Vistas de página en total

miércoles, 8 de octubre de 2014

Esquema sería similar al de las Cascadas en cuanto a vulnerar espíritu de la ley

Bolsa indaga operaciones de la corredora de Penta diseñadas para reducir el pago de impuestos a clientes privilegiados

Entre los últimos días de cada año y los primeros de los siguientes –en el periodo del 2009 al 2013– la corredora de Délano y Lavín habría intermediado la compra y venta de acciones para elevar el capital de clientes y así reducir el pago de patentes. En total, las operaciones sumaron casi US$ 1.000 millones en cinco años. No sería la única corredora que lo hace. La institución bursátil ya comenzó a recabar antecedentes.
El grupo Penta vive sus peores momentos a raíz de la investigación que realiza el fiscal Carlos Gajardo por fraude al FUT.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) ya denunció ante Gajardo a los socios del holding, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, por usar boletas de sus cónyuges a cambio de servicios nunca prestados, y la misma repartición se apresta a denunciar o querellarse por el uso de boletas falsas que habrían estado destinadas a financiar campañas políticas, principalmente de candidatos de la UDI, partido históricamente vinculado a Penta.
Pero el grupo Penta tiene nuevas preocupaciones y golpean a su corredora de Bolsa, que lleva el mismo nombre. Según los antecedentes obtenidos por este medio, al menos entre 2009 y 2013, la corredora realizó operaciones en Bolsa a fines de cada año con una transacción inversa a inicios del año siguiente, las que estaban destinadas a elevar el capital de algunos de sus clientes –y eventualmente el propio– con el objetivo final de reducir el pago de patentes comerciales en las comunas donde operan.
Así, algunos clientes –seleccionados con pinzas a fines de cada año, de acuerdo a fuentes que saben cómo se hacía la operación– ejecutaban, a través de la corredora, la compra de acciones en los últimos días del ejercicio y luego vendían dichos paquetes de papeles a un tercero, que se habría prestado para el juego arrendando sus acciones.
Las mismas fuentes señalan que Penta no sería la única corredora que lo hace, pero sí la que más lo efectuaba.
Luego de presentados los antecedentes, la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS) confirmó ayer a El Mostrador Mercados que requirió pormenores a Penta Corredores de Bolsa para verificar los antecedentes del caso y determinar, en consecuencia, si traspasa dicha información al Comité de Buenas Prácticas.
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) solo informó que siempre analiza los mercados y que, en este caso en concreto, “para poder pronunciarse en profundidad sobre estas operaciones específicas, es necesario revisar y recabar todos los antecedentes –como, por ejemplo, las contrapartes que participaron de estas transacciones– que puedan determinar si dichas operaciones se hicieron conforme a lo que establece la Ley de Mercado de Valores más allá del cumplimiento formal y/o materialidad de estas transacciones”.
Penta se negó a responder.
En tanto, el Comité de Buenas Prácticas dijo que nunca antes había recibido información respecto de estos hechos y que “estudiará los antecedentes enviados para determinar las acciones que correspondan de acuerdo a sus atribuciones”.
En este sentido, explicó que “el Comité no ejerce facultades de fiscalización o de auditoría” y que, de hecho, a solicitud de él mismo, en la reforma de Estatutos de 2012 se eliminó la referencia a una facultad de supervigilancia del mercado, que resultaba equívoca y parecía indicar una función que el Comité “no realiza ni está en condiciones de realizar”.
Por ello –agregó el Comité–, el conocimiento de los hechos que tienen proviene de reclamos de clientes u otros corredores o de antecedentes enviados por la propia Bolsa.
La investigación de nuestro medio logró determinar un total de operaciones por más de $ 458.000 millones, casi US$ 1.000 millones en cinco años.

Bajo la sombra de Cascadas

La tesis del esquema levantada por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) en el caso Cascadas apunta a que eran transadas acciones que aparentaban ser de mercado (con competencia de por medio), pero que habrían estado acordadas para Julio Ponce, Leonidas Vial y Roberto Guzmán, por lo que serían ficticias.
En tal contexto, la corredora LarrainVial, al menos hasta ahora, habría sido clave para gestionar dichas operaciones, con el ingrediente particular de que en la firma uno de los socios principales es justamente Vial.
No es la única forma en que la Bolsa ha sido el centro de operaciones que podrían ser calificadas como “ficticias”. Quienes conocen el ruedo desde hace años aseguran que los ejemplos de ingeniería bursátil dan para todo y que solo la SVS en el caso Cascadas pudo poner freno a esas prácticas que cumplen lo formal pero vulneran el espíritu de la ley.
Un ejemplo de estas se encuentra asociado al pago de patentes comerciales en los municipios. Según la ley vigente, las municipalidades cobran un 0,5% de los activos de las empresas. Las compañías pagan ese porcentaje de acuerdo a los activos que tenían hasta el cierre de cada año y, en el caso de las acciones, si los impuestos ya fueron cancelados los pueden descontar de su pago de patentes.
Penta es una de las firmas que habría usado esta fórmula año a año al menos desde 2009. Hasta ahora, ni la SVS ni la Bolsa han formulado cargos ni menos sancionado por este tipo de operaciones que, según las fuentes consultadas que conocen la forma en que se realizan –y que sería una práctica masiva en otras corredoras de la plaza–, son un modus operandi habitual para eludir impuestos a los municipios, en particular en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, donde están registrados gran parte de las grandes fortunas de Chile, incluyendo las corredoras.

El regalo de Pascua

Dos ex ejecutivos de importantes corredoras del mercado accedieron a relatar –bajo reserva de su identidad– el sistema con el que los clientes preferidos de las corredoras realizan estas operaciones.
Según se relata, cada año en los días previos al cierre del mismo, un alto ejecutivo de la corredora informa a sus funcionarios el nombre de los clientes de la firma que serán beneficiados. El número de los que reciben el presente navideño no es infinito, dado que las operaciones implican comprometer la liquidez de la corredora y elevar sus índices de riesgo, que son medidos a diario por la SVS y que, por ende, deben ser controlados.
Las corredoras siempre operan al límite en sus ratios financieros, por lo que el uso de su capital a fines de cada año no es llamativo a las autoridades. La complejidad del manejo financiero de las empresas del sector hace prácticamente imposible presumir lo que muchas veces, no siempre, ocultan tras la apariencia del libre mercado que debería caracterizar a la Bolsa.

Las operaciones y sus coincidencias: Caso 2009-2010

Con la ayuda de ejecutivos y ex ejecutivos que han operado en la Bolsa, este medio pudo reconstruir numerosas series de operaciones ocurridas entre 2009 y 2013, donde coinciden una y otra vez compras de acciones en los últimos días del año y ventas por los mismos paquetes y a precios idénticos o con diferencias mínimas en los primeros días del año siguiente.
Así, dado que la fórmula considera que no haya en la práctica un traspaso efectivo de las acciones, no necesariamente hay flujo de dinero, pero sí en lo formal y ante las autoridades. Con ello, el poseedor transitorio de los papeles descuenta el pago –el SII supone que pagó– de su certificado de patentes comerciales ante el municipio, y no paga ni recibe dinero por las acciones que tuvo por menos de una semana.
El primer ejemplo recabado ocurre el 29 de diciembre de 2009. A las 10:50 de la mañana, la corredora de Penta, cuyo gerente general era y es el sobrino de Carlos Alberto Délano, Samuel Irarrázaval Délano, a través de una OD (Orden Directa) –donde la corredora intermedia por el comprador y el vendedor–, se “cruza” 124.146 acciones del Banco BCI a un precio de $ 16.750 cada papel. La operación se realiza con condición de pago CN, que implica la cancelación de la transacción en 48 horas hábiles.
Tras la resaca del Año Nuevo, el 4 de enero de 2010 la corredora vuelve a “cruzarse” la misma cantidad de acciones al mismo precio de la ocurrida el 29 de diciembre, pero esta vez con condición PH, es decir, pagadera el mismo 4 de enero.
La presunción, no confirmada y que debiera establecer la autoridad, es que quien compró el 29 de diciembre y vendió el 4 de enero es la misma persona o sociedad.
Penta repite este tipo de operaciones, pero esta vez con acciones CAP (Compañía de Aceros del Pacífico) en tres paquetes, el 29 de diciembre de 2009, por $ 1.788,12 millones cada uno, siempre en OD, los que son vendidos mediante mecanismo de pago a 24 horas el 4 de enero de 2010.
En las mismas fechas y siempre con acciones CAP, se realizan transacciones por paquetes de diverso tamaño, con sistemas de pago similares.
También lo hace con acciones Cencosud, Endesa, Copec, Provida, SQM-B, La Polar, Lan, Falabella y Entel. En todos los casos, se trata de paquetes idénticos en número de acciones y precios.
En 2009, de acuerdo a los antecedentes recabados, las operaciones de venta (casi medio centenar) hechas a fines de 2009 totalizan más de $ 72.000 millones (sin considerar las operaciones de compra de los primeros días de 2010, que totalizan cifras parecidas).
Las estimaciones apuntan a que los clientes favorecidos con estas intermediaciones hechas por Penta les habrían permitido descontar de su pago de patentes comerciales al municipio respectivo, presumiblemente de la zona oriente, el 0,5% de dicho monto, esto es, más de $ 350 millones.
Para este medio y para cualquier ciudadano que no tenga acceso a la corredora, confirmar si quien compró estas acciones a fines de 2009 y las vendió de vuelta el 4 de enero de 2010 es el mismo inversionista, resulta imposible, dado que la información de las contrapartes es reservada.
A ella solo tienen acceso las corredoras de Bolsa y, si realizan el requerimiento, la pueden obtener la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) y la Bolsa de Comercio de Santiago (BCS).
Ayer, la Bolsa informó que, a partir de los antecedentes entregados por El Mostrador Mercados, decidió solicitar la información a Penta Corredores de Bolsa para analizar y decidir si corresponde trasladar los antecedentes al órgano que puede formular cargos en caso de detectar infracciones al reglamento de la Bolsa, o sea, el Comité de Buenas Prácticas que preside Enrique Barros.
“La Bolsa de Comercio de Santiago ha solicitado a la corredora los antecedentes de las operaciones mencionadas para analizarlos en su mérito y remitirlos de ser necesario al Comité de Buenas Prácticas con la finalidad de que éste investigue de acuerdo a sus facultades y al mérito de los antecedentes que se recaben”, dijo la entidad que preside Juan Andrés Camus.
En el mercado aseguran que estas prácticas en el último año se han reducido y, en algunos casos, han sido eliminadas, en razón de la mayor fiscalización que estaría realizando la SVS a este tipo de operaciones.

¿Un ‘Cascada’ tributario?

Según quienes conocen estas prácticas y en algunos casos han sido parte de estas operaciones en años pasados, se trata de operaciones que en lo formal cumplen con la normativa local, pero si fueran analizadas detalladamente, con la contraparte en cada fecha, se detectaría que se trata de operaciones ficticias destinadas a favorecer al cliente que busca reducir el pago de sus patentes comerciales y no a realizar un traspaso efectivo en la propiedad de las acciones.
La figura legal, dice un ejecutivo del sector, puede perfectamente asimilarse a las cuestionadas por la SVS en el caso Cascadas, donde existía formal cumplimiento de la Ley del Mercado de Valores y del reglamento tanto de la Bolsa de Comercio de Santiago como de la Bolsa Electrónica de Comercio (BEC), pero que tenía un ‘mar de fondo’ que habría estado destinado a disminuir o eliminar la competencia por parte de terceros y asegurarles a Julio Ponce, Roberto Guzmán y Leonidas Vial la compra y venta de paquetes de acciones relevantes de las sociedades cascadas.
De hecho, en las transacciones analizadas se encuentran compra y venta de paquetes de acciones de Enersis, Colbún y Endesa, que incluyen variaciones de precios mínimas entre la operación del 29 de diciembre de 2009 y el 4 de enero de 2010.
No obstante, en la misma línea de razonamiento de la SVS en el Caso Cascadas, los diferenciales de precio tan acotados no aseguran que haya sido una operación de mercado. Si la autoridad revisa la identificación de las contrapartes (los clientes), podrá detectar si existió una operación ficticia o no.

Día de los Inocentes: Caso 2011-2012

A fines de 2011 y comienzos de 2012, las operaciones de Penta se repiten. El 28 de diciembre, Día de los Inocentes, la corredora de Délano y Lavín intermedia numerosos paquetes de acciones, que luego serán vendidos en idénticas condiciones en los primeros días de 2012.
Ese día 28, Penta se cruza cuatro paquetes por un total de 1,74 millón de acciones Falabella a distintos precios, a través de Venta Corta (una operación en que un cliente acuerda comprar un grupo de acciones y recomprarlas a un determinado precio en un período dado). El 2 y el 3 de enero de 2012, la corredora se vuelve a cruzar, esta vez en un grupo de 6 paquetes, el equivalente al mismo número de acciones, con diferenciales de precio inferiores al 0,5%.
Similares operaciones realiza con papeles Copec, SQM-B y Entel. Siempre con la fórmula Venta Corta e indefectiblemente con el mecanismo de la OD, donde la corredora juega en su misma cancha, representando al comprador y al vendedor, algo legal y por montos que también cumplen con los límites legales. Nuevamente –recuerda un ejecutivo que conoce de sobra este mercado–, si la SVS cuestionó las operaciones en el caso Cascadas, esta vez su criterio parece haber operado distinto.
Para este tipo de operaciones, los clientes que presumiblemente participaron como beneficiados en el negocio –aseguran fuentes del mercado– debieron haber usado sistemas de financiamiento conocidos como simultáneas.
Éstas funcionan de la siguiente forma: la corredora, con su propio capital, o un inversionista cualquiera, le presta el dinero al cliente que desea hacer la operación para que compre las acciones. Cuando se ejecuta la transacción de vuelta, donde el cliente se desprende de los papeles, esa plata retorna al financista con diferencial de precio –una especie de interés–, que es finalmente el negocio para quien desembolsó el dinero.
En la Venta Corta, no obstante, figura normalmente un tercero que es quien “arrienda” las acciones, es decir, las presta por esos días para que el inversionista beneficiado concrete el negocio y rebaje sus impuestos municipales. Según los ejecutivos consultados, dados los altos montos de acciones, presumiblemente quienes pueden haber prestado esos paquetes de acciones son inversionistas institucionales, como las AFP, sin que necesariamente supieran el objetivo de las operaciones.
Si la autoridad confirmara la participación de dichos inversionistas, podría investigar si conocía o no de las operaciones controvertidas consignadas en este artículo y que fueron enviadas en detalle a la Bolsa, la SVS, el Comité de Buenas Prácticas y Penta.
Con todo, existe un elemento aun más complejo que la investigación de la Bolsa y de la SVS –si decide o decidió hacerlo en el pasado– podría descubrir. Un ex alto ejecutivo de una corredora revela que, ya que a fin de cuentas la compra y venta de las acciones las realizó el mismo inversionista (con la participación de un tercero, presumiblemente un inversionista institucional), el traspaso de dinero que en lo formal se habría concretado, en la práctica nunca ocurrió; es decir, en los hechos, ni el traspaso de las acciones fue real, como tampoco lo fue el pago de ida o de vuelta. Una escena teatral completa.
Las operaciones de fines de 2011 de Penta totalizan 30 y suman más de $ 49 mil millones, con lo cual el o los inversionistas –si efectivamente corresponden al que compró a fines de 2011 y al que vendió a comienzos de 2012– habrían reducido en casi $ 250 millones su pago de patentes comerciales en los municipios donde están registrados.

Broche de oro: 2012-2013

Las últimas transacciones de operaciones de fin año ocurren entre el 27 de diciembre de 2012 y el 3 de enero de 2013.
Penta intermedia una Venta Corta de dos paquetes por un total de 1,13 millón de acciones el 27 de diciembre de 2012, a un precio que difiere en casi 1%. La corredora lo realiza a través de una OD y arrendando acciones a un tercero. El 3 de enero las acciones son vendidas con el diferencial de precio referido y reflejando, además, un tipo de transacción casi idéntico a lo ocurrido en años anteriores. Solo en estas operaciones se ven involucrados más de $ 12.500 millones.
Lo mismo hace en otra veintena de operaciones con acciones Falabella, Copec, Endesa, Cencosud y Enersis, totalizando, solo el 27 de diciembre (en las de “ida”) transacciones por más de $ 105 mil millones. En total, los inversionistas involucrados habrían logrado reducir en más de $ 500 millones de pesos sus pagos de patentes.
Así, hace dos años y medio, Penta concretó el mayor paquete de operaciones en este período y en la tipología de negocios –según relatan quienes conocen la ingeniería bursátil de Penta y otras corredoras– para mantener contentos a sus clientes, los privilegiados inversionistas de la Bolsa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores