El exhorto internacional que llegó a Chile en mayo, solicita que el jefe de la DINA que entregue datos respecto a si el ex mandatario fue asesinado en dicho país el 22 de agosto de 1976. También pide interrogar al miembro de la Caravana de la Muerte, Sergio Arredondo, quien fungió como agregado militar la capital carioca entre este último año y 1978. La Corte Suprema chilena ordenó tramitar la carta rogatoria a través del 34 Juzgado del Crimen de Santiago.
La fiscalía de Brasil envió un exhorto reservado a Chile con el fin de que se interrogue al jefe de la DINA, Manuel Contreras, en el marco de la investigación que se lleva en ese país por la muerte del ex presidente Juscelino Kubitschek. Este último falleció a raíz de un choque el 22 de agosto de 1976, pero cuyas circunstancias siempre han sido materia de sospecha.
De acuerdo al documento que publica The Clinic Online, el fiscal Paulo Ferreira Filho busca información para esclarecer si la muerte de Kubitschek pudo haber sido ejecutada por agentes de los servicios de inteligencia de Brasil, cuando gobernaba la dictadura del ex general Ernesto Geisel, el cuarto presidente desde que a mediados de los 60 fuera depuesto Joao Goulart.
La carta rogatoria pide que también se interrogue a Sergio Arredondo, quien fuera agregado militar en Brasil entre 1976 y 1978. Arrendondo condenado a 15 años por su participación en el “episodio Antofagasta”, en el marco de la investigación en la llamada Caravana de la Muerte. Se trató de una comitiva que, en los días posteriores al golpe de 1973, estuvo dedicada acelerar las ejecuciones de los partidarios de la Unidad Popular.
La fiscalía dice que durante la permanencia de Arredondo en la legación diplomática chilena en el país carioca murieron no sólo Kubitschek, sino también el ex gobernador Carlos Lacerda y el ex presidente Joao Goulart. De la lectura del texto, se denota una sospecha de la fiscalía.
Letras siniestras
Básicamente, el Ministerio Público brasilero solicita que se interrogue al “mamo” Contreras, al tenor de una serie de hechos.
Sucede que el 28 de agosto de 1976, Contreras envió una carta a su par de inteligencia, Joao Figueiredo, en la cual le manifestaba su preocupación porque el Partido Demócrata de Estados Unidos podía ganar las elecciones, lo que implicaría un mayor el apoyo político a Kubitschek y el ex canciller chileno Orlando Letelier, quien vivía su exilio en el país del norte. Figueiredo sería Presidente de Brasil, años más tarde.
Según la fiscalía, la muerte de Kubitschek ocurrió sólo un mes antes de que el 21 de septiembre de 1976, en Washington, Letelier volara por los aires, gracias a una bomba instalada por la DINA. Por este crimen fueron condenados en 1995, el mamo y el segundo del servicio represivo, Pedro Espinoza, a 7 y 6 años respectivamente.
Pues bien, el fiscal Paulo Ferreira Filho busca que Contreras reconozca la carta a Figueiredo; si ambos servicios de inteligencia a la época de ocurridos los hechos, mantenían acciones coordinadas con sus pares de ese país y si la DINA investigó la muerte de Kubitschek y si el gobierno chileno (Pinochet) supo que se trató de un homicidio, entre otros puntos.
En el caso de Arredondo, Brasil intenta acreditar cuál fue su participación en el homicidio o bien si mantuvo relaciones operativas para llevar a cabo ejecuciones a sus adversarios políticos.
Más allá de las preguntas de la fiscalía, la coordinación entre los servicios de inteligencia de ambos países habían comenzado ya con la Operación Cóndor -que incluía entre otros a Paraguay y Argentina- que permitió la eliminación de chilenos en todos los países.
Hay que recordar que la Comisión de Verdad brasilera no logró acreditar que Kubitschek fuera asesinado, pero el asunto llegó a manos del Ministerio Público para descartar dicha hipótesis o bien confirmarla.
El exhorto llegó a principios de mayo a la Corte Suprema siendo enviado al 34º Juzgado del Crimen de Santiago que actualmente lo está tramitando para que los ex militares condenados por violaciones de derechos humanos, sean indagados.
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