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lunes, 8 de agosto de 2011

La indignación social que vive actualmente el país, en ocasiones también recae contra los periodistas que van a reportear los sucesos



Por Cristóbal Montedónico
Los canales de televisión han optado por quitar los logos que los identifican de sus móviles de prensa y a veces, incluso, de sus micrófonos, para intentar frenar o a lo menos disminuir los ataques de los que suelen ser objeto en manifestaciones masivas. Un estudio del CNTV retrata lo que la gente parece estar tratando de decir: no quiere más sensacionalismo, discriminación, parcialidad e intrascendencia en las noticias
Se ha vuelto común que en las manifestaciones, protestas u otros eventos, los medios de comunicación presentes, reciban algún tipo de ataque por parte de determinados grupos que rechazan de manera agresiva la presencia de los periodistas.
Una de las últimas fue durante la marcha del 30 de junio. La concentración que tuvo como objetivo demandar mejoras en la educación chilena, no estuvo ajena de las agresiones a los medios. Daniel Matamala, periodista de Canal13, tuvo que soportar varios ataque cuando desarrollaba su reporteo. Le intentaron romper el micrófono, incluso le lanzaron unos candados. No obstante, el periodista recalcó que estos fueron hechos aislados.

Informativos en entredicho

El Consejo Nacional de Televisión (CNTV), publicó este año una encuesta sobre "Denuncias Ciudadanas". Uno de los resultados más reveladores, mostró que los televidentes critican la cobertura de los programas informativos.
De acuerdo con el estudio, 69% de los televidentes desaprueba el sensacionalismo, como en el caso de la cobertura del incendio de la cárcel de San Miguel, donde se emitieron los gritos de los presos mientras se quemaban.
También el 58% considera que es excesiva la intrusividad periodística con las personas de estrato social bajo en situaciones de conflicto con la ley, a diferencia del trato que reciben otros.
Frente a los géneros que despiertan críticas dentro de la audiencia, los que más se cuestionan, son los programas informativos. Se posicionan con un 47,2% siendo los peor evaluados, incluso más que los de farándula, los que alcanzan la segunda posición con un 15,6 %.
De los programas informativos, los aspectos que más generan molestia en los televidentes, son la discriminación, principalmente la estigmatización y maltrato que existe hacia los pobres, inmigrantes y homosexuales; la intrusividad es otro de los aspectos que desagrada, ya que se percibe un hostigamiento periodístico a personas que están en medio de una tragedia, como por ejemplo, aquellos que enfrentan la muerte de algún familiar; el sensacionalismo también produce repudio, particularmente cuando los periodistas presionan al entrevistado para lograr dramatismo o muestran imágenes explícitas de dolor. Pero todavía cuando estas se repiten constantemente.
Finalmente, la liviandad en los contenidos y el tratamiento de estos, es otro de los puntos criticados. La falta de información importante sobre los hechos que ocurren en el país y el mundo, la falta de rigurosidad periodística y contenidos intrascendentes, molestan a la ciudadanía, de acuerdo con el estudio del CNTV.

¿Medios alternativos?

Hechos ocurridos en el último tiempo parecen confirmar los resultados entregados por el CNTV.
Canal 13 emitió en junio, una nota hecha por la periodista Constanza Santa María sobre una de las marchas estudiantiles que se realizaron, convocando a miles de personas.
El enfoque dado a la nota, fue cuestionado ya que se centró en los aspectos negativos de la marcha, como los destrozos provocados por grupos aislados, omitiendo elementos más trascendentes como, la gran convocatoria que ésta tuvo, cercana a las 100 mil personas y, el impecable y cívico comportamiento de la mayoría de los presentes.
El caso más actual, de
TVN, fue la reiterada utilización de una imagen de apoyo, en la cual aparecía una persona encapuchada. Esta, era utilizada cada vez que se presentaba el tema de las movilizaciones estudiantiles, independiente del día y acto, que se estuviera hablando.Ante esta última situación, la periodista y académica de la U. de Chile Faride Zerán y el director de la radio Universidad de Chile, Juan Pablo Cárdenas hicieron un llamado para informarse a través de los medios alternativos, cuestionando la criminalización que se ha hecho a las protestas de los estudiantes.
Cárdenas expresó que "los jóvenes han demostrado claridad en sus planteamientos además de estrechar relación con los medios de Internet, el cual compite con la televisión, demostrando que la dictadura comunicacional tiene sus días contados gracias al periodismo electrónico y la radiodifusión".
Sobre el trabajo de los medios, expuso que " en vez de ir evolucionando, cada vez están más mal al querer seguir tergiversando los hechos y seguir con el propósito de criticar".
Añadió que "aunque la mayoría de los medios pertenecen a los grandes grupos de poder, que representa la inequidad del país, los periodistas deberían hacer algo para contrarrestar esto y no dejarse llevar por esta falta de ética que se exhibe cuando se tergiversa todo".
Faride Zerán comenta que mucho antes de las encuestas del CNTV, en diversos estudios del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ya aparecía el malestar de la gente hacia los medios de comunicación. Concretamente, hacia ciertos programas televisivos, "por tontos o chabacanos, o bien por la ausencia de programas culturales o la falta de espacios de debate", explica.
Agrega que "en la medida en que la ciudadanía ha ido empoderándose, ha surgido con fuerza la crítica o a veces la indignación ante la cobertura sesgada, sensacionalista, o directamente criminalizadora que ciertos medios masivos le dan a conflictos como el mapuche, estudiantil, a los temas relacionados con la delincuencia en poblaciones de Santiago, o a las demandas de las minorías sexuales. En todos ellos se perciben ciertas constantes que tienen que ver con la discriminación y la ausencia de puntos de vista o de fuentes que entreguen visiones diferentes a las oficiales".
La periodista sostiene que "esta percepción de que los medios masivos, particularmente la televisión, no está informando con veracidad , independencia y apego a estándares éticos, es lo que provoca la indignación ciudadana que exige, también como un derecho, el acceso a una información veraz, oportuna y pluralista".
"Hoy, en medio del ascenso de los movimientos sociales y cuando la interlocución es directa entre los medios y los actores sociales quedan al desnudo algunas lacras del periodismo chileno: poca investigación; excesivo protagonismo de fuentes oficiales; ausencia de otros actores que siguen siendo invisibilizados; falta de contextos; temor a cumplir con su rol fiscalizador, o desconocimiento de normas éticas elementales. Si a esto le sumamos la existencia del duopolio de la prensa escrita, el panorama resulta irritante y demoledor para un país que se ha querido vender como modelo de democracia" sentencia Zerán.
Por su parte, Enrique Mujica, Director de prensa de TVN, sostuvo que "antes y ahora la prensa es atacada por quienes no creen en el diálogo social. Es difícil que sepamos qué hay detrás de las agresiones, cuando quienes nos atacan no dan la cara y se esconden en la masa. En eso, no se diferencian con los que en el pasado atacaron a los periodistas porque no les gustaba lo que comunicaban. El problema de la desconfianza es un mal expandido en este país, básicamente porque las diferencias no se discuten civilizadamente".

Otros episodios

Las agresiones a la prensa no suceden sólo ahora, esta historia es de larga data. Hay varios episodios que así lo demuestran. Probablemente uno de los incidentes más recordados donde la maza actuó con inusitada violencia en contra de los periodistas, fue cuando murió Augusto Pinochet.
A fines de 2006, la noticia sobre la muerte del dictador, aparte de interrumpir el almuerzo de los chilenos, convocó a la prensa de todo el mundo. Entre los enviados especiales, estaba la periodista española María José Ramudo, de Televisión Española (TVE), quien mientras realizaba un despacho en vivo, sufrió la cobarde agresión por parte de la multitud, que le arrojaron todo tipo de cosas mientras intentaba trabajar.
Entre la maza, un tipo descontrolado identificado como René Araya, se abalanzó
contra la periodista intentando arrebatarle el micrófono. El pinochetista además gritó varios insultos en contra de los españoles. Todo esto mientras Ramudo, estaba al aire intentando despachar. Araya, tuvo que pedir disculpas públicas para evitar acciones legales en su contra.
Los pinochetistas registran varios conflictos con la prensa. El extinto Canal 2 Rock and Pop cuando cubría la detención de Pinochet en Londres, el año 1998, también fueron atacados por los adherentes del ex dictador, agresiones que fueron mostradas en el programa "El Factor Humano".




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