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viernes, 27 de enero de 2012

Polémica: Miembro de la Junta Militar no solamente tiene una estatua

Polémica: Miembro de la Junta Militar no solamente tiene una estatua. También un buque de la Armada lleva su nombre. Este hecho lo pone en la categoría de "héroe", a la altura de Prat, Condell o Cochrane

Por Alfredo Peña

El Almirante José Toribio Merino que inició el golpe militar en 1973 e incorporó, según testigos, a Pinochet a esta asonada militar, tiene un monumento, que ha recibido críticas desde distintos sectores. La estatua fue financiada por un grupo de "seguidores" del marino de voz rara, como si estuviera en estado de interperancia y tiene 3 metros de altura. Está ubicada en la avenida de los Marinos Ilustres de Valparaíso. Además, un barco de combate lleva su nombre siendo el único "no héroe" nacional en recibir tal distinción

Trascurría el año 2002, y en una "breve pero emotiva" ceremonia, el entonces jefe de la Armada, Miguel Ángel Vergara destapaba, en el frontis del museo Marítimo y Naval de Valparaíso, una estatua en honor a José Toribio Merino Castro.

¿Quién era Merino?

El marino fue el que inició e ideó el golpe militar en contra de Salvador Allende. Según relató él mismo y el propio Augusto Pinochet, fue el almirante Merino el que lo incorporó a la asonada militar que se llevó a cabo el 11 de Septiembre del 73. Merino era un marino con ideas de ultra derecha, anticomunista y que el mismo 11 de septiembre -junto contros marinos- dió su propio golpe dentro de la Armada y sacó al almirante constitucionalista Raúl Montero, que era el Comandante en jefe nombrado por Allende, para realizar el golpe militar junto con las otras ramas de la defensa y el apoyo de Carabineros.

Merino era el segundo en antiguedad en la Armada para el golpe. Era un marino de modales rústicos conocido por su voz rara, como si estuviera permanentemente en estado de ebriedad. Eran conocidos los chistes sobre el almirante y su voz. Además que era conocida su afición por el whisky...

Luego del golpe, eran conocidos "los martes de Merino", donde hablaba a la televisión y a los medios sobre lo que se le ocurriera, pero esencialmente porque presidía las comisiones legislativas de la dictadura, una suerte de "parlamento" de los militares, donde participaban "con gran entusiasmo" casi todos los actuales dirigentes de la UDI, encabezados por el presidente de este partido, Juan Coloma y el ministro vocero Andrés Chadwick que trabajaban en la creación de las leyes que instauró Pinochet y su gobierno. Los dirigentes de la UDI, participaban y trabajaban en este "parlamento de la dictadura" que tenían el rimbombante nombre de Comisiones Legislativas. Y como era el "brazo legal" de los militares, tenían número: Comisión Legislativa 1, 2, 3, etc....

Coloma trabajaba en la comisión número tres, Chadwick en la dos...

La estatua de Merino

El Comandante en Jefe de la Armada, en 2002 mediante una estatua de tres metros del Almirante Merino, pasaba a inaugurar la avenida de los Marinos Ilustres. Fue ubicada frente al mar, y Merino aparece saludando con su mano derecha, obvio, a la escuadra nacional, en tono marcial.

El día de la inauguración asistieron altos mandos de la Armada, además de colaboradores, amigos, y su viuda, Margarita Riofrío, quien es ese momento señaló a un medio local "realmente emocionada de ver que se reconozca la obra del almirante, un patriota extraordinario, es muy merecido por ser tan insigne marino".

Todos estos "pasajes de nuestra historia" fueron reflotados por el semanario The Clinic, quienes además mencionan a todos los cercanos a Merino que colaboraron con dinero para levantar la estatua.

Según The Clinic, en una placa se menciona a todos quienes hicieron sus aportes, para tan "emblemático" monumento, ellos son: Eliodoro Matte, Ricardo Claro, Roberto Kelly, Juan Hurtado, Gonzalo Vial, Tsuyoshi Nichimura, Pedro Tomás Alliende, Ramón Covarrubias, Sergio de Castro, Jorge Claro, Félix Bacigalupo, Santiago Lorca, Felipe Lamarca, Bruno Phillipi, Wolf Von Appel, Andrés Concha, Roberto de Andraca, Hernán Büchi, Carlos Cáceres, Alberto Kassis, Manuel Ariztía, Hernán Briones, Eugenio Heiremans y José Avayú.

Por ese entonces, tan significativa estatua, pasó inadvertida para los medios de prensa, excepto para El Mercurio, por razones obvias, y para el entonces diputado Alejandro Navarro, quien hizo una denuncia en la Cámara de Diputados, para sacar la estatua de este personaje: ¿el resultado? En una rápida sesión se rechazó la propuesta del parlamentario, argumentando que la Armada tiene autonomía militar.

El oscuro y tenebroso pasado de Merino

Pueden ser cientos los testimonios de chilenos que fueron detenidos y torturados por personal de la Armada; recordemos que en dictadura facilitaron sus dependencias para que fueses empleados como centro de detención, incluidos algunos barcos como el buque-escuela "Esmeralda".

Así lo recuerda Enrique Núñez, quien es consejero nacional del Instituto de Derechos Humanos. Fue detenido dos años después del golpe militar, primero en la Academia de Guerra de Playa Ancha y luego en el cuartel Silva Palma que era manejado por el Servicio de Inteligencia Naval (SIN).

"Ahí era tortura, tortura y tortura. Mucha presión psicológica. Nos hacían cantar mientras nos aplicaban corriente eléctrica. Ahora uno se ríe, pero era terrible en ese momento, un pésimo recuerdo de la Armada", señaló.

En cuanto a Merino, dice que nunca lo vio pero si se escuchaba de él: "Era el que mandaba, no se hacía nada sin que supiera".

En cuanto a la estatua, sostiene que "no me extraña que le hayan hecho una estatua a un señor que se dio el lujo de tratar a los chilenos de humanoides y de morirse sin siquiera dar una explicación a la ciudadanía".

José Bonifaz también pasó por la Armada. Se le torturó primero en la Academia de Guerra Naval y luego en el buque Lebu. Al igual que Núñez, tampoco se sorprende por la estatua: "No me extraña que se le hagan homenajes a Merino, un imbécil con ropa y todo, que tuvo como único legado los martes de Merino. Pero es culpa nuestra porque hemos sido incapaces de impedir este tipo de monumentos", señaló.

Además tiene una embarcación con su nombre

Como resulta lógico, la Armada de Chile cuenta con un gran contingente de embarcaciones, todas ellas con nombres de héroes de guerra de nuestro país. Así en la página de Wikipedia al buscar buques operativos de combate de la Armada de Chile, aparecen Almirante Cochrane, Lynch, Condell, Capitán Prat, Almirante Latorre y Blanco Encalada, entre muchos otros.

Lo peculiar es que la fuerza de submarinos de la Armada es encabezada por el buque madre llamado, Almirante Merino, así tal cual. Los submarinos fueron bautizados en su oportunidad como General O´Higgins y General Carrera.

Resulta a lo menos curioso, que un integrante de la Armada, que nunca fue precisamente un héroe, sea quien le da nombre a una embarcación de esas características. Según la información recolectada, Merino es el único que ha recibido el honor que su nombre figure en una nave de combate junto a los más ilustres forjadores de la Patria.

Siempre hay alguien que los defiende

Como todo en esta vida, quienes participaron de la dictadura militar, como Merino, tienen adherentes y detractores. En el grupo de simpatizantes podemos ubicar al diputado Felipe Ward (UDI), quien al ser consultado sobre la mentada estatua señaló "me tiene sin cuidado. Hay estatuas para todos y todas en Chile. Si alguien tomó la determinación de que estuviera ahí, tendrá sus razones". Cuando The Clinic le consultó sobre que pensaba que se haga una estatua a alguien que mandó a torturar dijo "no puedes decir eso. No está acreditado eso. Si lo está, preséntenlo a tribunales. No tengo ningún problema con que (la estatua) esté en la Armada".

Además el diputado Edmundo Eluchans (UDI), señaló que "me parece perfectamente legítimo porque fue un Comandante en jefe de la Armada que por méritos llegó a ejercer el cargo. No voy a decir nada más.

Por su parte, Joaquín Godoy (RN), diputado por Valparaíso, señala que no se había dado cuenta que existía y preguntó que dónde estaba. "José Toribio Merino fue un Almirante que fue parte de la junta militar y ese es su gran pecado, pero la Armada tiene total libertad de poner en su patio a quien estime conveniente", dijo.

La molestia de la diputada Rubilar y otros más

La diputada Karla Rubilar (RN), aseveró que el monumento al almirante José Toribio Merino es sólo comparable con el homenaje que se realizó a Miguel Krassnoff en el Club Providencia.

"Es totalmente comprensible lo difícil y violento que resulta ver una estatua que 'resalte la figura' del ex marino para los familiares de personas que desaparecieron tras estar detenidos en recintos de la Armada durante el mando del almirante Merino, o peor aún, para quienes sufrieron vejámenes y torturas en esos lugares", afirmó en una columna para The Clinic.
Rubilar agregó que "esta lamentable e indignante decisión -tomada dicho sea de paso durante un gobierno de la Concertación- resulta comparable al homenaje que se realizara a Miguel Krassnoff en dependencias de la Municipalidad de Providencia".

"Ciertamente, las Fuerzas Armadas tienen autonomía para realizar sus funciones, pero esa autonomía no puede servir para pasar a llevar principios básicos que rigen la vida en sociedad. En este caso, los derechos humanos", enfatizó.

Por ello Rubilar recalcó que "es de esperar que en el futuro los principios de respeto irrestricto a los DD.HH. estén tan internalizados en nuestra comunidad que ningún particular, ni menos una institución del Estado, piense que es posible realizar estos 'homenajes' que deshonran a todo un país".

Manifestó además que con el aniversario de los 10 años desde que fue erigido el monumento en el Museo Naval y Marítimo de Valparaíso, es necesario "meditar acerca del impacto que genera su figura y si es ético levantar ese monumento".

Quien también se refirió a la estatua fue Nelson Aramburú, secretario de la Comisión de Etica contra la tortura en la V región, quien señaló que "esa estatua es una chacota, es como los martes de Merino, pero de la Armada. Debo decir eso sí que es un monumento a la verdad, porque como institución ha sido refractaria a reconocer las graves violaciones a los derechos humanos cometidas por su personal en sus recintos, con sus vehículos, con su armamento institucional".

En relación a comparar esta estatua con el homenaje a Krassnoff y que no se ha generado el mismo revuelo, Aramburú señala que "Krassnoff es un tipo que se ensució las manos por decirlo así. Personalmente torturó. Yo estuve en Villa Grimaldi y vi al equipo de Krassnoff es pleno. Lo vi con el guatón Romo, el Troglo y realmente era espantoso".

Además comenta que "con los martes de Merino, que hablaba tanta 'huevada' precisamente cuando andaba medio chispiadito, lo que era el 97% del tiempo, pasó a ser como un personaje casi caricaturesco".

Por su parte, el diputado Enrique Accorsi (PPD) sostuvo que "con todo el respeto que le tengo a la Armada, creo que Merino no se merece una estatua, para nada. Además, cuando se pone una estatua de un personaje polémico en un lugar público por lo menos debería haber una consulta".

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