PRESENTE. La tribuna viva: el espacio más especial de la Copa América. FOTO TOMADA DE GOAL.COMAMPLIAR (1 FOTO)
En el Estadio Nacional, la principal cancha para el certamen internacional, habrá un sector cerrado que contrasta con la lucidez del resto de la cancha.
SANTIAGO, Chile.- El Estadio Nacional de Santiago termina de afinar algunos detalles, pero está listo para el partido de inauguración entre Chile y Ecuador, el 11 de junio. El campo de juego brilla, el pasto luce perfecto. Las butacas se muestran relucientes. Pero hay un espacio que atrae de una manera particular. Sobre una de las cabeceras, en la parte baja de la tribuna, hay unos tablones de madera desgastados, salidos, sin usar. Es un sector cerrado que contrasta con la lucidez del resto de la cancha.
Es que ahí, la pelota queda de lado y el pasado recibe su homenaje. Tiempo atrás -según un informe del sitio Goal- el Estadio Nacional fue usado como un campo de prisioneros durante la dictadura de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1981, en la que hubo 28.259 víctimas de prisión política y tortura, 2.298 ejecutados y 1.209 detenidos desaparecidos. Tuvo que pasar mucho tiempo, hasta 2003, para que el lugar fuera considerado como un espacio para reflexionar.
Es una tribuna viva en la que descansan los mensajes de los familiares, los lemas de la sociedad, los gritos de justicia, el silencio del respeto. El espacio se reconstruyó recién en 2003, bajo la presidencia de Michelle Bachelet. Pasó mucho tiempo. Hay algunos trabajadores que terminan de arreglar el lugar, que será de visita para miles de personas que lleguen a la Copa América.
Habrá goles, figuras, festejos y títulos. Será difícil que pase desapercibido. "Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro", está inscripto sobre una de las paredes superiores
Es que ahí, la pelota queda de lado y el pasado recibe su homenaje. Tiempo atrás -según un informe del sitio Goal- el Estadio Nacional fue usado como un campo de prisioneros durante la dictadura de Augusto Pinochet, entre 1973 y 1981, en la que hubo 28.259 víctimas de prisión política y tortura, 2.298 ejecutados y 1.209 detenidos desaparecidos. Tuvo que pasar mucho tiempo, hasta 2003, para que el lugar fuera considerado como un espacio para reflexionar.
Es una tribuna viva en la que descansan los mensajes de los familiares, los lemas de la sociedad, los gritos de justicia, el silencio del respeto. El espacio se reconstruyó recién en 2003, bajo la presidencia de Michelle Bachelet. Pasó mucho tiempo. Hay algunos trabajadores que terminan de arreglar el lugar, que será de visita para miles de personas que lleguen a la Copa América.
Habrá goles, figuras, festejos y títulos. Será difícil que pase desapercibido. "Un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro", está inscripto sobre una de las paredes superiores
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