MIERCOLES 25 DE FEBRERO 2015.
11 HORAS, EN TERCERA DE TILO.
ESQUINA ANDRES BELLO CEMENTERIO GENERAL
El presidente mártir de la ANEF fue asesinado por agentes de la
DINE en 1982. Como cada año, la ANEF recuerda y homenajea a su líder,
sin olvidar que fue víctima de un régimen que eliminó y desapareció a
cientos de empleados públicos en el país.
Han pasado 33 años del asesinato del presidente de la ANEF Tucapel
Jiménez Alfaro. Y como cada año, la ANEF lo recordará con una ceremonia
llena de respeto, a los pies de su tumba, en el Cementerio General, el
próximo 25 de febrero. Es en estos días de reflexión, que recordamos su
partida y el horror de los oscuros años de la dictadura.
¿Por qué?
Se sabe que el dirigente era vigilado y constantemente seguido por
agentes de la CNI y de la DINE meses antes de ser asesinado. Había
recibido ya amenazas de muerte incluso un año antes, lo que lo llevó a
grabar un mensaje en un cassette “por si algo me pasara”, según le contó
a su hijo.
Ya
en 1976 Jiménez creo el “Grupo de los Diez”, una coordinadora de
líderes sindicales que enfrentó a régimen militar exigiendo derechos
laborales. También se ligó a la organización sindical estadounidense
AFL-CIO, a quienes planteó en 1979 realizar un boicot a los productos
chilenos exportados a ese país, por ser producidos por trabajadores sin
derechos a organizarse ni a la negociación colectiva, protesta que
finalmente no prosperó. Sin embargo, ya desde ese momento, Tucapel
Jiménez quedó en la mira de la inteligencia militar.
Jiménez fue despedido de la Dirinco en 1980, sin embargo fue reafirmado
en su cargo en la ANEF como presidente. El tema incomodó al régimen,
que comparaba el liderazgo del dirigente con el de Lech Waleza en
Polonia. “Pinochet estaba obsesionado con el caso Walesa. El general
Jorge Ballerino, su orejero, lo había convencido de que algo similar
podría ocurrirle”, comentó el abogado del caso, Jorge Mario Saavedra, a
la periodista Alejandra Matus.
Se sabe que los militares tampoco miraban con buenos ojos las
conversaciones que Tucapel había tenido con el ex comandante de la FACH y
ex integrante de la Junta de Gobierno, Gustavo Leigh, a quien vio como
un posible aliado a la hora de reunir al mundo sindical.
El
17 de febrero, Tucapel hizo un llamado público a re-organizarse una
fuerza sindical que enfrentara las consecuencias del modelo económico y
político de la dictadura. El 25 de febrero partió en su taxi hacia el
edificio de la ANEF con este propósito, para juntarse con Manuel Bustos.
Fue asesinado durante el trayecto.
Los autores del crimen
Ya varios meses antes de su asesinato, Tucapel Jiménez era vigilado y
perseguido por agentes de la CNI, dirigidos por Álvaro Corbalán, y por
un grupo especializado en el movimiento sindical que informaba de sus
movimientos a la Central de Inteligencia. Esto incluía informantes entre
sus colegas y cercanos a su familia.
El 25 de febrero de 1982, Tucapel salió de su casa en Renca a las 9.30
hrs. Durante el trayecto se cree que fue interceptado por un conocido,
que también trabajaba como informante de la CNI. Gracias a él, tres
agentes de la DINE subieron a su taxi y lo obligaron a desviarse hasta
un sitio eriazo en Lampa. En el lugar le dispararon y luego lo
degollaron.
El caso, después de estar congelado por años, se reactivó cuando lo
investigó el actual Presidente de la Corte Suprema, Sergio Muñoz. El
asesinato estuvo a cargo del mayor del Ejército Carlos Herrera Jiménez,
junto a Manuel Contreras Donaire, quien degolló a Jiménez, y Miguel
Letelier. También estuvieron involucrados el director de la DINE, Ramsés
Álvarez; el comandante Víctor Pinto; Francisco Ferrer Lima; y Carlos
Herrera Jiménez.
Muñoz condenó a doce involucrados, quienes recibieron diversas penas,
las que la familia consideró bajas para la magnitud del caso.
Comunicaciones ANEF
Link directo: http://anef.universoweb.cl/contenido/noticia.php?varbajada=7636
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