Vistas de página en total

viernes, 23 de septiembre de 2011

¿Tienen que renunciar los cuatro presidentes de los partidos de la Concertación



¿Tienen que renunciar los cuatro presidentes de los partidos de la Concertación para de verdad comenzar de cero? Por ahora no hay respuestas


Por Luis Casanova R.

Otra opción es que los timoneles de la DC, el PS, el PPD y el PRSD asuman su responsabilidad si para el 23º aniversario del triunfo del No el resultado sólo incluye carpetas vacías, más peleas, nuevos plazos y más explicaciones.
"O se ponen de acuerdo o por favor resignen a sus cargos para que podamos hacer bien las cosas"."Mientras tenemos un incendio en la sociedad chilena, hay ocho personas de la Concertación que recorren el país o mandan recados a todas partes para decir que quieren ser candidatos presidenciales, aunque no tenemos más que el 25% de apoyo, falta tres años y ni siquiera sabemos como vamos a ganar las municipales".Las declaraciones de enojo pertenecen al senador de la Democracia Cristiana, Mariano Ruiz Esquide, dirigente que se define como "disciplinado" ante las determinaciones que adopte la directiva de Ignacio Walker, pero que volvió a poner sobre la mesa que la solución de todos los males de la coalición pasa por la continuidad de los timoneles de los cuatro colectividades, el mencionado Walker, el diputado PS Osvaldo Andrade, la ex ministra PPD Carolina Tohá y el senador radical José Antonio Gómez.El tema no es nuevo en el sector. Cuando Eduardo Frei y Sebastián Piñera pasaron a la segunda vuelta en la elección del 17 de diciembre de 2009, quien resultó tercero, el entonces diputado Marco Enríquez-Ominami, exigió que para propiciar un acuerdo entre su sector (depositario del 20% de los votos) y el arcoiris, sus timoneles (Juan Carlos Latorre, Camilo Escalona, Pepe Auth y el propio Gómez) dieran un paso al costado.De los interpelados, sólo Auth y Gómez cedieron sus cargos. Mientras que Latorre y Escalona continuaron en las testeras de sus respectivos partidos.Así se llegó al balotaje del 17 de enero de 2010. Frei pierde ante Piñera y se dio por iniciada una crisis que hasta el día de hoy persiste en el sector.Escalona dimitió y asumió la responsabilidad política del hecho. En su reemplazo llegó de forma interina Fulvio Rossi y los diputados Adriana Muñoz y Fernando Meza fueron las caras visibles del PPD y el PRSD hasta nuevo aviso.Muñoz mantuvo el bajo perfil, mientras que Meza protagonizó el primer altercado de la nueva oposición luego que los radicales, el PRI, RN y la UDI pactaran la administración de la Cámara de Diputados desde el 2010 al 2014. Si no es por la molestia de la Concertación, tal mandato se hubiera cumplido a cabalidad.Después del polémico entuerto, Meza "le devolvió" el mandato a Gómez, quien pasó sin sobresaltos la elección interna del año pasado. En la DC, Ignacio Walker se hizo del poder hasta el 2012 y ya avisó que no repostulará, mientras que en el PS Osvaldo Andrade se impuso en la interna. Sin competir, Carolina Tohá llegó a la presidencia, aunque bajo la sombra de Guido Girardi.

No hay respuesta

Retomando la postura de Ruiz-Esquide, cabe hacerse la pregunta si tienen que renunciar los cuatro presidentes de los partidos de la Concertación para de verdad partir de cero.Si la respuesta fuera que sí precisamente el 5 de octubre, fecha de plazo que se autoimpuso el cuarteto Walker-Andrade-Tohá-Gómez luego del documento del PPD que llama a la "Convergencia opositora" y dar por terminada a la coalición, pues bien, ¿quién asume?La decisión, aparte de compleja, llevaría consigo las típicas disputas por el poder interno, porque hay candidatos a alcaldes y concejales que elegir y tensas negociaciones que zanjar con los aliados, díscolos y extra Concertación.¿Llegarían caras nuevas? Difícil, porque la mecánica de los partidos ubica en la cúspide a dos tipos de dirigentes: grupos o lotes que no les ha tocado gobernar y caudillos que históricamente manejan los hilos sin contrapeso. Rara vez hay apuestas osadas y novedosas.Si la respuesta fuera que no, que es lo que al parecer va a ocurrir, la alternativa que queda es sólo una: hacer de la "convergencia" -o de lo que resulte- el inicio de una nueva forma de conducir, donde la integración de actores nuevos en la futura plantilla electoral parece ser la clave, porque la idea de revivir la "Asamblea de la Civilidad", que apoyan Latorre y Girardi y que inauguró las relaciones entre el mundo político, sindical y social en plena dictadura militar, es de largo aliento y se necesitan definiciones convincentes ahora ya.Por ahora, la idea de excluir no cuenta con el apoyo necesario. Refundar el bloque o defenestrar a la Concertación el 5 de octubre tampoco fue aplaudido por todos. Hasta el nombre de "convergencia opositora" no convence a todo el bloque.Una tercera opción es que los timoneles de la DC, el PS, el PPD y el PRSD asuman su responsabilidad si para el 23º aniversario del triunfo del No el resultado sólo incluye carpetas vacías, más peleas, nuevos plazos y más explicaciones.A lo mejor, con esa vergüenza comienza el verdadero renacimiento de la oposición... o tal vez sea el nacimiento de la muerte.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores