por Michelle Lapierre Acevedo 14 noviembre, 2019
Señor Director:
Hace unos días recibimos la noticia de la suspensión de la Teletón, show mediático que desde hace unos años ha estado fuertemente cuestionado por la forma en que recolecta dinero para financiar al Instituto de Rehabilitación Infantil (IRI), cuyos argumentos son los mismos que hoy sostienen la movilización social: la necesidad de tener un estado garante y promotor de los derechos básicos, como en este caso, el derecho a la rehabilitación.
Para la nueva fecha de Teletón, en Abril del próximo año, una porción de los más de 200 mutilados oculares que llevamos hasta el momento, se encontrará en situación de discapacidad como secuela de la represión del gobierno de Sebastián Piñera, engrosando la lista de países con historia de discapacidad por causa política. Para ese momento, ¿Se hablará de la discapacidad como secuela de la guerra que un gobierno peleó unilateralmente contra su gente o más bien esperarán que estas nuevas personas con discapacidad estén en el escenario de Teletón llamando a depositar o que alguno de los niños afectados (si, los hay) califique para ser Embajador de Teletón (ex Niño Símbolo)?.
Es de esperar que la existencia de estas personas, hoy discapacitados políticos, sean suficiente razón para la necesaria desaparición de Teletón como medio de recaudación para financiar el IRI, y sea el inicio de un camino hacia el financiamiento estatal del Instituto y la garantía del derecho a la rehabilitación. La discapacidad en Chile, durante los últimos 41 años ha sido utilizada como instrumento del enriquecimiento empresarial, como mecanismo para el posicionamiento mediático de personajes televisivos, y hoy, como medida de represión política. Han pasado 41 años y 30 Teletones. Ya es tiempo de cambiar.
Michelle Lapierre Acevedo
Académica Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad Católica de Temuco
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