Inicios de los años 70 y El Mercurio advierte la crisis chilena. Pocos sabían que detrás de las portadas y editoriales de sus páginas, había dólares americanos que intentaban aumentar la incertidumbre sobre el gobierno de Salvador Allende. Hoy las reformas de La Moneda en Educación y temas tributarios vuelven a ser su objetivo
No
es raro que medios anglosajones miren a Chile y destaquen el increíble
potencial que tiene para las inversiones. Con una fructífera economía,
el país se convirtió en la figura a dar como ejemplo en cuanto a
desarrollo y crecimiento se refiere, además de la estabilidad jurídica e
institucional. Sin embargo, todo eso cambió y ahora son sólo
comentarios negativos los que el gobierno y la nación recibe de parte de
la prensa estadounidense, especialmente.
En medio de los últimos vaivenes económicos, Chile sintió el bamboleo, pero se mantuvo en pie, mientras países vecinos mostraban los terribles efectos del escenario que se inició en Europa. Rápidamente se apuntó al país como uno seguro para la inversión, en un escenario de incertidumbre cuando una serie de bancos de Estados Unidos se fueron a la quiebra.
Hoy las críticas vienen desde el prestigioso Wall Street Journal y del Financial Times: ambos coinciden en que la reforma tributaria impulsada por la Presidenta Bachelet no es un buen escenario para los negocios. Incluso, el primero apunta a que "el milagro" que se veía en Chile, "va en reversa".
"Bienvenidos al Chile de Bachelet, en el que la libertad es un problema porque perturba el mundo feliz de igualdad de los socialistas. Aprender más ahora o ganar más después son síntomas de injusticia a los ojos de la presidenta y los militantes de su partido", publicó la columnista Mary Anastasia O'Grady.
Nixon-Kissinger 2.0
Hay quienes pueden considerar esta publicación extranjera como una intervención en las políticas internas. Una forma de "llamar la atención" a los inversionistas, considerando que el verdadero potencial de estos medios radica en quiénes los leen; principalmente la elite, los mismos que toman decisiones o invierten.
No es un factor que se pueda tomar a la ligera. Cabe recordar que en el inicio de los años 70, Estados Unidos utilizó la prensa chilena como herramienta para provocar incertidumbre en la nación. Fue El Mercurio, según los documentos desclasificados, el que recibió fondos desde el gobierno de Richard Nixon con esos fines, cuando el Secretario de Estado era Henry Kissinger.
Sin embargo, para el analista internacional y excandidato presidencial, Ricardo Israel, a estos comentarios no hay que darles más valor del que merecen. Para él son sólo opiniones de una articulista cuya tendencia es clara para defender un sector.
"No hay que llevarlo a un nivel en que Chile se sienta amenazado por una opinión. Es sobrereaccionar a una opinión. Si uno cree que es un medio influyente puede: ignorarlo, sobrereaccionar, que es lo peor que puede ocurrir, o darle la importancia que tiene, que es que si el gobierno Chileno considera que puede influir en inversionistas, realizar una tarea dirigida a esos inversionistas en particular", apuntó.
Sobre los potenciales repercusiones que pueden tomar estas visiones en cuanto a inversión se trata, Israel llama a evitar temores y si existe preocupación hay medidas que tomar.
"Si Chile está preocupado en que esto afecte a la inversión minera, que se comunique con los capos máximos y eso se hace a través de las embajadas o los ejecutivos locales", concluyó.
Defendiendo el modelo
Por su parte, la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares, apunta a que dentro de la libertad de prensa deben existir opiniones diferentes, aunque dice que le causa especial extrañeza que se divulguen con tanta fuerza y resonancia estas visiones y que no sea así con las que son a favor. Para ella, esto responde a que se intenta proteger un modelo y el status quo.
"Lo que queda claro al leer la columna es que hay una opinión profundamente crítica y deliberada; enfáticamente critica a que se hagan reformas en la educación, en este caso. Pero, claro, se anuncia una situación de gravedad que Chile no necesariamente tiene, me da la impresión que se exagera. Sin ser economista y leyendo la columna, a propósito que se hace mención del socialismo, de lo que buscan, que se pone como excluyente la libertad, se extreman posiciones y se llevan discusiones que no son las que corresponden con lo que pasa en el país", dijo Olivares.
"Esta situación supera a Chile, tiene que ver más con la concepción de un modelo del mundo. Si uno mira procesos democráticos de otros países, uno también ve columnas y opiniones de este tipo. Más que un ataque contra Chile, en el fondo lo que se trata de hacer es opinar a favor de un modelo neoliberal transnacionalizado, y que cada vez que se instala una crítica a él, surgen los sectores que quieren mantener el status quo. Tienen todo el derecho, pero lo preocupante es que hay una amplificación importante vs opiniones de otro tipo más críticas, distintas al modelo", concluyó.
En medio de los últimos vaivenes económicos, Chile sintió el bamboleo, pero se mantuvo en pie, mientras países vecinos mostraban los terribles efectos del escenario que se inició en Europa. Rápidamente se apuntó al país como uno seguro para la inversión, en un escenario de incertidumbre cuando una serie de bancos de Estados Unidos se fueron a la quiebra.
Hoy las críticas vienen desde el prestigioso Wall Street Journal y del Financial Times: ambos coinciden en que la reforma tributaria impulsada por la Presidenta Bachelet no es un buen escenario para los negocios. Incluso, el primero apunta a que "el milagro" que se veía en Chile, "va en reversa".
"Bienvenidos al Chile de Bachelet, en el que la libertad es un problema porque perturba el mundo feliz de igualdad de los socialistas. Aprender más ahora o ganar más después son síntomas de injusticia a los ojos de la presidenta y los militantes de su partido", publicó la columnista Mary Anastasia O'Grady.
Nixon-Kissinger 2.0
Hay quienes pueden considerar esta publicación extranjera como una intervención en las políticas internas. Una forma de "llamar la atención" a los inversionistas, considerando que el verdadero potencial de estos medios radica en quiénes los leen; principalmente la elite, los mismos que toman decisiones o invierten.
No es un factor que se pueda tomar a la ligera. Cabe recordar que en el inicio de los años 70, Estados Unidos utilizó la prensa chilena como herramienta para provocar incertidumbre en la nación. Fue El Mercurio, según los documentos desclasificados, el que recibió fondos desde el gobierno de Richard Nixon con esos fines, cuando el Secretario de Estado era Henry Kissinger.
Sin embargo, para el analista internacional y excandidato presidencial, Ricardo Israel, a estos comentarios no hay que darles más valor del que merecen. Para él son sólo opiniones de una articulista cuya tendencia es clara para defender un sector.
"No hay que llevarlo a un nivel en que Chile se sienta amenazado por una opinión. Es sobrereaccionar a una opinión. Si uno cree que es un medio influyente puede: ignorarlo, sobrereaccionar, que es lo peor que puede ocurrir, o darle la importancia que tiene, que es que si el gobierno Chileno considera que puede influir en inversionistas, realizar una tarea dirigida a esos inversionistas en particular", apuntó.
Sobre los potenciales repercusiones que pueden tomar estas visiones en cuanto a inversión se trata, Israel llama a evitar temores y si existe preocupación hay medidas que tomar.
"Si Chile está preocupado en que esto afecte a la inversión minera, que se comunique con los capos máximos y eso se hace a través de las embajadas o los ejecutivos locales", concluyó.
Defendiendo el modelo
Por su parte, la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares, apunta a que dentro de la libertad de prensa deben existir opiniones diferentes, aunque dice que le causa especial extrañeza que se divulguen con tanta fuerza y resonancia estas visiones y que no sea así con las que son a favor. Para ella, esto responde a que se intenta proteger un modelo y el status quo.
"Lo que queda claro al leer la columna es que hay una opinión profundamente crítica y deliberada; enfáticamente critica a que se hagan reformas en la educación, en este caso. Pero, claro, se anuncia una situación de gravedad que Chile no necesariamente tiene, me da la impresión que se exagera. Sin ser economista y leyendo la columna, a propósito que se hace mención del socialismo, de lo que buscan, que se pone como excluyente la libertad, se extreman posiciones y se llevan discusiones que no son las que corresponden con lo que pasa en el país", dijo Olivares.
"Esta situación supera a Chile, tiene que ver más con la concepción de un modelo del mundo. Si uno mira procesos democráticos de otros países, uno también ve columnas y opiniones de este tipo. Más que un ataque contra Chile, en el fondo lo que se trata de hacer es opinar a favor de un modelo neoliberal transnacionalizado, y que cada vez que se instala una crítica a él, surgen los sectores que quieren mantener el status quo. Tienen todo el derecho, pero lo preocupante es que hay una amplificación importante vs opiniones de otro tipo más críticas, distintas al modelo", concluyó.
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