De la ideología de la corrupción a la cultura del fraude, lo que dejó en evidencia el escándalo Penta-UDI

07/01/2015 | Por Equipo Cambio21
Hoy Chile se alborota con los antecedentes diarios que entrega el caso del gremialismo y cómo fue financiado por empresas Penta. Pero cabe recordar que esta no es la primera elección de la UDI y que ya desde su fundación ha tenido nexos empresariales que le ha permitido ser uno de los conglomerados más poderosos del escenario nacional.

El escándalo Penta-UDI sigue agitando la tierra en el escenario político, movimiento telúrico que no ha dejado indiferente a ningún sector político, menos aún a la ciudadanía, que con cada información y dato que se da a conocer cultiva aún más la imagen de una política corrupta. Fotografía que atañe fuertemente al gremialismo, principal partido beneficiado por las donaciones para financiar las campañas al Congreso de distintas figuras.

Diputados, senadores y otros candidatos que fracasaron en las urnas ahora se ven enfrentados a la justicia por delitos tributarios. Ellos habrían emitido una serie de boletas y facturas ideológicamente falsas, es decir, por trabajos que no fueron realizados, para recibir un millonario botín. Por su parte, las empresas Penta lograron acumular esa cantidad de recursos por medio de un fraude al FUT, lo que les permitió evitar el pago de más de $4.000 millones.

Maldad intrínseca

Los que fueron aspirantes al Congreso hoy se ven enfrentados a la justicia y no deja de llamar la atención la estrategia adoptada por el partido de no reconocer las ilegalidades que habrían cometido y solo habla de "errores". Durante el programa de CNN, Ciudadanos, el sociólogo Alberto Mayol expuso que esto se debe a que el partido opera dentro de lo que ellos entienden como normalidad y relaciones virtuosas.

"La UDI no repugna esta forma de funcionamiento, porque ella es lo que ellos entienden como relaciones virtuosas entre la política y el empresariado. Esto es lo que la UDI promovió todos estos años, que es un partido, antirrepublicano, no cree en la República, en el interés general, sino en el de cada uno, en la lógica del mercado", teorizó Mayol

"Me parece sumamente obvio, que ellos digan que no es un problema ético (...) Lo que hay aquí es la lógica de la UDI desplegada históricamente. Es su lógica, su operación  y no ven ninguna inmoralidad en esto, que las empresas sean más importante que un senador de la República, que un grupo económico tenga más peso que un senador, para ellos, es natural. Por lo tanto, yo creo que ellos no pueden sentir que detrás de esto haya un problema moral", agregó.

Como secretario general de la UDI, el diputado Javier Macaya ha tenido que hacer frente a los medios para intentar explicar los "errores" del partido.

Rebuscado, pero no le falta verdad

Sobre esta teoría de la operación en los márgenes de lo ilegítimo, la directora del programa de Calidad de la Política, de la Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente,  apunta a que es algo rebuscada, pero que sí contiene verdad. La experta además destacó que, hasta ahora, la UDI no ha tenido una estrategia de control de daños, lo que puede responder a que sus altas esferas también están involucradas.

"Lo único que han intentado hacer, como una muy mala estrategia, es intentar generalizar el problema, como si hubiese más gente involucrada. Me parece que dada la cantidad de antecedentes contundentes que hemos encontrado, evidentemente nos vamos a encontrar con más gente en otros partidos políticos".

Con los nuevos correos que dejaron de manifiesto los nexos entre las empresas y políticos, de la Fuente dice que "hay que tener algo muy claro, las empresas no defienden ideas, defienden intereses y que son fundamentalmente económicos. Ningún empresarios o una entidad en particular, cuando toma la decisión de apoyar una candidatura lo hace pensando en el futuro de Chile (...) obviamente el apoyo que le dan las empresas en general están ligadas con ciertas decisiones de políticas públicas. No hay altruismo".

Leer entre líneas, el llamado de la UDI

Por su parte, María Jaraquemada, directora de Investigación e Incidencia en la Fundación Ciudadano Inteligente, consideró que la apuesta del gremialismo va en otra dirección. Cuando ellos intentan salpicar a otros partidos, lo que intentan es llamarlos a sumarse a un pacto de no agresión que permita "tapar" este escándalo.

"Lamentablemente, esto ocurre no solo con la UDI, el problema es que esta vez solo tenemos pruebas contra ella, pero hoy dicen algo que todos sospechamos que no son solo ellos lo que hacen esto. La sensación que tengo es que la UDI es la que hace un llamado al resto de los partidos para llegar a un acuerdo como en el caso Mop-Gate", analizó Jaraquemada.

Sin perjuicio a lo anterior, la experta dice que "de los indicios que hay sobre lo que salió el fin de semana creemos que sí hay ilícitos, el problema es que no están fuertemente sancionados, pero también hay responsabilidades políticas".