Ex candidato a senador y columnista Hermógenes Pérez de Arce a seis meses del gobierno de Piñera:

Ex candidato a senador y columnista Hermógenes Pérez de Arce a seis meses del gobierno de Piñera: “Ha hecho promesas que atentan contra la unidad nacional” y “no ha cumplido promesas de campaña”

Fuente Cambio 21

En medio de la celebración del Bicentenario, el ex columnista del diario El Mercurio, analizó para Cambio21 la fiesta y el debate que se formó por los feriados irrenunciables. Asimismo, se refirió a los militares presos por violación a los derechos humanos y los beneficios carcelarios, donde afirma: “Se les han desconocido sistemáticamente sus derechos legales”.

Respecto al gobierno, Hermógenes Pérez de Arce, se pone más crítico y señala –entre otras cosas- que “ha hecho promesas que atentan contra la unidad nacional” y que “no ha cumplido promesas de campaña”.

Frente a la celebración del Bicentenario, ¿qué le ha parecido todo el debate anexo que se ha formado con los feriados irrenunciables?

"Soy contrario a los derechos irrenunciables, en general, porque limitan la libertad personal. Pienso que las personas que querían trabajar esos días podían hacerlo", afirma.

Con el terremoto, el tema de los mineros y los mapuches ¿cree que el Bicentenario debe ser tomado como una celebración o conmemoración?

Debe celebrarse, porque es una fecha nacional importante, sin perjuicio de la preocupación por cosas negativas que suceden simultáneamente y que suelen presentarse junto con las efemérides.

Como parte del Bicentenario, se planteó hace un tiempo el indulto para militares, algo que no obtuvo frutos. Ahora el tema se centra en los beneficios para quienes cometieron crímenes de DD.HH. ¿Usted está a favor o en contra de esta posibilidad?

"A los presos y procesados ex uniformados se les han desconocido sistemáticamente sus derechos legales y el indulto era una forma de remediar eso en los casos en que la prevaricación judicial ha sido ostensible, pero el Gobierno carece del coraje político necesario para eso".

Hay quienes aseguran que Sebastián Piñera tiene una deuda con los militares, ¿usted lo cree así?

"Él les prometió velar por que se respetaran las leyes en los juicios contra ellos y no ha hecho nada para cumplir con eso".

A seis meses del gobierno de Piñera, ¿cómo ve que ha hecho las cosas hasta el momento?

"Muy mal, pues teniendo el Estado sobrados recursos (es el ente más rico de Chile) para cubrir los daños del terremoto, subió los impuestos. Parte de éstos castigan al ahorro y a la inversión. Ha hecho promesas que atentan contra la unidad nacional, como la de reconocer al pueblo mapuche como algo distinto del pueblo chileno. Por demagogia ha frustrado un proyecto eléctrico importante, que cumplía los requerimientos ambientales.

"No ha cumplido promesas de campaña, como ser severo con la delincuencia, pues se propone rebajar las penas a terroristas del sur. No ha cumplido con un posnatal de seis meses ni con eliminar la cotización de salud a los jubilados. No cumplió con vender sus empresas antes de asumir, pues un par las vendió después, otras no se han vendido y ha declarado que otras no las piensa vender".

¿Cómo cree que ha manejado temas como el terremoto, despidos en el sector público, mapuches y termoeléctricas?

"El terremoto se ha manejado pasablemente, los despidos están bien y deberían ser más, porque hay exceso de personal burocrático, los temas de los mapuches y las termoeléctricas, como dije antes, los ha manejado pésimo"

Pese a que aún no termina el primer año de la nueva administración ya se perfilan candidatos para el 2014, ¿a quién ve de la derecha reemplazando a Sebastián Piñera y que pueda competir con Michelle Bachelet (quien se transformó en una carta segura de la Concertación)?

"Veo, por el momento, a Lavín y Golborne como figuras con apoyo popular, pero eso puede cambiar".

Parlamentarios de la derecha plantearon la idea de la reelección presidencial y del alargue del período. ¿Usted, por cual de las dos ideas está y qué piensa de cada una?

Yo siempre fui y sigo siendo partidario de un período presidencial de ocho años sin reelección, como lo establecía originalmente la Constitución, pero eso desagrada a los políticos porque "hay demasiadas cuerdas para el trompo".