La fuga de Hopp a Alemania enciende alerta sobre los millones que ocultó Schäfer
La nuera del doctor Hopp, residente en Alemania, confirmó a CIPER que su suegro ya está en ese país. Primero viajaron la esposa de Hopp y la ex contadora de Villa Baviera, Erika Heimann. Días después fue el turno del médico, mano derecha de Paul Schäfer que, tal como él y otro de los jerarcas que movía los dineros negros de Villa Baviera, se fugó de Chile para huir de la justicia. A un año de la muerte de Schäfer, tanto en tribunales como entre residentes de la Colonia Dignidad se sospecha que en su escape Hopp intentaría apoderarse de las cuentas secretas en el extranjero y cuyo destino conocería.
La inquietud rondaba la semana pasada entre los colonos de Villa Baviera. Las sospechas de que el doctor Harmutt Hopp se fugaría del país se hicieron más fuertes cuando se enteraron de que el ex brazo derecho de Paul Schäfer, el hombre que por más de cuatro décadas comandó con mano férrea una secta donde se abusó de menores, se traficó armas y se torturó e hizo desaparecer a opositores a Pinochet, se había ausentado de su consulta médica en Parral bajo la excusa de que estaba enfermo. Y el viernes 20 de mayo, cuando creyeron tener la certeza, dieron aviso al ministro Jorge Zepeda: Hopp se había esfumado.
Ese mismo día el juez emitió una orden de captura internacional. Pero ya era demasiado tarde. Harmutt Hopp ya no estaba en Chile sino en Alemania, donde lo esperaba su mujer, la enfermera Dorothea Esther Witthahn Kruger. “Ella nos contó que él la iba a seguir y no sabía si lo lograría o no, pero efectivamente lo logró. No lo he visto, pero sé que está en Alemania desde hace como una semana”, cuenta al teléfono desde la ciudad alemana de Krefeld, Bärbel Schreiber, quien es casada con el hijo adoptivo de Hopp (Michael), y quiere mantenerse al margen de los problemas de su suegro.
Bärbel es hija de Albert Schreiber, otro de los hombres claves del círculo de hierro de Schäfer y quien murió en Alemania en 2008, después de haber escapado de la justicia en Chile. Ella partió a Krefeld, al noroeste de Düsseldof, para llevar “una vida más tranquila y mejor para sus hijos”. Ahora, hasta allá llegó su suegro, a quien dijo no pretende ver.
La salida de Hopp de Chile representa un problema para la Policía de Investigaciones (PDI) y también para el Ministerio del Interior. Y ello, porque el doctor que ejerció como vocero de Schäfer en la época en que éste intentaba demostrar que la colonia era un modelo de trabajo y moral, estaba bajo orden de arraigo en virtud de los juicios que aún quedan abiertos de los cuatro en que fue acusado: asociación ilícita, tráfico de armas, delitos tributarios y abusos de menores. Tanto la PDI como el ministro Hinzpeter tendrán que explicar cómo Hopp burló los controles fronterizos.Dentro de Colonia Dignidad cunde la preocupación no sólo porque se trata de uno de los antiguos jerarcas, protagonista de la época más siniestra de Villa Baviera. Para muchos colonos, la fuga de Hopp pone en riesgo la posibilidad de recuperar parte del millonario patrimonio que se supone ocultó Paul Schäfer en el extranjero y que la nueva administración de los colonos de Villa Baviera reclama como propio.
De las personas que se sabe con certeza que manejaron las millonarias cuentas de platas negras de Colonia Dignidad, tres están muertos: Paul Schäfer, falleció en 2010; Albert Schreiber, en 2008 y Hans Jurgen Blanck, en 2004. El cuarto es Harmutt Hopp. Y ahora que se fugó a Alemania, se diluyen las posibilidades de que la justicia chilena dé con el paradero de esos dineros.
En los procesos judiciales vinculados a Colonia Dignidad ha quedado establecido que Hopp tuvo acceso a las platas que Schäfer ocultó. Él mismo reconoció al juez Zepeda en el juicio por tráfico de armas, que viajó hasta las Islas Saint Kitts a comprar un departamento de US$ 250 mil, tras lo cual consiguió un pasaporte de ese país para Paul Schäfer.
La primera señal de alerta la dio la partida de la esposa de Hopp, quien viajó a Alemania junto a Erika Amanda Heimann Bahnk, la histórica contadora del holding de empresas de Villa Baviera que creó Schäfer. Se trata de la única cercana al ex jerarca que mantuvo hasta hace poco tiempo un rol activo en Colonia Dignidad, en la contabilidad de sus empresas. Ahora está jubilada. Es además la viuda de Hans Jurgen Blanck, el hombre que hacía los depósitos en el extranjero por encargo de Schäfer.
Muchos de los colonos que aún permanecen en Villa Baviera y cuya meta es recuperar esos dineros, sospechan que ella sabe más de lo que ha declarado ante la justicia respecto de los destinos de los dineros en el exterior. Hasta ahora, se sabe que una parte de esos recursos se usó en la mantención de Schäfer y sus escoltas durante los años en que estuvo prófugo tanto en Chile como en Argentina. Para otros la pregunta clave es cómo Heimann siguió trabajando en la administración financiera de Villa Baviera después de la “limpieza” que dicen haber hecho las generaciones más jóvenes que hoy tienen el timón del holding.
Fuentes de la colonia informaron a CIPER que Heimann dio aviso de que regresaría de Alemania el 8 de junio. Acá la esperan sus hijos y nietos.
No obstante, fue precisamente la información de que Erika Heimann estaba en Alemania junto a la mujer de Hopp, la que hizo que los colonos se alertaran ante la posibilidad de que ambos comenzaran a ejecutar movimientos con las cuentas secretas que Schäfer escondió en el exterior. La alerta se multiplicó cuando constataron que Hopp había desaparecido de Parral después de haber firmado por última vez el 3 de mayo en el Patronato de Reos.
Tras abandonar la Colonia Dignidad en 2008, cuando los nuevos administradores le pidieron que se fuera, el doctor había vuelto a visitar asiduamente el recinto. Hace una semana, al preguntar en su consulta médica la respuesta fue que estaría ausente por un buen tiempo porque estaba enfermo. Pero los colonos sabían que eso no era cierto. Lo habían visto sano en los últimos días.
A fines de la semana pasada, entre los colonos circulaba el rumor de que Hopp había arrendado un helicóptero para huir hasta Argentina. Aunque la tesis parece aventurada, la historia de Colonia Dignidad demuestra que ésta ha contado con un manto de protección que ha facilitado cosas que parecen inverosímiles. Cuando ya era un hecho que el lugar sirvió de centro de tortura y ocultamiento durante la dictadura, además de ser una secta donde se abusó sistemáticamente de menores, ya en democracia su líder Paul Schäfer logró esconderse por años dentro del recinto, para luego fugarse hacia Argentina. No fue la justicia ni la policía la que lo encontró, sino una investigación del programa televisivo Contacto de Canal 13.
La fuga de Hopp deja en suspenso su participación en otro juicio importante. El ministro Alejandro Madrid, quien investiga el asesinato del ex Presidente Eduardo Frei, determinó que el doctor Hopp era el enlace en la Colonia Dignidad del químico que elaboró gases y toxinas letales para la Dina, Eugenio Berríos. Ello ocurrió en la época en que Schäfer y el jefe de la Dina, Manuel Contreras, desarrollaron una amplia colaboración, la que incluyó la fabricación de substancias letales y el tráfico de armas.
De hecho, Hopp al igual que Berríos, se proveía de manera ilícita de hongos y toxinas en el Instituto Bacteriológico. La pista de esas toxinas llevó a Madrid a establecer la relación estrecha y semanal de Hopp con los dos médicos que realizaron la autopsia secreta a Frei: Helmar Rosenberg y Sergio González. Los encuentros tenían lugar en la sede del Departamento de Anatomía Patológica de la UC, de la cual Rosenberg era alto directivo.
EL REFUGIO GERMANO
El abogado Hernán Fernández, querellante en las causas sobre Colonia Dignidad, cree que el viaje previo de la antigua encargada de finanzas de Colonia Dignidad “revela que se trata de operaciones planificadas y coordinadas de recursos, con una avanzada de personas que se establecen en los lugares donde posteriormente llegan los prófugos”.
Fernández cuenta que el mismo modelo se usó para la fuga de Paul Schäfer y otros jerarcas como Albert Schreiber Rauschenberger y Alfred Matthussen. A su juicio, el que Hopp haya logrado llegar a Alemania es particularmente grave, pues hasta ahora la justicia de ese país se ha negado a extraditar a los prófugos de Colonia Dignidad. Así sucedió con Schreiber, quien murió en Alemania sin haber sido detenido para enfrentar a la justicia.
El abogado ya solicitó a los tribunales que se pida la extradición de Hopp. También pedirá que se investigue la forma en que salió de Chile para determinar posibles complicidades en su fuga.
El ministro Zepeda emitió el viernes una orden de captura internacional. En un comunicado divulgado este lunes, el juez dijo que tomó la decisión pues existía “la posibilidad cierta” de que hubiera salido de Chile. Sostuvo además que la Policía de Investigaciones lo había alertado de los planes de ocultamiento y posible fuga, por lo que revocó la libertad bajo fianza que favorecía a otros integrantes de Colonia Dignidad.
Se trata de los colonos procesados por asociación ilícita, entre los cuales están los principales jerarcas que comandaron la colonia junto a Schäfer y que formaron su red de protección para asegurar su impunidad: Gerhard Mucke, Gerd Seewald, Peter Schmidt, Friedhelm Zeitner Bohnau, Matthias Gerlach Maschke, Renate Freitag Hartmann.
También se revocó la libertad bajo fianza de la que gozaba Rebeca Schäfer, su hija adoptiva y de quien se sospecha también habría sido instruida en el secreto de los dineros que Schäfer ocultó fuera de Chile. Tanto así, que en la investigación de esas cuentas llevada a cabo por el ministro Zepeda se logró establecer que en el viaje que hizo Hopp a las Islas Saint Kitts para comprar inmuebles y un pasaporte falso para Schäfer, ella fue su acompañante.
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