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martes, 13 de enero de 2015

Jovino Novoa acude hoy a declarar por el Pentagate

El señor del talonario comparece ante el Fiscal

Considerado el guardián de la doctrina de la UDI y uno de los recaudadores más importantes del partido, enfrentará por primera vez al fiscal Carlos Gajardo, quien en su investigación acumula antecedentes sobre el financiamiento ilegal de campañas políticas que lo implican en la recepción de dineros del holding Penta, a través de la emisión irregular de boletas –que incluye la utilización de un talonario ajeno– para las candidaturas de parlamentarios de la UDI. El Pentagate no sólo le abrió un flanco legal, también afectó a su labor profesional.
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Jovino Novoa comenzó a preparar su estrategia legal poco después del 10 de octubre, el día en que envió su Ipad, balances y copias de facturas a la PDI. La jornada anterior se había producido un allanamiento en su oficina del estudio Guerrero, Olivos, Novoa & Errázuriz, que no tuvo resultados, debido a que él se encontraba fuera de Santiago.
Fue entonces que recurrió a los servicios del penalista y amigo Miguel Schweitzer, quien entre 1974 y 1984 fue embajador en misión especial ante la ONU y la OEA, embajador en Gran Bretaña y ministro de Relaciones Exteriores, y desde 2003 es decano de Derecho de la Universidad Finis Terrae. Schweitzer convocó a Matías Balmaceda y a Francisco Cox, socios del estudio Balmaceda & Cox –que también integró Juan Ignacio Piña antes de ser designado presidente del Consejo de Defensa del Estado–, con los que comparte asesorías a empresas en materia de compliance, es decir, de cumplimiento de las regulaciones y normativas correspondientes a sus giros.
Hoy, a las 9 a. m., Novoa enfrentará por primera vez al Fiscal de Alta Complejidad de la Fiscalía Oriente, Carlos Gajardo, quien en cinco meses ha acumulado información sobre el financiamiento ilegal de campañas políticas que lo implica en la recepción de dineros del holding Penta, a través de la emisión irregular de boletas –que incluye la utilización de un talonario ajeno– para las candidaturas de parlamentarios de la UDI.
El caso Penta le abrió un flanco legal que también afectó a su labor profesional. Se vio obligado a renunciar a su calidad de socio del estudio Guerrero, Olivos, Novoa & Errázuriz el jueves pasado. Dicen que el asunto comenzó a ser analizado por los socios después de la entrega de su Ipad y copias de las facturas, y de las declaraciones de su secretaria en la oficina de abogados, el 3 de noviembre, que lo complicaron aún más. Los socios consultados no respondieron llamados ni correos de El Mostrador.

Públicamente, un comunicado de apenas un párrafo subido a la página web del estudio informó que Novoa hizo uso del derecho de los socios de retirarse cuando cumplen 70 años, lo que ocurrirá el próximo 31 de marzo, y que así se los hizo saber a los socios. No había una palabra de agradecimiento o reconocimiento a su trayectoria en la oficina de abogados, a la que ingresó en 1985, cuatro años después de su fundación. Ejerció activamente hasta 1997 cuando fue elegido senador por Santiago Poniente, y reelegido por un segundo período en 2005.
Ese mismo día desaparecieron su nombre y currículo del sitio web. Sus cercanos afirman que está muy molesto por la forma como sucedió, pero tampoco eran muchas sus opciones frente a un negativo análisis de control de daños realizado al interior de la oficina.
Novoa se reunió ayer con su equipo defensor, tras regresar el domingo de un viaje de dos semanas en Nueva York, donde pasa siempre los festejos de Año Nuevo con su mujer.

Todos los caminos conducen a Jovino

La  investigación del fiscal Gajardo implica a Novoa en la recepción de aportes irregulares del holding Penta. El último testimonio lo entregó Carlos Alberto Délano, uno de los dos controladores de Empresas Penta, y amigo de Novoa, en su declaración de nueve horas el lunes 5 de enero. Un acto que no estuvo exento de dificultad para el imputado. “Délano dudó de inculpar a Jovino porque lo quiere mucho”, dijeron a El Mostrador fuentes ligadas a la causa.
Están, además, las declaraciones de Hugo Bravo, el ex gerente general de Empresas Penta y Penta III, quien aseguró que Novoa entregó, al menos, siete facturas (una fue anulada) de Inversiones y Mandatos, sociedad creada por él y por Carlos Olivos, su entonces socio del estudio Guerrero, Olivos, Novoa & Errázuriz, por un total de $25 millones a distintas empresas del holding Penta. “Esas facturas son para candidatos de la UDI, que recolectaba Jovino Novoa, no solamente para Ena von Baer”. Porque en el caso de ella, precisó Bravo, fueron dos facturas: una por $2,5 millones y otra por $5 millones. “Al reverso anoté con mi letra que reconozco JN, que significa Jovino Novoa, por cuanto siempre Jovino Novoa conseguía facturas de esa empresa, incluso en las campañas anteriores en las que se colaboró”.
En otra declaración Bravo sostiene que los aportes irregulares del holding de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín a la campaña de Ena Von Baer ascienden a $70 millones. “También se le pagó a la candidata Ena von Baer tanto en Santiago como en el sur. Unos 30 millones en Santiago y unos 40 o 50 en el sur. Ena von Baer fue con Jovino Novoa a hablar con Carlos Délano y con Carlos Lavín para solicitar estos fondos. Délano y Lavín hablaron conmigo y me dijeron que había que pagarle alrededor de 6 millones mensuales. Esto se hacía por boletas de honorarios. No recuerdo de quién. Y al reverso anotaba las iniciales de Ena von Baer. Yo nunca hablé con Ena von Baer. Me enviaban un sobre cerrado con las 2 o 3 boletas o facturas por los 6 millones. El cheque se hacía abierto con el nombre del que daba la boleta y luego se retiraba. Tampoco en este caso los servicios existían, no eran reales, era para cuadrar en la contabilidad los aportes que se hacían”.
Jovino era el señor del talonario. Uno de los dos mayores recaudadores de fondos de la UDI junto a Pablo Longueira. Rol que fue refrendado por Hugo Bravo, quien individualizó a Novoa como la persona que decidía a qué candidatos debían asignarse las platas de Penta. Cuando Ciper publicó esa versión, a fines de septiembre, Novoa lo negó. “Es absolutamente falso. No existe ni ha existido un sistema de financiamiento ilegal por parte de la UDI. Jamás he actuado en forma ilegal en mi vida”. Calificó los dichos de Bravo como “acusación calumniosa” y amenazó con tomar acciones judiciales, cosa que no concretó.
Negar y amenazar es una estrategia que muchos reconocen como actitudes características de la UDI. Ocurrió cuando exigió al gobierno de Ricardo Lagos que el diario La Nación dejara de cubrir el caso Spiniak, so pena de enfrentar una batalla frontal en el Congreso para lo que quedaba del periodo presidencial, lo que le costó la salida al director del periódico, Alberto Luengo.
La secretaria del estudio Guerrero, Olivos, Novoa & Errázuriz, Bernardita Chamorro, declaró a la PDI que era una práctica habitual que el ex senador le “dictara” boletas dirigidas a Penta. “Así entonces paulatinamente el señor Novoa me solicitaba emitir boletas, dando instrucciones verbalmente informando los datos, la emisión como monto, fecha y glosa”, señaló Chamorro a la policía, luego que en primera instancia se negara a entregar su testimonio frente al fiscal Gajardo. Chamorro agregó en su declaración que “el señor Novoa mantenía comunicación fluida con Carlos Alberto Délano”, reconociendo a éste como “la persona de Penta”, además de señalar que “tenían reuniones a menudo”.
La arista que más puede complicar a Novoa es la del talonario de Teresa Riera Rawlins, ejecutiva de Turismo Cocha, de quien Chamorro aseguró tener un talonario en su poder desde 2006 y desde el que se emitían documentos a petición de Novoa a Inversiones y Mandatos –la sociedad de Novoa y Olivos– por trabajos no comprobados y desde la cual se giró al menos una boleta, la n.º 177,  al holding de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, en junio de 2013, por $2.777.778. Ese talonario le fue facilitado a Chamorro por Carmen Ibáñez Larraín, quien prestó servicios en el estudio jurídico entre 1998 y 2006.
Teresa Riera registra inicio de actividades en el SII en 2003 como corredora de propiedades y otras actividades empresariales, y según la pericia realizada por la PDI –que luego fue ratificada por el testimonio de Chamorro–, “el llenado de la boleta n° 177 procede de la mano caligráfica de Bernardita Chamorro, misma situación para los folios n° 178, 179, 180, 181 y 182 del talonario previamente señalado”. Si bien las boletas son de Teresa Riera, estas fueron llenadas por la secretaria de Novoa. Riera señaló en su declaración prestada a la Fiscalía que no extendió la boleta n.° 177, por ende, no prestó servicios para la empresa Penta S.A., señalando además la falsedad en la firma registrada en el citado documento.
La declaración de Chamorro da cuenta de cómo ella también debía rellenar boletas de Carlos Lira –abogado independiente que colabora con el staff del estudio– y que eran giradas a Penta. “Mantengo acceso a la página web del SII con la clave del señor Carlos Lira, quien me la proporcionó directamente para que yo confeccionara las boletas de honorarios, conforme a los datos que me informaba don Jovino Novoa. En este acto recuerdo específicamente la emisión de las boletas del señor Carlos Lira a la empresa Penta S.A. justamente por orden del señor Novoa”.
Acto seguido afirma que “no me consta que la señora Teresa Riera o el señor Carlos Lira hayan prestado servicios a la empresa Penta S.A.”. E indica que las órdenes de Novoa respecto del llenado de boletas se mantuvieron aun cuando él ejercía como senador: “Mientras don Jovino Novoa era senador de la República hasta el año 2013, las instrucciones las canalizaba a través de su esposa Angélica Mackenna Echaurren, o su hijo Benjamín Novoa Mackenna, quien es abogado del estudio”.

Secretarias de Penta confirman rol de Novoa

No sólo su secretaria aportó antecedentes sobre su cercanía con los dueños de Penta y la emisión irregular de boletas. Mylene D’Alencon, ex secretaria de Hugo Bravo, actual secretaria de Carlos Eugenio Lavín y funcionaria de Penta desde hace 26 años, declara: “Jovino Novoa fue el año pasado unas tres veces (a las oficinas de Penta). Este año una vez (…) Jovino Novoa hacía llegar unas facturas para respaldar el cheque que se entregaba”. María San Martín, secretaria de Délano desde 2002, afirma que sus jefes están siempre recibiendo a políticos. Cuando el fiscal le consultó sobre las citas que los dueños de Penta sostuvieron con dirigentes ligados al gremialismo, la secretaria enumeró a quienes vio desfilar en 2013 por las oficinas del holding: “A su pregunta sobre algunas personas específicas que usted me ha nombrado y que hayan visitado el año pasado a don Carlos Alberto Délano y a don Carlos Eugenio Lavín señalo que recuerdo que el año pasado recibió en una o dos ocasiones a Laurence Golborne, que fue solo. Lo recibió junto con Lavín. Otros años ha ido Jovino Novoa”.
El caso Penta ha puesto en jaque el poder de  Novoa, compañero de Derecho de Jaime Guzmán en la Universidad Católica, considerado el guardián de la doctrina de la UDI, editor de servicios informativos de El Mercurio entre 1982 y 1985, actual miembro del comité editorial de La Tercera, dos veces presidente del partido (la primera vez, en 1992, reemplaza a su asesinado fundador, hasta 1998, y vuelve a encabezar el partido entre 2004 y 2006). Es el último funcionario del régimen de Pinochet –fue subsecretario general de Gobierno entre 1977 y 1982– con injerencia activa en la UDI. La directiva actual fue apadrinada por el ex senador, quien ha sido el sostén de Ernesto Silva, su presidente, y su mesa. La conducción de Silva, sobrino político del “Choclo” Délano, ha dejado al partido en una posición debilitada, por un reconocimiento de las irregularidades tardío e insuficiente para algunos sectores del partido que esperan un cambio en la directiva.
Hay quienes dicen que el Pentagate representa el fin de una era.

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