Por Teresa Frías
 
Lutz fue uno de los generales conjurados para dar el golpe de Estado de 1973, pero sostuvo fuertes y públicas discusiones con Augusto Pinochet por la relevancia que había cobrado un coronel, Manuel Contreras, y los métodos represivos de la DINA. Falleció el 28 de noviembre de 1974 por una supuesta septicemia contraída en el Hospital Militar. Su familia, que presentó una querella para esclarecer las causas de su muerte, ha sostenido durante años que su deceso no fue accidental como se dijo en aquel entonces.
 
Lo ocurrido aquel 28 de noviembre de 1974, la fecha de su deceso, ha levantado sospechas en la familia Lutz por años. Sobre la base de las fuertes disputas que sostuvo el general con el propio Augusto Pinochet a pocos meses de consumado el golpe, y otros antecedentes, la familia del fallecido militar le ha pedido a la justicia que aclare si en su muerte participaron terceros.
 
El Juez Carroza solicitó el caso Frei para ver nexo con la muerte de su padre ¿usted cree que existe tal nexo entre ambas muertes? 
Si, efectivamente existe un nexo entre ambas muertes, pues el mismo médico que operó al general Augusto Lutz Urzúa, ocho años más tarde operó al Presidente Frei Montalva con resultado de muerte tras algunos episodios similares. Las circunstancias en ambos casos muestran un panorama político difícil para Pinochet que cuenta con unos servicios de seguridad del Estado creados para eliminar opositores. En el caso del general Lutz fue la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), cuyos inicios fueron clandestinos. En el caso del Presidente Frei, fue la Central Nacional de Informaciones CNI que reemplazó a la DINA pues el general Pinochet se vio obligado a sustituirla a petición del gobierno de USA debido a la participación de la DINA en la muerte del Ministro de Relaciones Exteriores Orlando Letelier y su secretaria perpetrada en suelo de USA.  
En el caso de mi padre, el general Lutz descubre una DINA que actúa clandestinamente unas semanas después del golpe militar, a raíz de la búsqueda de la profesora de mi hermano Alejandro, que había desaparecido, y cuyo hermano era del MIR. Mi padre a raíz de este hecho descubre que el general Pinochet despachaba con un Coronel Contreras en su coche oficial, quien más tarde ascendería a General como Director de la DINA. Su enfrentamiento con Contreras fue muy duro pues éste se negó a darle explicaciones sobre dicha desaparición diciendo que él solo despachaba con su General Pinochet.

El caso de su padre tiene 45 años, ¿qué le parece que aún no exista justicia?
Yo vivo en Madrid, desde 1977 y como sabéis en España, recién el jueves 29 de octubre se han podido exhumar los restos del dictador General Franco quien fue Jefe supremo de la Nación por más de 40 años. Han pasado 45 años desde su muerte y no ha sido posible entregar a los familiares los republicanos muertos en la guerra que aún siguen enterrados en fosas comunes, a pesar de la promulgación de una ley de la Memoria Histórica. Pese al tiempo transcurrido pienso que Chile ha dado un ejemplo como Estado en este sentido. No es fácil obtener justicia pues las víctimas inicialmente tienen miedo a denunciar, y luego cuando los ejecutores dejan de tener poder, muchos testigos han muerto y las personas, incluso familiares, lo ven como una tarea demasiado árida para los frutos que se pueden obtener. “No es practico pues con ello no se le devuelve la vida”. Por supuesto yo no lo veo así. La persona que muere por unos valores, y los que quedamos tenemos la obligación de difundirlos y mostrar la verdad.”

¿Qué avances tiene la investigación?
En primer lugar, el juez Carroza ordenó en junio de 2018 la exhumación de los restos de mi padre y disponemos ya de un informe cuyos resultados hay que analizar. Por el momento pienso que el avance más importante ha sido la acumulación de la Sentencia del Proceso del Presidente Frei al Proceso del General Lutz ordenada por el magistrado Carroza. Especialmente aquellas declaraciones de la Sentencia que se refieren a la enfermedad y muerte del general Lutz en el Hospital Militar de Santiago. Entre ellas encontramos la de algunos médicos y la del mismo cirujano que intervino en ambos casos, el Dr. Patricio Silva Garín. 

¿Qué responsabilidades tendría el doctor Silva Garín en la muerte de su padre?
A mí no me corresponde establecer responsabilidades sino es a la Justicia establecerlas y es por ello, que se inició este proceso para poder investigar y encontrar dichas responsabilidades. Tenemos la desventaja de los años que han pasado pues hay muchos testigos que están actualmente muertos. Pero, por otro lado, nadie puede tener temor a declarar pues estamos en una democracia que nos otorga unos derechos que nos protegen a todos como ciudadanos. La sentencia del Presidente Frei una vez más nos ha ayudado en este sentido y como es pública podemos hablar sobre ella. Queda manifiesto que el Dr. Silva Garín tenía vínculos con los servicios de seguridad pues fue el supervisor del Hospital de Campaña del Estadio Nacional en noviembre de 1973. Sin embargo, considero que es importante cualquier testimonio adicional, así como en referencia a información médica durante las dos últimas semanas de noviembre de 1974, período en el que estuvo internado el general Lutz en el Hospital Militar.

Llevan dos años de proceso y el caso Frei duró 20 años ¿Qué es lo que ustedes como familia esperan, creen que se demorará el mismo tiempo?
En efecto, esta querella se presentó en diciembre de 2017 y por tanto en diciembre de 2019 se cumplen recién dos años y si consideramos que la duración del proceso judicial del Presidente Frei fue de 20 años aproximadamente, considero que ha pasado muy poco tiempo. Pienso que en nuestro caso nos queda poco tiempo para encontrar testigos que hayan tenido conocimiento de las cirugías que se llevaron a cabo y estancia del general Lutz en el hospital Militar entre el 14  y 28 de noviembre de 1974 día en que murió. Por ello, quiero aprovechar esta entrevista para dejar mis señas si alguien quisiera contactarme.

Su padre a pesar de ser del Ejército fue blanco de la dictadura ¿Cómo fue el momento de perder a su padre?
Mi padre no solo fue un oficial de ejército de alta graduación sino fue Director del Servicio de Inteligencia Militar nombrado por el general Carlos Prats durante el gobierno del Presidente Salvador Allende. Un militar constitucionalista seguidor de la doctrina del General Schneider de defensa de la Constitución y del gobierno democráticamente elegido. Sus discrepancias con Pinochet ya mencionadas fueron la causa de que, llevando unos meses como Secretario de la Junta Militar, cargo que desempeñó una vez que dejó el SIM, fuera trasladado de improviso en el mes de julio de 1974 a la XII región de Punta Arenas reemplazando al general Cesar Benavides quien ocupó el cargo de Ministro del Interior.
En noviembre después de un cocktail se siente mal, tiene una hemorragia por la boca que resultó ser producto de una úlcera gástrica. Mi madre quiso llevárselo de Punta Arenas, y el médico no le dio el pase en el avión. Ella me pide hacer gestiones con el Ministro del Interior en Santiago quien igualmente se niega a ayudarnos. Finalmente es la mujer de Pinochet, a quien conocíamos como vecinos en Antofagasta, quien hace las gestiones para que la familia viaje en un avión comercial, acompañada de dos médicos hasta  Punta Arenas para examinarlo y luego volver en el mismo avión al Hospital Militar de Santiago para que fuera operado. Estuvimos con mi madre alojando en el Hospital Militar haciendo un seguimiento de mi padre: Fue operado dos veces en el Hospital Militar de Santiago y en una tercera vez se le practica una traqueotomía. No existe expediente médico ni documento alguno de ninguna de las operaciones en el Hospital Militar y solo hay testimonios de la primera operación. Sin embargo, los periódicos de la época hablan de las dos operaciones más la traqueotomía. Hubo un incidente grave con la sonda que se salió y provocó una peritonitis, lo que hizo necesaria la segunda operación, pero no tenemos testigos.
 
A partir de la segunda operación, mi padre sufre numerosas complicaciones entre ellas problemas pulmonares que hacen necesario traer un respirador de la Universidad Católica. Durante su estancia varias veces anunciaron la muerte de mi padre por radio y TV cuando estaba incluso mejor. Muere el 28 de noviembre de 1974 producto “de un cuadro de sepsis originado en infección pleural y peritoneal”.

Me recuerda la dictadura

¿Cuál es su opinión con respecto a la actual situación en Chile y la explosión social?
Pienso que la población chilena es muy madura y ha estado aguantando con sacrificio la llegada de “la tierra prometida” que ha culminado con una catarsis de una parte muy importante de los chilenos. Los frutos del crecimiento económico han llegado solamente a una parte pequeña de la sociedad pues no existen mecanismos redistributivos que permitan que la riqueza creada con el trabajo y esfuerzo de todos llegue a todos los chilenos. Al gobierno le ha pillado por sorpresa total pues existe en Chile un fenómeno de segregación que no permite la interrelación social entre directivos, empleados y obreros y por tanto es difícil conocer las verdaderas necesidades. Incluso ahora que hay un reconocimiento de esta desigualdad no será fácil el cambio pues Jaime Guzmán que intervino en la elaboración de la Constitución mandatado por Pinochet dejó atado que Chile no es una economía social de mercado como es el caso de la Constitución española, donde se responsabiliza al Estado del bienestar social de los ciudadanos en otras palabras de una “vida digna” .

El gobierno dio la orden de poner estado de excepción, militares en la calle y también el toque de queda ¿Le recuerda los tiempos de la dictadura? 
Por supuesto. Las madres y abuelas actuales, que éramos las jóvenes de aquella época, nos recordamos de la tremenda represión que se llevó a cabo con muchas detenciones y muertes y por tanto hemos sufrido viendo a los jóvenes exponiéndose de manera inocente por las calles. El gobierno se equivocó al sacar al ejército, pues no están preparados para controlar manifestaciones, ni saqueos sino actuar solo en caso de terrorismo o intervención de un país extranjero. Los carabineros tampoco tienen la capacitación necesaria para dispersar a las personas sin hacer daño a la gente y los saqueos se producían en comunas pobres donde había pocos efectivos para hacer frente a los desmanes y por tanto la misma población tuvo que hacer frente a la delincuencia. Otra carencia no solucionada por el Estado en cuanto a la desigualdad para proteger a la población.