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martes, 24 de marzo de 2015

CONDOLENCIAS DEL MUNDO DE LOS DERECHOS HUMANOS.

COMUNICADO.

"COMUNICADO.
CONDOLENCIAS DEL MUNDO DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Se comunica el sensible fallecimiento del Sr. José Orlando Pradenas Soto,Padre de Nano Pradenas.
Sus restos están siendo velados en su Domicilio,en Vicuña Mackenna N° 1850, Población la Bandera.
Para llegar hasta la casa ,bajarse en estación metro San Ramón.

Sus Restos serán sepultados este miércoles 25 de marzo a las 16 horas,en el Cementerio Parque Cordillera de la Florida.

Marcos Rodriguez G.

EL APOCALIPSIS

Capítulo 21

1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.

2 Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.

3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.

4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas."  24 de marzo 2015
Se comunica el sensible fallecimiento del Sr. José Orlando Pradenas Soto,Padre de Nano Pradenas.
Sus restos están siendo velados en su Domicilio,en Vicuña Mackenna N° 1850, Población la Bandera.
Para llegar hasta la casa ,bajarse en estación metro San Ramón.

Sus Restos serán sepultados este miércoles 25 de marzo a las 16 horas,en el Cementerio Parque Cordillera de la Florida.

Marcos Rodriguez G.

EL APOCALIPSIS
Capítulo 21
1 Y VI un cielo nuevo, y una tierra nueva: porque el primer cielo y la primera tierra se fueron, y el mar ya no es.
2 Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
3 Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos.
4 Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.

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