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martes, 1 de marzo de 2011

Movimientos sociales se toman la escena política en desmedro de los partidos.

Movimientos sociales se toman la escena política en desmedro de los partidos. “Podrían emerger nuevos liderazgos luego de la reconstrucción”, advierte analista

Manifestaciones ciudadanas contra la lenta reconstrucción, como la vivida en Talca, donde llegaron 5 mil personas (acto que no contó con la presencia de políticos), ponen en el tapete la lejanía existente entre los partidos y la gente. “Luego de los ofertones electorales viene el abandono”, parece ser la crítica.

Durante el 2010 fueron las masivas protestas contra la central “Barrancones” en el balneario de Punta de Choros (IV Región) y las insólitas marchas en rechazo a las partidas de Marcelo Bielsa de la Selección Chilena y de Harold Mayne-Nicholls de la ANFP las que encendieron el ambiente.

Y claro, en lo que va de 2011, son las decenas de agrupaciones, como las que se oponen a las construcciones de las centrales en las regiones de Atacama y Magallanes (termoeléctrica de Castilla e Isla Riesco), las que ponen en el tapete la lejanía existente entre los partidos y la gente, toda vez que no hay presencia de líderes políticos o parlamentarios en tales convocatorias.

Qué decir de las obras de reconstrucción para enfrentar el terremoto que el pasado domingo estuvo de aniversario. Luego del cataclismo, por ejemplo, se formó el Comité de Adelanto de la Población, cuyos componentes son las familias de los 160 departamentos de la Villa Manuel Larraín de Talca, inmuebles que fueron construidos en la década del 60 por la empresa Corvi y que literalmente quedaron en el suelo.

Según informan medios de comunicación locales, esta entidad le envió una carta a la ministra de Vivienda, Magdalena Matte, a mediados de 2010 para avanzar en algún tipo de solución. Además, sostuvo reuniones con funcionarios y autoridades de gobierno, parlamentarios, alcalde y concejales. En todo este contexto, se comienza a formar el Cabildo por Talca mientras se suceden -sin resultados- seguidas reuniones con legisladores y nuevas misivas al Ejecutivo, que incluyen anuncios que no logran tranquilizar a los afectados.

Así se llega al 27 de enero de 2011, fecha de la manifestación de los propietarios en la Avenida Lircay, y el 29 de enero, que es cuando se realiza el “Encuentro ciudadano por la reconstrucción justa”. Y para rematar, el 26 de febrero, los pobladores de la citada villa realizaron una bulliciosa velatón -con cacerolazo incluido-, reclamando por una reconstrucción justa y eficiente.

Demás está decir que este gremio nacido espontáneamente por el sismo del 27F también participó del acto protagonizado en la Plaza Cienfuegos 21 horas, en el que se exhibió un video sobre la postergada reconstrucción y donde se presentó el legendario grupo Inti Illimani. Llegaron 5 mil personas y no había ningún político conocido en el lugar.

De la misma forma, en Dichato y Concepción, y otras localidades dañadas por la catástrofe, diversas asociaciones ciudadanas y de pobladores taparon a insultos y reclamos al mismísimo Presidente Sebastián Piñera. Algunas de ellas son el “Movimiento Territorial de Pobladores Campamento el Morro”, de Talcahuano, el campamento “El Molino”, y la agrupación “Por una vivienda en mi barrio”.

“Hay poca presencia de los partidos doctrinarios”

¿Dónde están los políticos? La pregunta cae espontánea en cada una de las manifestaciones sociales que en las últimas semanas han cubierto la agenda noticiosa.

Según el académico de la Universidad Uniacc, Gonzalo Campos, la respuesta es obvia. “Los colectividades y la clase política van por una línea y el sentir de la ciudadanía por otra, es decir, hay una profunda lejanía entre el discurso y los hechos, donde el pueblo ve como lejanas todas las discusiones que se dan en el ámbito político”, manifestó a Cambio21.

Para el profesional, “hay poca presencia de los partidos doctrinarios en las temáticas ciudadanas. Y es raro, porque estos mismos temas son tratados todo el tiempo por los líderes políticos. Quizás, el votante da por seguro que luego de los ofertones electorales en tiempos de campaña viene el abandono”.

Consultado sobre si este escenario de crítica a los políticos podría generar en el corto o mediano plazo el nacimiento de nuevos dirigentes ajenos a los partidos, Campos enfatiza que “podrían emerger luego de la reconstrucción, pero el problema principal que yo veo es que hay poca capacidad de movilización”.

“Suele darse el surgimiento de movimientos apadrinados por algunos próceres del Parlamento, pero que aún así apagan, ya sea porque el sistema político en Chile está manejado por las grandes coaliciones o porque esos mismos nuevos líderes, como sucedió con la Revolución Pingüina, terminan absorbidos o superados o acaban militando en los partidos”, añade.

En un anterior artículo publicado por este diario, el vicepresidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Cristián Cuevas, recordado por su rol en el conflicto de los empleados subcontratados de Codelco, aseguró que “la crisis de los partidos terminará por hacerlos desaparecer y las personas buscarán los mecanismos para autorepresentarse. Y es ahí donde hay que estar atentos, porque esto le hace mal a la democracia, que hoy se ve como deficitaria y estrecha”.

Por su parte, el diputado PS Carlos Montes sostuvo que “los partidos no tienen por qué ser los referentes exclusivos de las movilizaciones sociales. La gente no es que le haya perdido el respeto a los partidos, sucede que el país se ha democratizado mucho gracias al aumento de los medios de comunicación y la gente no se queda tranquila con lo que dice la autoridad. Lo único claro es que el 2011 será el año de las movilizaciones, sin duda un gran desafío para nosotros, pero tenemos que reconstruir los niveles de confianza antes para que seamos parte de este fenómeno”.

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