Para la coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación, dafne Concha, la única vía para que los secundarios depongan las movilizaciones y vuelvan a clases "sería esta mesa de diálogo única con el Colegio de Profesores, con la Confech, donde hubiera señales claras desde el Presidente de la República de llamar a la sociedad chilena a un plebiscito vinculante".
por El Mostrador
La coordinadora de Padres y Apoderados por el Derecho a la Educación, Dafne Concha, aseguró que perder el año escolar “significaría para el gobierno un costo político increíble”. Por tanto, los argumentos del gobierno son “una amenaza”, opinió la dirigente y presidenta del Centro de Padres del Liceo de Aplicación, quien las calificó como “violencia directa del Estado”.
“No creo que vaya a ser el escenario político que el gobierno quiere. Yo creo que lo están usando como amenaza, igual que los desalojos, o las vacaciones que fueron para que el movimiento muriera por su propio peso, el no darles respuesta en dos meses, el no considerarlos, eso es violencia directa del Estado. Los muchachos están cansados que los traten como niños chicos, que no pueden generar propuestas, no tienen derecho a la expresión. Yo creo que no van a dejar repitiendo a los muchachos”, aseguró en Radio ADN.
En ese sentido, propuspo que “se cierre el semestre cuando terminen las movilizaciones y que el segundo semestre se pueda evaluar el próximo año en un primer trimestre. Las autoridades los quieren invisibilizar y no quieren considerar a los estudiantes secundarios como actores válidos, los consideran niños, irresponsables, pero estamos muy preocupados por la situación. No estamos de acuerdo con que los estudiantes hoy día estén planteando huelgas de hambre, no estamos siendo parte de que ellos sigan asumiendo esa bandera de lucha”.
Agregando que “desde el día que hicimos la toma de la catedral, hicimos un llamado a los muchachos a que por cada uno de ellos que entregara su bandera de la huelga de hambre asumía un padre y apoderado por ellos. Esto no se ha hecho concreto porque ellos evalúan que ideológicamente es correcto lo que están haciendo”.
Para la dirigente, la única vía para que los secundarios depongan las movilizaciones y vuelvan a clases “sería esta mesa de diálogo única con el Colegio de Profesores, con la Confech, donde hubiera señales claras desde el Presidente de la República de llamar a la sociedad chilena a un plebiscito vinculante”.
“No creo que vaya a ser el escenario político que el gobierno quiere. Yo creo que lo están usando como amenaza, igual que los desalojos, o las vacaciones que fueron para que el movimiento muriera por su propio peso, el no darles respuesta en dos meses, el no considerarlos, eso es violencia directa del Estado. Los muchachos están cansados que los traten como niños chicos, que no pueden generar propuestas, no tienen derecho a la expresión. Yo creo que no van a dejar repitiendo a los muchachos”, aseguró en Radio ADN.
En ese sentido, propuspo que “se cierre el semestre cuando terminen las movilizaciones y que el segundo semestre se pueda evaluar el próximo año en un primer trimestre. Las autoridades los quieren invisibilizar y no quieren considerar a los estudiantes secundarios como actores válidos, los consideran niños, irresponsables, pero estamos muy preocupados por la situación. No estamos de acuerdo con que los estudiantes hoy día estén planteando huelgas de hambre, no estamos siendo parte de que ellos sigan asumiendo esa bandera de lucha”.
Agregando que “desde el día que hicimos la toma de la catedral, hicimos un llamado a los muchachos a que por cada uno de ellos que entregara su bandera de la huelga de hambre asumía un padre y apoderado por ellos. Esto no se ha hecho concreto porque ellos evalúan que ideológicamente es correcto lo que están haciendo”.
Para la dirigente, la única vía para que los secundarios depongan las movilizaciones y vuelvan a clases “sería esta mesa de diálogo única con el Colegio de Profesores, con la Confech, donde hubiera señales claras desde el Presidente de la República de llamar a la sociedad chilena a un plebiscito vinculante”.
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