Moreira reconoce financiamiento irregular de su campaña y revienta estrategia del “jovinismo” para bajarle el perfil al caso
"No soy de aquellos que para
evadir sus responsabilidades optan por culpar a otros o se escudan en el
argumento de que se trata de prácticas generalizadas. Cuando uno se
equivoca no cabe la teoría del empate. Por ello hoy estoy dando la cara,
reconociendo mis errores con hombría y pidiendo disculpas públicas a
todos quienes han podido verse o sentido afectados", expresó, después de
dar a conocer que sí recibió dinero mediante boletas de honorarios por
parte del grupo Penta.
El parlamentario se refirió así a los correos electrónicos que forman parte de la carpeta de la investigación del denominado Pentagate y en los que le pide recursos al ex gerente de Penta, Hugo Bravo. Y de paso, confirmó que efectivamente, tal como trascendió cuando estalló el caso, para tal efecto recurrió a la emisión de boletas de terceros, que son investigadas por el Ministerio Público.
“La gente me conoce y sabe muy bien que no pertenezco a ninguna casta de poderosos, que jamás he sido protegido de nadie, que no tengo padrinos políticos y que todo lo que he logrado en la vida me ha costado mucho. Por ello, frente al enorme desafío que suponía mi campaña senatorial, debí conseguir recursos tal como lo permite la ley y lo hacen todos los candidatos que no contamos con patrimonio personal. Sin embargo, quiero reconocer mediante este acto público que el mecanismo utilizado para tales efectos fue irregular, pues se realizó a través de boletas de honorarios a terceros”, dijo el legislador gremialista.
En una conferencia de prensa en la sede de la UDI, pero sin que detrás suyo apareciera logo alguno de la colectividad opositora, el parlamentario recordó que la petición a Bravo fue el año 2013, primero para su precandidatura por Santiago Oriente y después para su campaña en el Sur, donde asegura que fue enviado “a morir” por parte de la directiva del partido.
De esta manera Moreira aludió a la maniobra ejecutada por la directiva del partido, que zanjó la disputa entre él y Ena Von Baer por quien competía en Santiago Oriente. La senadora tenía el respaldo de Jovino Novoa, quien apostaba por ella para ocupar ese lugar pero finalmente se llegó a una solución intermedia, que significó la partida de ambos al sur. Ahora, en base a los datos de la investigación de la fiscalía se conoce el rol central de Novoa en la distribución de los recursos aportados por Penta. El “coronel” de la UDI según declaran secretarias de la empresa en la causa, se reunía directamente con los dueños del holding, a diferencia de Moreira que sólo lo hizo con el ex gerente Hugo Bravo.
“El año 2013 solicité apoyo económico al señor Hugo Bravo (…) y tuvo como única finalidad conseguir aportes que me ayudaran a solventar una difícil contienda electoral. No olvidemos que a principios de 2013 primero debí enfrentar el desafío de competir por una eventual primaria en la zona oriente, pero después, y producto de una serie de hechos por ustedes conocidos, me mandaron al sur ‘a morir’, como metafóricamente dije en su momento, y donde ganar era prácticamente imposible”.
Moreira enfatizó que quienes facilitaron las boletas son personas que “trabajaron activa y comprometidamente en mi campaña y por quienes siento una enorme gratitud”.
Al mismo tiempo, sostuvo que está dispuesto a prestar toda la colaboración que sea necesaria para la investigación que lleva adelante el fiscal de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Metropolitana Oriente, Carlos Gajardo, para el “pronto esclarecimiento de los hechos”.
Dijo que, si bien se comprometió el viernes pasado a declarar voluntariamente ante el perseguidor penal, la diligencia debió suspenderse debido al fallecimiento de su madre.
Por último, y aludiendo a la reacción de la directiva del partido, que prefirió hablar de errores y no de ilícitos, Moreira expresó que él no evadía sus responsabilidades para culpar a otros y también descartó apelar a la “teoría del empate”.
“No soy de aquellos que para evadir sus responsabilidades optan por culpar a otros o se escudan en el argumento de que se trata de prácticas generalizadas. Cuando uno se equivoca no cabe la teoría del empate. Por ello hoy estoy dando la cara, reconociendo mis errores con hombría y pidiendo disculpas públicas a todos quienes han podido verse o sentido afectados”, expresó.
En la oportunidad, el senador UDI también ofreció disculpas a quienes pudieran haberse sentido molestos “por el tono y lenguaje de mis correos”, en los que el año 2013 pedía a Bravo “combustible” para los últimos metros de campaña o el “raspado de la olla”.
Afirmó que “nunca es cómodo pedir ayuda” y agregó que el tenor de esos mensajes “revelan que actuaba de buena fe y sólo buscaba apoyo para financiar una campaña maratónica”.
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