por EFE
El juez Marcelo Martín Bailaque, de la ciudad de Rosario, indicó en un comunicado que se trata de la hija menor de Cecilia Beatriz Barral, secuestrada por militares el 2 de agosto de 1976, junto a su pareja, como ella militante de la guerrilla del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
La niña nació durante el cautiverio de su madre, que permanece desaparecida.
La verdadera identidad de María, nombre con el que fue anotada la niña por una familia adoptiva, fue comprobada mediante un análisis genético ordenado por el juez y realizado por el Banco Nacional de Datos Genéticos.
“Hoy comienza para ella una nueva vida”, dijo a la prensa local la titular de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien precisó que María tiene una hermana mayor, Ana, que la quiere conocer.
Carlotto reveló que, “como otros chicos, (María) se negaba (a realizarse los exámenes genéticos), no quería saber y tenía miedo”, aunque finalmente accedió a realizarse las pruebas ordenadas por el juez.
Por iniciativa de las Abuelas de Plaza de Mayo, unos 3.300 jóvenes argentinos han acudido a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para investigar su procedencia debido a que se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la dictadura militar.
Según el Gobierno y organizaciones humanitarias, unas 30.000 personas desaparecieron durante el último Gobierno de facto en Argentina.
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