Por Alejandra Garcia S.
Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales entregó el detalle de las intervenciones de Rubén Ballesteros en este tipo de casos, entre diciembre de 2006 y noviembre de este año. Su opinión a favor de la amnistía o la prescripción siempre fue de minoría.
Entre diciembre de 2006 y noviembre de este año, el ministro de la Corte Suprema, Rubén Ballesteros, votó a favor de los acusados en 85 de 90 causas de derechos humanos que le ha tocado conocer como miembro de la Segunda Sala Penal del máximo tribunal del país.
Los datos fueron entregados por el Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales, tras la polémica generada por la elección de Ballesteros como nuevo presidente de la Corte Suprema por dos años, cargo que asumirá el próximo 6 de enero de 2012.
El Observatorio recalcó que en esas 85 causas, Ballesteros votó en contra de condenar a los acusados por considerar que estaba prescrita la acción penal o porque correspondía la Ley de Amnistía. En todo caso, el resultado final incluyó por lo menos una sentencia, ya que la opinión de Ballesteros fue de minoría, según informó La Nación, además de datos dados a conocer por Cambio21.
Según el Observatorio, el tipo de delitos y el número de causas en que intervino Ballesteros en el período señalado es el siguiente:
TIPO DE DELITOS
Apremios ilegítimos: 1
Asociación ilícita y homicidio calificado: 1
Exhumaciones ilegales: 1
Homicidio calificado: 23
Homicidio simple: 1
Lesiones graves y aplicación de tormentos: 1
Lesiones graves y menos graves: 1
Secuestro agravado: 1
Secuestro calificado (detenidos desaparecidos): 47
Secuestro calificado con resultado de homicidio: 1
Secuestro calificado y homicidio calificado: 7
TOTAL
85
El 10 de agosto de 2005, el Senado aprobó la propuesta del entonces Presidente Ricardo Lagos para integrar a Ballesteros a la Corte Suprema. La decisión del Mandatario fue duramente criticada por organizaciones de DDHH. Lo mismo aconteció el lunes pasado, cuando el pleno del máximo tribunal lo eligió presidente por 12 votos contra 6.
Diversas entidades de defensa de los derechos humanos recordaron que Rubén Ballesteros participó como juez letrado en a lo menos en cinco consejos de guerra que, entre 1973 y 1976, aplicaron severas penas a militantes de izquierda en las ciudades de Valdivia, Osorno y Puerto Montt. El magistrado inició su carrera judicial en 1972 en Puerto Montt como secretario del Segundo Juzgado de Letras de esa ciudad.
Apoyo a Pinochet
Pero no fueron estos consejos de guerra lo que más irritó a estas organizaciones cuando Ballesteros ingresó a la Corte Suprema, sino que su pasado en la Corte de Apelaciones de Santiago, donde "dio permanente apoyo a la impunidad de Pinochet", según los defensores de los DDHH.
De acuerdo a cifras de la época, entre el 2000 y el 2005, Ballesteros intervino en seis causas criminales que afectaban a Pinochet y en las cuales votó a favor del ex gobernante.
Éstas son los casos Caravana de la Muerte, Prats-Cuthbert-1, Calle Conferencia,
Operación Cóndor, Prats-Cuthbert-2 y el caso Riggs-SII.
Ballesteros también se opuso a que Pinochet fuera investigado por los siguientes delitos: perjurio en su declaración jurada de bienes de 1989; falsificación, uso malicioso y sustracción de documentos públicos en el caso Pasaportes; falsificación de certificados del Ministerio de Defensa; obstrucción a la justicia y lavado de activos. El argumento del juez siempre fue el estado de salud de Pinochet.
En la Corte Suprema del 2006
Ya instalado en la Segunda Sala de la Corte Suprema, desde el año 2006 Ballesteros se ha destacado por aplicar la Ley de Amnistía o la prescripción de los delitos, y por rebajar las penas a los militares y agentes de organismos represivos que fueron condenados por delitos de derechos humanos.
La última intervención de Ballesteros en una causa de DDHH se conoció el viernes 11 del 11 del 2011, cuando la Segunda Sala sentenció a siete ex integrantes del Comando Conjunto por el homicidio calificado de dos personas, ocurridos en 1976. Los ministros Jaime Rodríguez, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller y el abogado integrante Nelson Pozo votaron a favor de las condenas. Ballesteros se pronunció a favor de la prescripción.
Familiares: "Es una verguenza"
Mireya García, vicepresidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, consideró este martes que "es una vergüenza, una inmoralidad y un retroceso" la elección como nuevo presidente de la Corte Suprema de Rubén Ballesteros, un juez que a lo largo de su carrera "ha votado invariablemente a favor de los violadores de derechos humanos".
García consideró que la designación de Ballesteros "no se corresponde con la calidad moral que tiene que tener un presidente de la Corte Suprema", ya que su posición manifiesta ha sido "siempre por la impunidad" de quienes han cometido crímenes de lesa humanidad.
La Agrupación envió en los últimos días una carta a los ministros de la Corte cuyos argumentos "no tuvieron ningún efecto", por cuanto, tras recibir los votos de 12 de los 18 miembros del máximo tribunal, la asunción de Ballesteros, el próximo 6 de enero, aparece como una "realidad lamentablemente", dijo García.
García recordó que Ballesteros "integró los consejos de guerra en la ciudad de Osorno durante varios años" en la época de la dictadura, y "desde entonces siempre ha favorecido a los violadores de derechos humanos con prescripción o con el subterfugio legal que exista para que (éstos) sean absueltos de cumplir las penas".
La dirigente explicó que "cuando Ballesteros votó a favor de la absolución siempre fueron votos de minoría" por lo cual "en la práctica no hubo efecto claro" de éstos. Sin embargo, "así se fueron acumulando antecedentes sobre la posición del señor Ballesteros, cuyo voto fundamentado dice que hay que aplicar la amnistía o la prescripción para los violadores de DD.HH.".
Petición de transparencia
Mireya García anunció que dentro de los próximos días la Agrupación tiene planeado "conversar con el señor Ballesteros para pedirle que transparente sus posiciones ante nosotros y ante el país de por qué ha actuado con esta condescendencia hacia los violadores de derechos humanos".
Así se busca "conocer de él mismo -con mucha claridad- cuál va a ser su posición respecto a los procesos por violaciones a los derechos humanos". Luego de esto "veremos qué se puede hacer si su posición, de aquí en adelante, sigue vulnerando el derecho a la justicia para nuestras familias".
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