06/03/2015 | Por Nicolás Borcoski
Más de 30 años han pasado desde que un grupo de miristas murieron a manos de las fuerzas de la dictadura. El operativo dirigido por el ahora parlamentario RN, terminó con la vida de nueva personas, seis de ellas campesinos de las cercanías de Valdivia alejados del acontecer político. Con tres décadas de desfase, finalmente se hará una verdadera autopsia.
Más de 30 años han pasado desde que un grupo de miristas murieron a manos de las fuerzas de la dictadura. El operativo dirigido por el ahora parlamentario RN, terminó con la vida de nueva personas, seis de ellas campesinos de las cercanías de Valdivia alejados del acontecer político. Con tres décadas de desfase, finalmente se hará una verdadera autopsia.
Ya
se comienza a gestar un nuevo capítulo en la polémica historia manchada
de sangre que involucra al diputado desaforado de Renovación Nacional,
Rosauro Martínez. Quien fuera alcalde de Chillán designado por Pinochet
perdió el escaño en junio de 2014 por sus posibles vínculos con los
crímenes de miristas en Neltume, precordillera de Panguipulli (Región de
Los Ríos). Es durante este mes que el sanguinario caso da un nuevo paso
con la confirmación de las fechas de exhumaciones de las víctimas
asesinados en Valdivia.
Martíne, siendo mayor del Ejército, habría liderado, en 1981, la Operación Machete en Neltume para impedir que se concretara la Operación retorno a Chile del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, la que buscaba establecer en la zona un centro de preparación de sus miembros. Durante ese ejercicio fueron asesinados Patricio Calfuquir, José Monsalve y Próspero del Carmen Guzmán.
Durante la primera quincena de marzo, la ministra de la causa, Emma Díaz, fijó las dos primeras tareas de exhumación de las víctimas que concretará el Servicio Médico Legal. El 12 se realizará las que corresponden al Cementerio General de Santiago y el 16 a los cuerpos sepultados en Valdivia, Choshuenco y Temuco.
En total serán nueve los cuerpos que deben periciar en el Servicio Médico Legal, además de las personas y miembros del MIR, y campesinos de la zona que también fueron asesinados por el pelotón comandado por Martínez.
Fue en marzo de 2014, en que cinco conscriptos que participaron en los crímenes de Neltume, bajo la orden de Rosauro Martínez, el "comandante Machete", entregaron su testimonio en un reportaje de CIPER, sobre lo que ocurrió ese día y ubicaron al hasta entonces diputado en el lugar del delito. Cabe recordar que en ese entonces la mayoría de los uniformados tenía 19 años y hasta ahora, la versión que han sostenido los cercanos al exmilitar, es que hubo un violento enfrentamiento entre los miristas refugiados en una caseta.
La DINA metió la nariz
La medida solicitada por los abogados querellantes se basa en que, tras los crímenes, los cuerpos no fueron sometidos a autopsia, como es habitual, sino que la partida de defunción fue rellenada por un médico de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) sólo con la cantidad de disparos recibidos y la distancia desde que fueron propinados. La principal preocupación es las dificultades de los exámenes como consecuencia del estado de descomposición. Cabe destacar que las labores fueron asignadas con estas fechas, para evitar las inclemencias del clima sureño en el invierno.
Junto con las tareas forenses agendadas, para abril se concretará la reconstitución de escena de los crímenes a manos de militares ocurridos una madrugada de septiembre de 1981, cuando el sol aún no alumbraba.
Los crímenes
Según la investigación oficial, los miristas habrían llegado al lugar para formar una escuela de entrenamiento para guerrillas. Los documentos, correspondientes a la declaración entregada por el capitán Rosauro Martínez, relataban lo que ocurrió ese día 20 de septiembre de 1981 en la cordillera de Neltume.
En ella el militar dice que fue alertado de la presencia de 3 miembros armados del MIR en una casa y que al llegar al lugar se les ordenó rendirse y dejar las armas, petición que fue respondida con una ráfaga de disparos, específicamente de un fusil FAL.
El intercambio de disparos terminó con la muerte de 2 hombres en el interior de la cabaña y un tercero a escasa distancia, con un impacto de bala en la cabeza. La propiedad quedó totalmente destruida producto de la lluvia de balas.
Los miristas fallecidos fueron después identificados como José Monsalve, Patricio Calfuquir y Próspero del Carmen Guzmán, quienes presentaban decenas de heridas de bala en el cuerpo.
Además, también salieron a la luz papeles correspondientes a la hoja de vida del capitán de Ejército. En ellos se ve la firma de Martínez y de Manuel Contreras, director de la DINA, en documentos oficiales.
El oficial Martínez permaneció en la DINA hasta que esta cambió a Central Nacional de Inteligencia (CNI). Luego en retiro, pasa a ser alcalde de Chillán designado por Pinochet entre 1989 y 1992.
Martíne, siendo mayor del Ejército, habría liderado, en 1981, la Operación Machete en Neltume para impedir que se concretara la Operación retorno a Chile del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, la que buscaba establecer en la zona un centro de preparación de sus miembros. Durante ese ejercicio fueron asesinados Patricio Calfuquir, José Monsalve y Próspero del Carmen Guzmán.
Durante la primera quincena de marzo, la ministra de la causa, Emma Díaz, fijó las dos primeras tareas de exhumación de las víctimas que concretará el Servicio Médico Legal. El 12 se realizará las que corresponden al Cementerio General de Santiago y el 16 a los cuerpos sepultados en Valdivia, Choshuenco y Temuco.
En total serán nueve los cuerpos que deben periciar en el Servicio Médico Legal, además de las personas y miembros del MIR, y campesinos de la zona que también fueron asesinados por el pelotón comandado por Martínez.
Fue en marzo de 2014, en que cinco conscriptos que participaron en los crímenes de Neltume, bajo la orden de Rosauro Martínez, el "comandante Machete", entregaron su testimonio en un reportaje de CIPER, sobre lo que ocurrió ese día y ubicaron al hasta entonces diputado en el lugar del delito. Cabe recordar que en ese entonces la mayoría de los uniformados tenía 19 años y hasta ahora, la versión que han sostenido los cercanos al exmilitar, es que hubo un violento enfrentamiento entre los miristas refugiados en una caseta.
De izquierda a derecha; Patricio Calfuquir, José Monsalve y Próspero del Carmen Guzmán, asesinados en Neltume. |
La DINA metió la nariz
La medida solicitada por los abogados querellantes se basa en que, tras los crímenes, los cuerpos no fueron sometidos a autopsia, como es habitual, sino que la partida de defunción fue rellenada por un médico de la Central Nacional de Inteligencia (CNI) sólo con la cantidad de disparos recibidos y la distancia desde que fueron propinados. La principal preocupación es las dificultades de los exámenes como consecuencia del estado de descomposición. Cabe destacar que las labores fueron asignadas con estas fechas, para evitar las inclemencias del clima sureño en el invierno.
Junto con las tareas forenses agendadas, para abril se concretará la reconstitución de escena de los crímenes a manos de militares ocurridos una madrugada de septiembre de 1981, cuando el sol aún no alumbraba.
Los crímenes
Según la investigación oficial, los miristas habrían llegado al lugar para formar una escuela de entrenamiento para guerrillas. Los documentos, correspondientes a la declaración entregada por el capitán Rosauro Martínez, relataban lo que ocurrió ese día 20 de septiembre de 1981 en la cordillera de Neltume.
En ella el militar dice que fue alertado de la presencia de 3 miembros armados del MIR en una casa y que al llegar al lugar se les ordenó rendirse y dejar las armas, petición que fue respondida con una ráfaga de disparos, específicamente de un fusil FAL.
La Operación Retorno a Chile, consistía en preparar a campesinos en lucha armada contra la dictadura |
El intercambio de disparos terminó con la muerte de 2 hombres en el interior de la cabaña y un tercero a escasa distancia, con un impacto de bala en la cabeza. La propiedad quedó totalmente destruida producto de la lluvia de balas.
Los miristas fallecidos fueron después identificados como José Monsalve, Patricio Calfuquir y Próspero del Carmen Guzmán, quienes presentaban decenas de heridas de bala en el cuerpo.
Además, también salieron a la luz papeles correspondientes a la hoja de vida del capitán de Ejército. En ellos se ve la firma de Martínez y de Manuel Contreras, director de la DINA, en documentos oficiales.
El oficial Martínez permaneció en la DINA hasta que esta cambió a Central Nacional de Inteligencia (CNI). Luego en retiro, pasa a ser alcalde de Chillán designado por Pinochet entre 1989 y 1992.
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