Hace pocos días, tras una extensa investigación realizada, en primera instancia, por el juez Juán Guzmán Tapia y, posteriormente, por el ministro Alejandro Solís, fue encontrado el cuerpo de Gregorio Mimica.
En el patio 29 del Cementerio General, luego de rigurosos exámenes de ADN, el cuerpo del estudiante de la otrora Universidad Técnica del Estado, hoy Usach, fue individualizado, al igual que lo sucedido en 2010 con el cantautor Víctor Jara.
Esto es resultado de una larga lucha llevada a cabo por sus familiares, amigos y agrupaciones de derechos humanos, lo que sumado al esfuerzo desplegado por los jueces anteriormente mencionados, resultó en que Goyo ha dejado de ser un detenido desaparecido.
Sus cercanos, junto con la comunidad universitaria, se encuentran a la espera de las fechas de la ceremonia fúnebre, donde el ex dirigente del estudiantado de Ingeniería en Ejecución, será despedido.
La noticia conmueve a los miembros de la comunidad universitaria de la UTE-Usach, puesto que devela las atrocidades cometidas durante nuestra historia reciente. El resultado de esta investigación es, de una u otra forma, un aporte a la memoria histórica, a la reflexión y a la formación de profesionales en torno a los Derechos Humanos.
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