16/03/2015 | La
víctima fue Sergio Riveros Villavicencio, de oficio tipógrafo y
militante del Partido Comunista, quien fue detenido por agentes de la
DINA el 15 de agosto de 1974 en su domicilio y llevado hasta un centro
de torturas en pleno centro de Santiago, donde su rastro se perdió hasta
hoy.
La
Corte Suprema condenó este lunes a diez años y un día de prisión a
cinco antiguos agentes de la dictadura de Augusto Pinochet por el
secuestro calificado (desaparición) de un militante comunista en 1974,
informaron fuentes judiciales.
Entre los condenados está el general Manuel Contreras, quien fue el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del régimen de facto y que acumula sentencias por más de 400 años de prisión, por violaciones de los derechos humanos.
Los otros condenados son el brigadier Miguel Krassnoff Martchenko, el coronel Marcelo Moren Brito y los ex suboficiales Basclay Zapata Reyes y Nelson Paz Bustamante.
La víctima fue Sergio Riveros Villavicencio, de oficio tipógrafo y militante del Partido Comunista, quien fue detenido por agentes de la DINA el 15 de agosto de 1974 en su domicilio y llevado hasta un centro de torturas en pleno centro de Santiago, donde su rastro se perdió hasta hoy.
En primera instancia, el juez especial Alejandro Solís había condenado a Contreras y demás imputados a quince años de prisión por este crimen.
En la parte civil, la Corte Suprema ordenó al Estado chileno a pagar una indemnización de 300 millones de pesos (unos 476.000 dólares), divididos en tres partes iguales, a la esposa y dos hijos de la víctima.
Entre los condenados está el general Manuel Contreras, quien fue el jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta del régimen de facto y que acumula sentencias por más de 400 años de prisión, por violaciones de los derechos humanos.
Los otros condenados son el brigadier Miguel Krassnoff Martchenko, el coronel Marcelo Moren Brito y los ex suboficiales Basclay Zapata Reyes y Nelson Paz Bustamante.
La víctima fue Sergio Riveros Villavicencio, de oficio tipógrafo y militante del Partido Comunista, quien fue detenido por agentes de la DINA el 15 de agosto de 1974 en su domicilio y llevado hasta un centro de torturas en pleno centro de Santiago, donde su rastro se perdió hasta hoy.
En primera instancia, el juez especial Alejandro Solís había condenado a Contreras y demás imputados a quince años de prisión por este crimen.
En la parte civil, la Corte Suprema ordenó al Estado chileno a pagar una indemnización de 300 millones de pesos (unos 476.000 dólares), divididos en tres partes iguales, a la esposa y dos hijos de la víctima.
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