Por Equipo Cambio21
“Medalla Comandante en Jefe del Ejército, Capitán General Augusto
Pinochet Ugarte” es el nombre de la condecoración que esta rama de las
FF.AA hace entrega a los oficiales que egresan de la Escuela Militar y
que la misma institución decidió modificar ante el sentimiento de
“agravio de los chilenos”. Sin embargo, aún hay mucho por caminar para
que la mancha hecha por el dictador sea eliminada. Conozca acá los otros
vestigios de la dictadura que siguen existiendo entre los militares.
Un
nuevo gesto está preparando el Ejército para avanzar en su historia y
dejar atrás la mancha que significa en la institución el golpe
cívico-militar de septiembre de 1973. Fue el jefe del Estado Mayor,
general Miguel Muñoz, quien envió un oficio a la jefatura del Estado
Mayor Conjunto de la Defensa, para modificar el nombre de una
condecoración que se les entrega a los oficiales egresados de la Escuela
Militar con tradición familiar en las FF.AA.
El premio cuestionado es la "Medalla Comandante en Jefe del Ejército,
Capitán General Augusto Pinochet Ugarte", que pasaría a ser "Comandante
en Jefe del Ejército". La polémica está de más explicarla. A 40 años
del derrocamiento del gobierno de Salvador Allende, aún persisten
algunos vestigios de la época en que se vanagloria o se les rinde
honores a algunas figuras golpistas.
Además de esta sombra en la institución, cabe recordar que aún existe
un buque y una estatua en el Museo Marítimo Nacional en Valparaíso,
bautizados en honor del almirante José Toribio Merino, uno de los
golpistas que ideó la subversión contra el gobierno y contra la propia
Armada ya que el jefe de esta rama el 11 de septiembre era otro
almirante y Merino le dio "un golpe blanco" deteniendo en su casa al
entonces comandante en jefe de la Marina, almirante Raúl Montero. Pero
éstos no son los únicos casos: la biblioteca de la Academia de Guerra
del Ejército lleva el nombre de Augusto Pinochet, bajo el argumento de
que gran parte de los libros allí reunidos fueron donados por el
dictador.
Rocas de Santo Domingo
Ya se han registrado organizaciones y movimientos que buscan eliminar
estos vestigios de la dictadura. Hay otros que intentan resguardar
algunos lugares por su memoria histórica, como lo ocurrido con el
cuartel de Rocas de Santo Domingo, en San Antonio. Lugar ocupado por
Manuel Contreras para formar y entrenar a los primeros integrantes de la
la Dirección Nacional de Inteligencia, DINA.
Ante la información de que el Ejército iba a vender el lugar para
financiar otros proyectos, el consejo de Monumentos Nacionales votó por
la preservación del lugar y su conversión en sitio histórico. Instancia
que resultó a favor de la iniciativa y que tuvo sólo un voto en contra,
del representante del ministerio de Defensa, coronel (r) Eduardo
Villalón Lobos, quien por medio de amedrentamiento en contra de los
presentes y del periodista Javier Rebolledo (autor de "El despertar de
los cuervos"), quien expuso ante la comisión, intentó evitar la
aprobación. Finalmente el exuniformado fue relevado de su cargo y, según
trascendidos, se habla de su expulsión de la cartera.
Las dos caras
Para el abogado vinculado con causas de derechos humanos Nelson
Caucotto, "ahí está la otra cara del Ejército, de un personaje
(Villalón) que se burló de una ex prisionera y que fue el único voto
disidente para establecer como monumento el lugar donde se forjaron los
torturadores (...) Son dos posiciones diversas, pero acojo esta de hacer
desaparecer el nombre de Pinochet en una condecoración".
"Me parece bien que el Ejército se avoque a sus tareas profesionales
como custodio de la soberanía y dentro de esa tarea dejar atrás todo ese
lastre histórico en que se comprometieron con la contingencia interna,
con crímenes de lesa humanidad a partir de su propio comandante en
jefe", dijo el abogado en entrevista con Cambio21.
Sobre la existencia, aún, de otros monumentos relacionados con el
golpe, el abogado recuerda que algo similar ocurrió en Argentina, cuando
el expresidente Néstor Kirchner visitó la escuela de formación militar y
vio cuadros y fotos de los golpistas en los muros. Situación en que
ordenó el retiro de los retratos de los generales Jorge Rafael Videla y
Reynaldo Bignone.
"No conozco la Escuela Militar, pero sí conozco el gesto del
presidente Kirchner en Argentina que debiera ser replicado en Chile, en
el momento que él se constituyó en la escuela que forma a los militares
argentinos y se dio cuenta que los golpistas tenían sus fotos en las
paredes. Me imagino que acá no habrá esas fotos en los muros en la
escuela matriz. Es lo mínimo que se puede pedir", concluyó.
En una palabra: raro
Si valoró la iniciativa uniformada la vicepresidenta de la Agrupación
de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Mireya García, pero que no
esconde su extrañeza de la postura que tomó esta rama de las Fuerzas
Armadas.
"A mí me llama la atención, me extraña que a esta nominación se
quiera quitar el nombre del dictador. Me extraña porque no ha sido la
actitud en un montón de otras situaciones en que sí está el nombre. Hay
algo aquí que se quiere sacar. Me resulta extraño", dijo en entrevista
con nuestro medio.
Sobre la medida en sí, García consideró que es "una muy buena
medida, ojalá se concrete. Ojalá el nombre de Augusto Pinochet no siga
estando presente en ninguna de estas tradiciones de las Fuerzas Armadas y
principalmente del Ejército donde están los nombres del los
comandantes en jefe. Cuando fue él quien manchó el honor del Ejército
para siempre".
"El ejército chileno tiene las dos caras, dos posiciones. A lo mejor
son más. Pero hoy vemos éstas que van en direcciones contrarias. Una que
busca renovar una imagen y otra contundentemente ligada al pasado
dictatorial. Eso indica que aún falta mucho por avanzar en este país",
concluyó García.
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