La trifulca en la Corte de Apelaciones de San Miguel

La ministra Lya Cabello montó en cólera después del cambio de la redacción de un fallo y habría encarado con gruesos epítetos al abogado integrante Armando Jaramillo

por El Mostrador

inCompartir

Según testigos, pocas veces se ha visto una “disidencia” tan reñida al interior de un tribunal de la república. Menos que un ministro de Corte trate a un colega abogado integrante con gruesos epítetos y ofensas a la dignidad, incluida la parentela. Esto ocurrió en la Corte de San Miguel hace poco más de una semana, entre la ministra Lya Cabello Abdala y el abogado integrante Armando Jaramillo, a raíz del fallo de una causa, en presencia del resto de los integrantes del tribunal y de los funcionarios asistentes.
Los hechos, según relatan testigos, ocurrieron en la vista de la apelación de una causa laboral (Arias con Corporación Municipal de San Bernardo, Rol Nº 323-2014). Acordada por unanimidad por el Tribunal de Alzada compuesto por los ministros Diego Simpertigue y Lya Cabello y el abogado integrante Armando Jaramillo, se acordó encargar a este último que redactara el fallo. Durante la redacción éste se habría dado cuenta que existía un error que impedía fallar la causa de la manera como lo habían hecho, y así se lo habría hecho saber al ministro Simpertigue. Este habría estado de acuerdo con la apreciación, decidiendo cambiar el fallo, quedando dos votos a uno en relación a la unanimidad anterior.
Puesta en conocimiento del cambio, la ministra Cabello montó en cólera, no estuvo de acuerdo, y habría encarado a Jaramillo con gruesos epítetos. La reacción fue más ácida y llena de amenazas de “borrarlo del Poder Judicial” cuando este mencionó la eventualidad de recurrir a la Comisión de Ética del Poder Judicial, por considerar inaceptables los insultos de que era objeto.
Lejos de calmarse, la reacción de la ministra Cabello fue aumentar el volumen de los improperios, lo que habría llevado a los presentes a insinuar la posibilidad de llamar a Help o la Unidad Coronaria, pues la ministra daba muestras de estar completamente alterada y temieron que sufriera un ataque. Solo la intervención de varios de los presentes logró calmar el alboroto.
Sobre el fallo de la causa, nuevamente ocurrió un cambio, ya que se revirtió el acuerdo a que habían llegado los integrantes Sempertigue y Jaramillo, quedando ahora dos a uno en favor de la posición sostenida por la ministra Cabello, con el voto favorable del ministro Simpertique.
Consultado el abogado Jaramillo sobre el hecho, le restó importancia, señalando que “las diferencias en fallos eran habituales y a veces intensas, pero que en ningún caso lo llamaría un incidente o conflicto”. El ministro Simpertigue dijo no recordar el incidente, y la ministra Cabello no respondió a los llamados de El Mostrador.