Miguel vivió la lucha revolucionaria de su pueblo como un joven rebelde y de mente abierta, desafió las jerarquías establecidas en la derecha y también en la izquierda.
Con sus padres y hermanos tuvo una estrecha relación, desde pequeño compartió del ambiente social de su familia.
Vivió en la ciudad de Concepción, donde transcurrirá su infancia, parte de su juventud y su período de estudiante. Desde que Miguel inicia sus estudios secundarios se manifiestan y afianzan en él, características que lo distinguen como un futuro líder y revolucionario.
El desarrollo y experiencias de la lucha guerrillera en América Latina, sus avances en el conocimiento del marxismo-leninismo, su participación creciente en la práctica de la lucha de clases, le fueron mostrando muy pronto el auténtico carácter que aspiraba del Partido Socialista en donde militaba, se le hizo evidente la total disociación entre el actuar reformista cotidiano, con un discurso revolucionario
Miguel, junto a otros, comprendió el sentido histórico y la necesidad de romper con los representantes de la política de la época, trazando delimitaciones claras entre los revolucionarios y los no revolucionarios, aprestándose a dar un paso más firme y de trascendencia, yendo más lejos que la gran mayoría de los sectores más avanzados de la izquierda chilena. Miguel Enríquez, dio ese paso, siendo parte en la fundación del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, “MIR”, el 15 de agosto de 1965.
El MIR se proponía, construir una organización que diera continuidad a las luchas clasistas históricas del movimiento popular chileno, romper con las concepciones tradicionales de la izquierda, y responder a la nueva realidad y expresiones sociales que emergían en la sociedad chilena.
Miguel, en la primera dirección nacional mirista, es elegido miembro del comité central. Cursaba entonces el quinto año de Medicina en la Universidad de Concepción. En ese tiempo, seguía impulsando múltiples actividades en frentes de masas de la zona, para hacer avanzar el trabajo político revolucionario, realizaba agitación política en poblaciones marginales, haciendo que el MIR, se convirtiera en la primera fuerza de la izquierda en el ámbito estudiantil universitario zonal, que afianza su tradición combativa.
El 11 de Septiembre de 1973, militares asesinos y con sed de poder, derrocan el gobierno del presidente Salvador Allende legítimamente elegido por el pueblo, pese a las desgarradoras violaciones a los derechos humanos, persecución indiscriminada al pueblo chileno, desaparición, ejecución y tortura, el MIR toma la difícil decisión de no asilarse, decidiendo impulsar la resistencia chilena desde la clandestinidad, teniendo muy claro el riesgo que se corría, políticamente era lo correcto, eso no es cuestionable, eso es, ¡consecuencia revolucionaria¡.
El sábado 5 de octubre de 1974, a las 13 horas, en calle Santa Fe, comuna de San Miguel, Miguel Enríquez, apenas había cumplido los 30 años cuando la muerte en combate lo encontró dignamente donde tenía que estar, al lado del pueblo, de cara al enemigo, enfrentando a la dictadura de Pinochet.
ADELANTE CON TODAS LAS FUERZAS DE LA HISTORIA
Compañero Miguel Enríquez,
Presente
Con respeto y unidad trabajan las nuevas Generaciones de Miristas junto a los ex Presos plíticos.
ResponderEliminarUn mensaje de lealtad a la causa y al nuevo Módelo de Gobierno "proceso que dificulta a los luchadores Sociales y Militantes del Mir" Esta Militancia Nueva que aprende y se reinventa ¡¡como salirle al paso, a las injusticias!! y como lema:¡¡ CONSECUENCIA Y TRABAJO y a no aquivocarse de Enemigo!!