Vistas de página en total

jueves, 9 de octubre de 2014

Calle Santa Fe: La vida de Carmen Castillo después de la muerte de Miguel Enríquez

Por Verónica Romero
La documentalista pretendió mostrar qué pasó con Chile después de la muerte de uno de los líderes del MIR y cómo se puede recuperar la memoria de quienes perecieron en la lucha contra la dictadura de Pinochet. Sin embargo, además de mostrar los cambios que percibe en comparación al Chile de hace 40 años, también revela su ser y las transformaciones que ella misma ha experimentado en este regreso paulatino a su país.
Carmen Castillo regresó a Chile y participó de un diálogo con varios de sus adeptos en la librería Le Monde Diplomatique, donde se exhibió un extracto del documental "Calle Santa Fe", trabajo que relata la muerte de Miguel Enríquez en combate contra agentes de la dictadura el 5 de octubre de 1974.

La documentalista, quien fue pareja de Enríquez y que también se encontraba en la vivienda cuando fue atacada por la DINA, debió irse al exilio en Francia, desde donde tuvo la oportunidad de hacer cine y así contar la historia de Chile para dejar constancia de lo que realmente sucedió.

Castillo llegó a la librería, ubicada en la calle San Antonio, para el conversatorio que la reunió con sus seguidores y personas que dejó de ver cuando debió salir del país. La mayoría de los asistentes a la reunión tendría 70 años o más. Con un amistoso "hola compañeros" se dispuso a presentar el extracto de 15 minutos del documental que trata de reivindicar la memoria del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).

De contextura delgada, cabello rizado, sin gota de maquillaje y ropas oscuras, posee una mirada que, de alguna manera representa el dolor de lo vivido en dictadura, Carmen Castillo se refiere los días de clandestinidad, habla de  Miguel Enríquez, a quien describió como una persona con convicción e ideas firmes y a quien aún, después de 40 años, extraña.

En esta exposición se puede apreciar cómo la autora busca rescatar la memoria de quien fue su compañero hasta octubre de 1974, aunque su idea de alguna manera se contrapone a la forma en que los chilenos han creado las instancias para hacerlo. Mientras ella trata de tener un lugar físico donde reconocer la historia, en Chile se ha optado por  recordar a las personas debido a lo que hicieron. Es un contraste entre el recuerdo de la muerte y el de la vida.

Con una voz precisa para el relato, Castillo describe, lo que se puede apreciar en el documental, como una  historia que "está llena de encuentros y deseos, de un ir y venir de la memoria de lo que fue el 5 de octubre de 1974. Hay una representación de la memoria viva de Chile".

Frente a una audiencia cercana a las 50 personas, la documentalista comentó cómo fue el proceso en que comenzó a hacer cine y las posibilidades que esto le ha entregado para conocer otras partes del mundo. Es aquí que se detiene y recuerda que la lucha que se dio en Chile para terminar con las injusticias sociales, y que "estas aún permanecen en el país, donde si bien es un buen lugar para vivir porque la gente puede comprar cosas y se evita hablar de la pobreza, aún hay problemas con el transporte y el salario".

Como Carmen Catillo lleva más de la mitad de su vida alejada de Chile, parece costarle un poco entender que lo que critica es parte de lo que se ha logrado en democracia, donde se ha avanzado por tratar de lograr mayor igualdad, donde se ha hecho un trabajo para que las personas pierdan el temor a expresarse, de que se ha avanzado en cuanto a la memoria viva de la que ella habla.

Carátula documental Calle Santa FeNo vivimos en un país perfecto, pero de alguna manera se ha logrado construir una sociedad que es capaz de mirar su historia y aprender de ella, lo que se refleja en lo que el Poder Judicial ha hecho al investigar y castigar actos de violación a los derechos humanos ocurridos durante el régimen militar.

Si bien es cierto que la historia que acompaña la vida de Carmen Castillo es intensa, ya sea por su relación con Miguel Enríquez, por su lucha personal en contra de las desigualdades en las que estuvo sumido Chile durante la dictadura, su vida en el exilio, la muerte de su hijo, el trabajo que ha sido capaz de realizar como historiadora, escritora y documentalista, parece que se detuvo ese 5 de octubre de 1974. Es una vida que parece no poder perdonar, que no busca la reconciliación y no avanza más allá del dolor, parece no poder dar vuelta la página.

No es necesario decir que se trata de una mujer que tiene un don para el relato y conjugar una serie de hechos de la vida que le permiten compartir un testimonio contado desde la experiencia personal y de otros con los que comparte una historia. Carmen Castillo es una mujer inteligente y ágil con la habilidad de compartir sus ideas de manera respetuosa, aunque dice que "el robarle la vida a los demás para construir una obra es algo que hacemos todos los artistas".

La sensibilidad le ha valido a Castillo el reconocimiento de organizaciones de derechos humanos y varios premios en el cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores