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viernes, 17 de octubre de 2014

La “conveniente” demencia de los procesados por violaciones a los Derechos Humanos: la última arma de criminales de lesa humanidad

Por Equipo Cambio21
Ha sido una increíble tendencia que se ha visto en emblemáticos casos judiciales, sobre todo en los que involucran crímenes de lesa humanidad. La demencia pareciera ser una “mala costumbre” que va en aumento en la generación que tuvo relación con las torturas y que finalmente llegaron ante los tribunales.
El caso insigne de la tendencia corresponde al mismo jefe de la Junta Militar de Gobierno, Augusto Pinochet, quien evitó más de cien querellas en su contra al declarase esa condición en el general, quien comandó los mayores vejámenes que haya sufrido el país durante la dictadura.

Esto, recordando que su condición de salud mental y su avanzada edad fueron los argumentos esgrimidos por su defensa para eludir responsabilidades ante la Cámara de los Lords, en Londres. Acto que terminó cuando, al llegar a Chile, dejó "milagrosamente" su silla de ruedas.

Otro militar que corrió la misma suerte fue el general Sergio Arellano Stark, líder de la "caravana de la muerte" y que escabulló condenas en su contra por los crímenes que llevó a cabo por su paso por el norte y sur del país.

El caso más reciente. El general Ramsés Álvarez Sgolia, exdirector de la DINE condenado por el crimen del líder sindical, Tucapel Jiménez, en fallo dividido la Corte de Apelaciones aplicó el sobreseimiento definitivo sobre su causa, al serle declarada una demencia senil.

La lista suma y sigue, la condición se ha convertido en una casi irrefutable herramienta legal usada por los abogados de los acusados para evitar las condenas por los crímenes.

Sin embargo, estos casos no se pueden descartar. Entre ellos sí existieron diagnosticos ciertos de un desorden mental. Ahora, existen condiciones coincidentes que llevaron a varios de los torturadores a caer ante el peso de los años. Ese factor es la culpa.

El sicólogo Marco Antonio Grez, explica que "Las personas que no experimentan culpa son sicópatas, por lo tanto si una persona sometida a un proceso judicial por un proceso de violación de derechos humanos comienza a experimentar culpas, con algunos casos en que se han suicidado, podemos estar en presencia de personas que estaban  en conciencia durante su ejecución".

Es el mismo profesional quien explica que esta es la última herramienta a la que recurren algunos acusados cuando están acorralados y tienen que responsabilizarse de sus actos. "Cuando hablamos de quienes por muchos años se jactaron de su "hombría" que implica pertenecer a las fuerzas armadas, cuando enfrentan la justicia es fácil caer en argumentos lastimeros, como "tengo demencia senil" para de alguna manera no responder a la responsabilidad y la culpa que les compete. Eso es un acto de cobardía, eso no significa que en algunos casos el arrepentimiento exista y que la demencia se presente", explicó Grez.

Con esto dicho, el sicólogo recuerda "al dictador, cuando llegó a Chile, todo su entorno apelaba a un tema de salud, y todos sabemos la imagen que quedo en la retina, cuando se levantó de la silla (de ruedas), desafiante, después de apelar a la lástima para liberarse de los juicios que tenía que enfrentar. Y cuando se sentía seguro volvió a la soberbia, que es un acto muy narcisista".

El arma legal

Por su parte, el exabogado de la Vicaría de la Solidaridad, Luis Toro, recuerda que esta vieja y utilizada arma ya es una gastada, pero que sigue siendo eficaz, pero advirtió que puede ser fingida, por ello, en conversación con Cambio21, llamó a que los mismos exámenes que permiten que los acusados evadan las penas, sean revisados por agentes internacionales.

"Siempre está el riesgo de poder fingirlo, por eso en estos casos el SML tiene que asesorarse de los mejores expertos, y creo yo que las partes, así como la defensa, puede pedir que se exima por demencia, pedir otras pericias, como a expertos internacionales".

"La demencia como cualquier otra escusa para eximir de responsabilidades penales, tiene que ser decretada por los peritajes correspondientes, el más aceptado en Chile es el Servicio Médico Legal (SML), y obviamente esgrimir demencia por la defensa o por los acusados, se convierte habitual y es un arma que se combina con la edad", dijo Toro, explicando que esto es "para impedir que sea ocupada como un arma".

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