Mónica Quezada, madre de un joven mapuche asesinado en 2008, aseguró que el Estado chileno no respeta los derechos de los pueblos indígenas.
Matías Ctrileo fue muerto por el policía Walter Ramírez, quien le disparó y, pese a una condena contra él, permanece activo en una institución de la fuerza de Carabineros.
Quezada declaró al Observatorio Ciudadano de Chile (OCC) que el sistema neoliberal imperante en el país “sólo promueve la explotación, tanto del ser humano como de los recursos naturales”.
La mujer explicó que su hijo fue asesinado mientras participaba en una protesta por la reivindicación de la tierra y que el autor del crimen fue condenado a tres años de “libertad vigilada”.
“No confiamos en la justicia chilena, pues ante la evidente culpabilidad del asesino, la Corte Marcial debería haberlo condenado a presidio efectivo”, expresó.
Quezada insistió en que la muerte de su hijo “ocurrió porque estamos en un sistema político que no respeta la vida y que está al servicio del capital”.
Al morir, Catrileo cursaba el cuarto año de la carrera de Agronomía en la Universidad de Temuco, en la región de La Araucanía.
Desde hace años en Chile se viene desarrollando protestas de la comunidad mapuche a favor de sus tierras y que en muchos casos tienen como respuesta la represión policial.
Como situación contrastante, un reciente juicio en la región del Bío Bío, cuatro líderes indígenas fueron condenados hasta 25 años de prisión por un supuesto atentado a un fiscal a partir de lo declarado por testigos encubiertos.
En esta causa fue denunciada la vigente Ley Antiterrorista, impuesta durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), y con la cual se juzgó a los comuneros.
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