exámenes para graduarse. Entonces, a través de hechos y testimonios, se establece que Pinochet con los años se fue generando un resentimiento intelectual ante la incapacidad de sus propias limitaciones.


"Esto queda claramente opacado por la figura de Prats, que era muy valorado en el Ejército y que tuvo las primeras calificaciones. Va despertando un gran celo en Pinochet, pues Prats deja en evidencia las limitaciones del dictador. Eso finalmente provoca, que actuando desde la lógica de un crimen pasional, manda su asesinato. Históricamente se ha planteado como un crimen político, yo creo que hay factores pasionales que lo llevan a esto", explicó a
Cambio21 Juan Cristóbal Peña, autor de la obra "La secreta vida literaria de Augusto Pinochet".

Los 55 mil libros: comprados con plata de todos los chilenos

Durante su mandato, manifestó una férrea obsesión por los libros. Es interesante saber que la mitad de los libros que juntó Pinochet, que en total eran 55 mil, fueron donados por él mismo a la Academia de Guerra en 1989. Para darle solemnidad al acto, lo que él hace es construir una biblioteca con su nombre que titula: "Presidente Augusto Pinochet Ugarte".

Según detalla el periodista, la otra parte de los libros -cerca de 30 mil títulos- permanecen en dos casas de su familia. Obras muy valiosas en términos patrimoniales y monetarios. Que si bien están bajo resguardo policial, o sea bajo embargo judicial, no hay ningún control ni cuidado de esos libros. Sobre todo, para que estén bajo el poder de una familia que también han sido procesados por diversos delitos.


"El juez Cerda, y otro más que participó en este caso, establecieron que los dineros que requirieron para comprar esa biblioteca, fueron dineros que tenían su origen en fondos de la Presidencia, fondos reservados, fondos de la Casa Militar, principalmente. Por tanto, solo corroborando que son bienes que fueron conseguidos con dineros públicos, se tendría suponer que no deberían estar bajo custodia de la familia o de particulares. Entonces, creo que hay un tema pendiente del cual la justica no se ha hecho cargo", indicó el periodista.

"Claramente esa plata no era suya. Hay un hecho judicial el cual debe ser investigado y esos libros deben salir de su familia e ir a donde corresponde, las bibliotecas públicas nacionales, pues es patrimonio de todos los chilenos. Es inconcebible que vaya solamente hacia una institución. Yo creo se debe dejar de una vez de hacer oídos sordos con los fraudes económicos cometidos en dictadura y dejar de ostentar la vida de la familia Pinochet", manifestó a Cambio21 el diputado PS, Fidel Espinoza, cuyo padre -también diputado- fue asesinado en dictadura.


Honores a Pinochet: aún se sigue en el Ejército

La biblioteca del Ejército que lleva su nombre, tiene además un sitial con un destacado cuadro que enmarca la figura del dictador. Lugar donde las nuevas generaciones de militares utilizan como espacio de estudio para seguir ascendiendo, para llegar al generalato.

"Eso es lo más terrible que nos pasa hoy día en Chile. Que las Fuerzas Armadas y una parte de la derecha se den cuenta que deben despegarse de lo que fue el horror de la dictadura de Pinochet. Lo más importante que debiera ocurrir, es que el Ejército de Chile se desvincule absolutamente de la figura del dictador. Pero, para eso tienen que pasar varias generaciones, porque todavía no llega ningún comandante en jefe que ponga las cosas en su lugar. Él fue un dictador, un asesino. La DINA y la CNI fueron organismos represivos y debemos apartarnos de esas personas que fueron asesinos, criminales. Eso debemos hacer, sacar todas las imágenes que nos recuerden a ellos. Es la deuda que tiene el Ejército con el país", sentenció el diputado del PPD Tucapel Jiménez, cuyo padre también fue asesinado por agentes de la CNI, en 1982, cuando era presidente de los Trabajadores Públicos.


"Me parece absurdo que todavía sigan honrando a quien asesinó y violó los derechos humanos, además de todos los horrores cometidos bajo su mandato. Creo que no podemos seguir pretendiendo que quienes van a llevar el uniforme que representa a todo el país, estén influenciados a venerar la figura de Pinochet como un héroe de la Nación", concluyó por su parte el diputado Fidel Espinoza.


"El simulador"

Es imposible pensar que Pinochet fuera idiota. Pues alguien con esas características no hubiera podido llegar al poder y mantenerse en el 17 años, además, de lograr aliarse y hacerse cómplice con la elite chilena. Sin embargo, nunca fue un intelectual.

"Todos los chilenos sabíamos, incluso yo desde muy pequeño supe, que él no era una persona muy letrada. Era más bien una persona dura, de formación militar y sin mucho conocimiento, mostraba todo en su dureza y autoritarismo. Yo creo que él trataba de proyectar otra imagen, porque me imagino que él mismo sabía sus propias limitaciones y trataba de borrar esa imagen. De ahí creo que nace la colección que tanto lo obsesionaba", señaló a
Cambio21 el diputado Jiménez.

Pinochet, era una persona con capacidades limitadas, hay hechos concretos que lo avalan. Tuvo dos intentos fallidos para ingresar a la Escuela Militar. Y luego, solo pudo ser del montón en la Academia de Guerra del Ejército.


Sin embargo, una de las conclusiones que arroja la investigación del periodista Cristobal Peña para su libro, es que efectivamente Pinochet era una persona intelectualmente acomplejada, consciente de sus limitaciones. Pero por otro lado, una persona que ha sido menospreciada por la historia, pues realizó una carrera académica en el Ejército que finalmente le rindió frutos.


"En su paso por la Academia de Guerra logra asimilar conocimientos que le son útiles tanto para llegar al poder, como para administrarlo. En ese sentido, creo que Pinochet sabía y conocía más de lo que se supuso y demostró. Creo que ahí está el fondo de su proyecto político, pues logró imponer y hacer perdurar un sistema. Ese triunfo, creo yo, que explica su formación intelectual, su persistencia y su táctica de hacer creer que era una persona menos inteligente. Pinochet, se corona como un gran simulador que logra demostrar algo absolutamente distinto a lo que está pensando", revela el autor de la obra.

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